Publicado por La Tercera, 17 de marzo de 2012
Curiosamente, ningún chileno –ni ex presidente, ni de otra jerarquía– firmó el documento, “Drogas y Democracia: Hacia un Cambio de Paradigma”, aprobado por Cardoso, Zedillo y Gaviria.
Más de alguien podría pensar que en Chile los líderes políticos no tienen opinión sobre el tema de las drogas, el mayor flagelo de la región latinoamericana. Pero no creo que sea eso. Creo que, más bien, se trata de una combinación de conservadurismo y lejanía del narcotráfico como preocupación cívica inmediata.
En Chile, la tasa de homicidios es de tan sólo 1.4 por cada 100 mil habitantes por año. Esta es la menor tasa de la región; menor, de hecho, que las de países como Estados Unidos, Finlandia y Nueva Zelandia. Vale decir, y en contraste con las naciones centroamericanas, Colombia y México, las bandas de narcotraficantes no tienen aterrorizada a nuestra ciudadanía. Esto significa, de por sí, que el tema no es prioritario, ni está a la cabeza de las inquietudes de la sociedad civil.
Pero, además, somos un país conservador. Aún nuestros liberales -con raras excepciones- tienen actitudes morales muy enraizadas y tradicionales. Recuerdo hace unos meses una discusión en la reunión de la Sociedad Montt Pelerin -uno de los baluartes del liberalismo clásico- entre el premio Nobel GaryBecker y el ex ministro Carlos Cáceres. Mientras Becker usaba los argumentos liberales para abogar por la legalización de las drogas recreacionales, Carlos Cáceres se resguardaba en su catolicismo para rechazar, con vehemencia, tal propuesta.
Hace unos días la administración Obama sorprendió al mundo al declarar -por medio del subsecretario del Departamento de Estado, Mike Hammer-, que EEUU estaba dispuesto a discutir el tema de la despenalización en la Cumbre de las Américas del 14-15 de abril.
Aun cuando la legalización de la marihuana y cocaína no esté en la agenda política chilena, es fundamental que Chile llegue a la Cumbre de las Américas con una posición bien razonada y coherente. Más aún, nuestra posición debiera ser constructiva y mostrar empatía por el drama que viven, cada día, los ciudadanos centroamericanos. Es posible que la despenalización no solucione todos los problemas, pero no cabe duda de que llegó el momento de discutir estos temas de forma abierta. Lo política del avestruz sólo beneficia a los carteles y las mafias. Y eso debemos rechazarlo, con todas nuestras fuerzas.
Excelente Sebastián! Muchas gracias por la entrada.
No sé que razones haya tenido para no reproducir todo el artículo que publicó La Tercera, Sebastián. Creo que es importante lo que dice allí, así que aquí está el enlace:
http://diario.latercera.com/2012/03/17/01/contenido/reportajes/25-103967-9-un-debate-americano.shtml
Me desconcierta enormemente su observación que «el tema no es prioritario, ni está a la cabeza de las inquietudes de la sociedad civil.» a pesar de que de acuerdo con el reciente Informe de la UNODC – World Drug Report 2011 – Chile, junto con Argentina, muestra las mayores tasas de consumo de cannabis y cocaína en Sur América, y en el caso de la última, igual a la de EU. Adicionalmente, aunque no conozco datos al respecto, se especula que Chile es un corredor importante para el trasiego de drogas hacia el mercado argentino y europeo.
Gart Valenc
Twitter: @gartvalenc
Sebastián, bienvenido a Foco Economico.
Sobre este importante tema y la necesidad de reformular la politica anti droga, aparte del informe de Cadroso, Gaviria y Zedillo, les recomiendo esta nota de Alejandro Gaviria y Daniel Mejia en Foco Economico (https://dev.focoeconomico.org/2011/03/15/cuarenta-anos-despues/) y su libro «Políticas antidroga en Colombia: logros, fracasos y extravíos».
globalcommissionondrugs.orgVale la pena mencionar que Cardoso, Gaviria y Zedillo hacen parte igualmente de la Global Commission on Drug Policy, la cual produjo un informe en donde analiza el régimen prohibicionista actual y sugiere políticas alternativas.
http://www.globalcommissionondrugs.org/reports/
Gart Valenc
Twitter: @gartvalenc
Los chilenos deberán tomar una posición frente al problema, y esa posición será siempre política; pero ojala que sea democrática.
¿Acaso no se han dado cuenta ustedes que la posición dura de Estados Unidos y Canadá, de rechazar la despenalización, coincide con la posición de los gobiernos del ALBA? O sea que la extrema derecha coincide con la izquierda radical porque los extremos se tocan. ¿Y saben porqué coinciden? Porque ambas posiciones son expresiones del fascismo. Escuchen y lean atentamente los discursos de unos y de otros, podrán escuchar las mismas ideas: odio, rencor, armas, represión, violencia, guerra y muerte al «enemigo». O sea son ideas fascistas.
Las ideas de despenalizar las drogas se basan en la prevención en vez de la represión. Y como toda idea pacífica, se asocia también con la paz, la justicia, la verdad y el respeto al ser humano.
[…] y extravíos Santos y el debate sobre la actual postura prohibicionista invitado o anfitrión Chile y la despenalización de las drogas Cuarenta años después Iván Werning Massachusetts Institute of Technology […]