Después de diez años de apagón estadístico, el INDEC volvió a publicar los datos de pobreza. Ahora sabemos que el 23.1% de los hogares y el 32.2% de las personas que viven en los centros urbanos del país son pobres. Esta medida se conoce como la medición de la pobreza por línea, una metodología que identifica a los hogares (personas) pobres a partir de la comparación de sus ingresos con un umbral llamado “Línea de Pobreza” y determinado por una canasta de bienes y servicios que se consideran necesarios para satisfacer las necesidades básicas de esos hogares. Obviamente, esta no es la única medida de pobreza, sino que existen muchas alternativas. Pero la tasa de pobreza, como se conoce a la medición publicada días atrás, actúa como un “termómetro de la pobreza”. Al igual que el termómetro mide la temperatura corporal, y uno interpreta sus resultados por comparación entre el valor reportado y 36.5° (la temperatura normal del cuerpo), la importancia de la tasa de pobreza no es su valor en sí mismo sino la comparación con otros de la misma medición en el tiempo y entre regiones. El INDEC nos dice que en el noreste el 40.1% de las personas son pobres y que en la Patagonia lo son el 24.7%. Esto implica que hay más pobres en el norte del país que en el sur y esta es una información que puede guiar la aplicación de políticas públicas orientadas a la reducción de la pobreza.
Desafortunadamente, el valor publicado para el segundo trimestre de 2016 no puede compararse con otros anteriores para saber si la pobreza aumentó o no -solo podremos hacerlo con valores futuros. Y no puede compararse porque los datos de ingresos de los hogares (personas) que se utilizan para hacerlo se obtienen de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), que a partir de 2007 presenta omisiones en la cobertura geográfica, discrepancias en las proyecciones de población y prácticas sesgadas para realizar el trabajo de campo, entre otras falencias que documentó el INDEC en el anexo a la presentación de los principales indicadores del mercado laboral en agosto pasado.
En la elaboración de los datos de pobreza que se presentaron la semana pasada, el INDEC introdujo mejoras a la metodología con la que calculaba las tasas de pobreza hasta 2006. Esas mejoras pueden verse en la “Actualización de la metodología oficial de cálculo de las líneas de pobreza” del año 2004 (actualización metodológica, de aquí en adelante).
La primera gran mejora metodológica es la actualización de la estructura de los gastos de consumo de los hogares desde la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo) de 1984/5 a la ENGHo 2004/5. En particular para la población de referencia, definida como el conjunto de hogares cuyos consumos de alimentos satisfacen estrictamente los requerimientos nutricionales que permiten un desarrollo fisiológico normal. Si uno observa el patrón de consumo de alimentos de esta población, este cae en el tiempo. En 1984/5 los hogares de la población de referencia destinaban casi el 50% de su gasto en consumo al rubro alimentos, en la ENGHo de 1995/6 representaba alrededor de 43% mientras que en 2004/5 era alrededor de 38%. El porcentaje de gasto en alimentos se utiliza para pasar de la canasta básica alimentaria (CBA o línea de indigencia) a la canasta básica total (CBT), que determina el umbral de la pobreza. Multiplicando la CBA por la inversa del gasto porcentual en alimentos (la inversa del coeficiente de Engel, como se lo conoce) se llega a la CBT, que incluye no solo alimentos sino otros bienes y servicios. Al caer en el tiempo, el gasto de consumo en alimentos como proporción del gasto total de los hogares de la población de referencia aumenta la brecha entre la línea de indigencia y de la pobreza. Hasta la última medición de la pobreza por línea del año 2006 y también en las sospechosas mediciones que siguieron hasta 2013, lo que se hizo fue utilizar la inversa del coeficiente de Engel determinado por la ENGHo de 1984/5 y su actualización en el tiempo se hizo mediante el ajuste por precios relativos. Ajustar por precios relativos el gasto de los hogares en alimentos supone que las cantidades permanecen constantes en el tiempo y solo se ajustan precios. Esto puede ser válido en el corto plazo pero no cuando pasan tantos años. Asumir las cantidades constantes supone que los consumidores no cambian su patrón de consumo en el tiempo. Por ejemplo, si el precio de un bien aumenta mucho y aparece un bien sustituto de segunda marca más barato, asumir que el patrón de consumo no se modifica significa implícitamente que los consumidores no sustituyen por el bien más barato. Esto sabemos que no es cierto. Sin embargo, esta actualización por precios relativos es la única actualización posible entre encuestas de gastos de los hogares. Como mencioné arriba, el porcentaje del gasto total que los hogares de la población de referencia dedican a los alimentos va cayendo en el tiempo, lo que es una clara indicación de que las cantidades consumidas cambian y, por lo tanto, el ajuste por precios relativos va dejando de representar el verdadero gasto en alimentos de estos hogares.
El siguiente gráfico muestra la evolución en el tiempo desde 2003 hasta fines de 2006 de la inversa del coeficiente de Engel implícito, el que surge de la ENGHo de 1984/5 y se mueve con precios relativos, y el coeficiente de Engel que surge de la ENGHo 2004/5.
Evolución de la Inversa del Coeficiente de Engel – 2003-2006
Fuente: INDEC y cálculos propios.
La figura muestra en mayo de 2005 la inversa del coeficiente de Engel que surge de la ENGHo 2004/5[1]. En ese mes el valor de este coeficiente es 2.63, reflejando que los hogares de la población de referencia destinaron el 38% de sus gastos a alimentos en ese momento. En ese mismo mes el valor implícito que surge de la ENGHo de 1984/5 es de 2.19. Es decir, usar la inversa del coeficiente de Engel basado en la ENGHo 1984/5 sobreestima el gasto en alimentos (como porcentaje del gasto total) de los hogares. En otras palabras, usar la inversa del coeficiente de Engel implícito subestima la estimación de la pobreza por línea. A partir de mayo de 2005 la nueva inversa del coeficiente de Engel se mueve hacia adelante usando los precios relativos de la inversa del coeficiente de Engel implícito solo como referencia.
¿Era necesario este sinceramiento de los valores del Engel? Yo creo que sí. Más teniendo en cuenta que el año que viene el INDEC encarará una nueva Encuesta Nacional de Gasto de los Hogares y, si se seguía con el coeficiente de Engel de la ENGHo de 1984/5, la distorsión se hubiera ampliado.
La segunda actualización metodológica es que a partir de ahora se utilizan líneas de pobreza para cada región del país, atendiendo a los patrones de consumo de cada una de ellas. En la metodología anterior, basada en la ENGHo de 1984/5, la línea de pobreza se definía solo con el patrón de consumo de los habitantes del Gran Buenos Aires. Para definir las líneas de indigencia de cada región del país se definieron poblaciones de referencia para cada una de ellas a partir de la población de referencia nacional utilizando la ENGHo 2004/5. Esto se hace para que las líneas de las regiones sean comparables entre sí, es decir, que reflejen los patrones de consumo de hogares con similares niveles de ingresos. La población de referencia nacional se computa a partir del método de los deciles superpuestos usando los ingresos netos de alquiler por adulto equivalente de los hogares. La “corrección” de los ingresos restándoles el alquiler se hace para obtener ingresos comparables entre hogares, algunos de los cuales son propietarios de la vivienda que ocupan mientras que otros alquilan. Otro camino podría ser imputar un valor de alquiler para aquellos hogares propietarios, pero esto es más complicado.
En función de estos nuevos patrones de consumo también se actualizó la CBA. El nuevo diseño de la CBA utiliza el concepto de la densidad nutricional en lugar de las recomendaciones de nutrientes de cada unidad de consumo que se venía usando en la definición anterior. Tal como se expresa en la actualización metodológica mencionada arriba, “La densidad nutricional es una medida de calidad de la dieta que expresa la relación entre el contenido de cada nutriente y la energía. En cada grupo etario y para cada nutriente, la densidad nutricional óptima es equivalente a la relación entre la recomendación diaria del mismo y la recomendación diaria de energía. De esta manera, una vez cubierta la necesidad energética también se asegurará la necesidad de nutrientes“. La densidad nutricional se utilizó para realizar los ajustes en la contribución relativa de cada producto en la CBA final. En términos prácticos esta actualización de la CBA no tiene ningún efecto considerable: a precios medios de mercado, las valorizaciones de la CBA anterior y la nueva dan resultados muy similares (hay menos de cien pesos de diferencia en 2006). Esto significa que la línea de indigencia con la nueva CBA es muy parecida a la línea establecida por la vieja. El mayor impacto de la nueva metodología, como se mencionó arriba, se da en la determinación de la línea de pobreza.
Una vez obtenida la estructura de consumo de la población de referencia se seleccionan los productos que integran la CBA. Los alimentos que se consideraron en la nueva CBA corresponden con aquellos que son consumidos por al menos 5% de la población de referencia y que representan no menos de 5% de la estructura calórica y/o física. El listado completo de los productos aparece en el Cuadro 2 del comunicado de prensa publicado por el INDEC. En línea con lo que se hace en muchos otros países, la nueva CBA incluye bebidas alcohólicas, gaseosas y jugos, que son productos sin aportes nutricionales relevantes pero que forman parte de los hábitos de consumo de la población de referencia.
¿Era necesaria la actualización de la CBA? Yo creo que sí. Todos los países la actualizan después de cada encuesta de gastos. En Argentina la CBA no se actualiza desde 1984/5. Han pasado más de treinta años desde la última vez que se revisó la composición de la canasta de alimentos que define el umbral de indigencia.
Si bien es cierto que con estas mejoras metodológicas se pierde transitoriamente la comparación con las tasas de pobreza de hace diez años, me parece un precio muy bajo a pagar teniendo en cuenta que en 2017 se va a hacer una nueva Encuesta Nacional de Gastos y lo que no se hizo ahora se tendría que hacer con la nueva encuesta. Enhorabuena que el INDEC haya decidido actualizar la metodología de la medición de la pobreza por línea.
[1] La ENGHo se realizó entre octubre de 2004 y diciembre de 2005 y es representativa de ese período, así que se ubicó el valor de la inversa del coeficiente de Engel en aproximadamente la mitad de ese período.
Martín, muy interesante y esclarecedora la nota. Puntos que muchos tocan sólo de oído en la discusión actual sobre pobreza.
Si bien como mencionas, a la hora de analizar el fenómeno de pobreza lo importante es tomar un indicador con una metodología en particular y mantenerlo en el tiempo, me pregunto si el indicador de tasa de incidencia es el más idóneo.
Seguramente sea el más claro y transparente para comunicar pero, por qué no el indicador de brecha de pobreza (FGT(1)) o el de severidad de la pobreza, al menos de forma complementaria.
Es claro que hoy la discusión pública pasa por el aparente aumento en el número de pobres. Sin embargo, no he visto a ningún funcionario (oficialista u opositor) argumentar respecto a si los pobres existentes son más o menos pobres, de ahí mi preocupación respecto a la omisión en el uso de indicadores adicionales.
Saludos
Gracias por el comentario. Seguro que hacen falta indicadores complementarios sobre la pobreza. Tengo entendido, lo dijo Todesca en la conferencia de UTDT, que en esta primera etapa el INDEC esta reestableciendo el calendario de publicaciones de los indicadores que se habian discontinuado. En una segunda etapa imagino publicaran otros indicadores o nosotros como investigadores del tema podremos calcularlos y contribuir al debate.
No solo es cierto la falta de argumentacion por parte de funcionarios sobre la intensidad de la pobreza, es peor aun. No hay ninguna argumentacion de lo que explico en la nota sobre la mejora metodologica implementada. Abrazo
Excelente nota. Una pregunta sobre la posibilidad de comparar el nuevo dato de pobreza con los datos que tienen los países de América Latina. Gracias.
La comparación con tasas de pobreza de otros países es muy difícil porque requiere ponerse de acuerdo en el punto de partida para la comparación. Por ejemplo consumo calórico diario del adulto equivalente y a partir de esta homogeneizacion entre paises construir la CBA y luego la CBT. Esta es una posibilidad, hay otras.
Muchas veces las comparaciones que aparecen en la prensa o en la internet hacen una cuenta de almacenero que es incorrecta. Pasan las valorizaciones de canastas e ingresos a una moneda comun con la paridad del poder adquisitivo y hacen la comparación. Eso es comparar peras con manzanas ya que no se toma en cuenta la distribución del gasto de los hogares en los diferentes paises (distintos patrones de consumo). Es una comparación espúrea.
Entonces son incomparables las medidas de pobreza entre países, las que son calculadas por los organismos oficiales de estadística. Es decir que Argentina tenga 32% de pobreza y un país de AL tenga por ejemplo 12% no nos dice que en Argentina necesariamente tenemos más pobres.
Asi como salen de los diferentes institutos de estadistica las tasas de pobreza no son comparables entre si.
Interesante y muy ilustrativa la nota.
De todos modos, me siguen sin quedar claras algunas cuestiones:
a) Cuál es la población de referencia (percentiles de ingreso incluidos de la ENGHO 04-05) que usás para computar la nueva inversa del Engel? Es la seleccionada por INDEC para la nueva medición y que aún no ha sido explicitada en ningún documento oficial?
b) Cuál es, en todo caso, la distribución de los gastos en consumo de esa población según capítulo? Y según región?
c) A partir de qué información de precios se actualizarán las CBA y Engel regionales? La evolución del nuevo IPC-GBA es representativa de la evolución de los precios regionales? Mantendrán algún tipo de metodología de transición, como otrora?
d) Por qué no sería posible, en todo caso, estimar con la nueva metodología la pobreza para el segundo semestre de 2006?
e) Cuando se realiza un cambio metodológico de estas características, no es conveniente presentar ambas estimaciones (vieja metodología y nueva metodología) durante algún tiempo, para evitar suspicacias y evidenciar el efecto que introduce el cambio metodológico en la estimación?
Por último, tenía entendido que la Encuesta de Ingresos y Gastos del 85-86 sólo se realizó en el GBA, por ahí estoy equivocado.
Saludos cordiales.
Gracias Gabriel por los comentarios. Los respondo en orden.
a) La población de referencia es una estimación propia sobre la base del documento de actualización metodológica que esta citado en el artículo.
b) No hice el cálculo de la distribución de gastos por capítulo
c) Yo no trabajo en INDEC asi que no podría responder con exactitud tu consulta. Imagino que las canastas regionales se actualizarán como se hacia hasta 2006, via precios relevados en GBA y ppa para regiones.
d) Es absolutamente posible. Mi estimación con la nueva canasta da 43.1% para el 2do trimestre de 2006.
e) Mi opinión es que no hubo ningún cambio metodológico sino que solo se actualizó la metodología usando ENGHo 2004/05. No creo necesario presentar para 2016 ambas estimaciones (nueva y vieja). Si me parece que habria que hacerlo para 2006 para ver el efecto de usar la nueva canasta. De acuerdo a lo que dijo el DT del INDEC esto se haria cuando se presente la metodología ahora en noviembre pero desconozco mas detalles. No se cuales serian las suspicacias que mencionas.
Saludos
Gracias por la respuesta!! Muy completa y aclaratoria.
Entiendo, como usted, que la actualización metodológica es constitutiva del método de medición por LP, pero también es cierto que la misma conlleva la definición de un estándar mucho más exigente (tanto en términos de la CBA como de la CBT) que el precedente.
Las «suspicacias» a las que me refiero son las relativas a la evolución del fenómeno en los últimos años. Como bien señala usted «la importancia de la tasa de pobreza no es su valor en sí mismo sino la comparación con otros de la misma medición en el tiempo».
Pero como INDEC sólo publicó una foto, la imagen de sentido común que se instala en la población es que la incidencia de la pobreza y, sobre todo, su evolución en el tiempo) estaba bien medida por estimaciones como las de la UCA que, con los viejos umbrales alimentarios expandidos a partir de una constante (inversa de Engel fija de 2,1), informaba niveles similares al recientemente difundido de manera oficial.
Espero que la próxima publicación de INDEC, a la que usted hace referencia, incluya la comparación de incidencias (al menos para el año 2006) y sea lo suficientemente precisa para garantizar la replicabilidad del método.
Saludos cordiales y gracias nuevamente.
Gabriel, acá está la comparación con 2006.
http://www.indec.gob.ar/ftp/cuadros/sociedad/EPH_metodologia_22_pobreza.pdf
Según esta metodología nuestros hijos irán a estudiar y buscar trabajo a Parguay que tiene un 20% a Uruguat que tiene un 11% y a Bolivia que en los conglomerados urbanos tiene un 32% La desocupación es del 9% reconocida por el propio oficialismo y tenemos un 32%de pobres Por otro lado es curioso que Todesca medía la inflación con 2 personas y ahora con 120 le llevo 6 meses Sin contar que tiene juicios en diversos países de Europa y EEUU por sus mediciones Esta medicion no resiste el análisis Otro dato La pobreza era de 29% durante la hiperinflación del 89 Le es funcional a Cambiemos porque agrega solo un 7% de pobres a los supuestos 25 Segú la medición anterior llevó en un año de gobierno al 12% es decir la dupicó y ya la cosa no es políticamente correcta
[…] de Orshansky que permite calcular la línea de pobreza a partir de la línea de indigencia (Martín González Rozada explica muy bien esos cambios en una entrada anterior). Estas diferencias hacen que sea incorrecto comparar las tasas de pobreza que reporta actualmente […]
[…] el economista y profesor de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) Martín González Rozada explicó además que el valor publicado para el segundo trimestre de 2016 no puede compararse con otros […]