Por Felipe Barrera-Osorio, Hernando Bayona, María Figueroa, Sandra García, Arturo Harker, Darío Maldonado, Guillermo Perry, Catherine Rodríguez, Fabio Sánchez, José Toro.
En días pasados recibimos la desafortunada noticia de la renuncia de Gina Parody como Ministra de Educación. Es lamentable que su salida haya respondido a decisiones políticas, que nada tuvieron que ver con la calidad técnica de su gestión como Ministra. Por ello, queremos resaltar desde la Academia, el legado que ella deja en el sector educativo, al igual que los futuros retos que estarán a cargo de su sucesor.
Las políticas educativas se pueden dividir en dos categorías. Por una parte, están las políticas cuyos resultados solo se observarán en el largo plazo y por otra aquellas cuyos resultados se ven al corto tiempo. Las primeras son estructurales, atacan los problemas de fondo y son la base para un sistema educativo exitoso. Su gran desventaja es, por supuesto, que los frutos serán observados en un lapso de tiempo largo, probablemente cuando la persona que las impulsó ya no esté en el cargo. Las segundas, aunque quizás no transformen el sistema de manera estructural, lograrán en el corto plazo mejoras en cobertura y algunas en calidad importantes. Las dos son importantes y una buena gestión en educación requiere de una buena mezcla de las dos de forma que no se desatiendan a las generaciones actuales pero que tampoco se deje de beneficiar a generaciones futuras. Es extraño encontrar funcionarios públicos provenientes del mundo de la política que estén dispuestos a invertir en transformaciones estructurales porque sus efectos no se ven en el corto plazo; al mismo tiempo muchos de los intentos por hacer transformaciones estructurales por personas que vienen del mundo técnico fracasan porque ignoran las realidades de la política. Gina Parody decidió poner sus habilidades políticas al servicio de las transformaciones estructurales que la educación en Colombia requiere sin dejar de hacer programas que benefician a las generaciones que están hoy ya cursando sus estudios en los distintos niveles del ciclo educativo.
El primero de ellos son las políticas relacionadas con los docentes. Estas políticas son hoy en día consideradas como una de las más cruciales para asegurar un sistema educativo de calidad. La evidencia certera acerca de la importancia que un buen maestro tiene en el futuro académico, laboral e incluso en el ámbito personal en sus estudiantes es clara. Gina Parody entendió la importancia del insumo docente y, a pesar de no ganar réditos políticos inmediatos, implementó avances que consideramos fundamentales en este ámbito. Primero, evitó que el gran paso que dio el sistema educativo nacional con la introducción del estatuto docente 1278 de 2002 se perdiera. La ex Ministra, soportó una huelga nacional de maestros que tenía como objetivo eliminar las evaluaciones docentes y sus implicaciones en la carrera dentro del magisterio. Como resultado de una negociación entre el Ministerio liderado por Gina Parody y FECODE, se logró introducir en el sistema una evaluación de competencias docentes que incluye factores fundamentales como la observación en clase, el análisis de los portafolios de los maestros y la opinión de los estudiantes, entre otros. Todos estos elementos introducidos en la evaluación docente en Colombia han sido reconocidos por investigaciones recientes como elementos potencialmente efectivos para mejorar los aprendizajes de los estudiantes. Este resultado debe ser valorado no solo como un paso en la dirección correcta en evaluación docente sino como un paso importante en la relación entre el Ministerio y FECODE porque es probablemente la única vez que en alrededor de dos décadas que el Ministerio y FECODE se sientan a conversar sobre calidad de la educación. Atada a una oferta de formación continua, pues hay retroalimentación, este sistema de evaluación permitirá en el largo plazo asegurar un cuerpo docente donde los retos pedagógicos sean superados y las fortalezas resaltadas.
Otro aspecto crítico dentro de la carrera docente está relacionado con la formación inicial. La calidad de esta en el país es disímil y la Ministra logró incorporar que fuese obligatorio que para el año 2018 todas las Facultades de educación en el país deban contar con la Acreditación de Alta Calidad, cuyos requisitos fueron además revisados e incrementados. Esta no es sólo una política cuyos frutos vendrán en el largo plazo sino que además, al igual que la anterior, tiene costos políticos de corto plazo importantes que fueron asumidos por Parody. Finalmente, en su magisterio se diseñó un programa de inducción docente y se implementó también una política de bonificaciones basadas en el desempeño estudiantil medido a través del Índice sintético de Calidad (ISCE). La evidencia ha demostrado que, si están bien diseñadas e implementadas, ambas políticas pueden traer retornos en calidad en el corto plazo.
Un segundo aspecto de política educativa de largo plazo donde Gina Parody incursionó durante su gestión fue en el tema de lineamientos curriculares. Colombia tiene la gran virtud y a la vez el gran reto de no tener un currículo nacional. Es una virtud porque respeta la diversidad cultural, geográfica y étnica de nuestro país, pero es un reto porque estamos ante el riesgo de tener miles de currículos diferentes que no necesariamente garantizan un mínimo común de aprendizaje para todos los niños y jóvenes. Durante la gestión de Gina Parody, se aterrizaron los estándares de competencias en los Derechos Básicos de Aprendizaje (DBAs), que le dan herramientas a los maestros para saber exactamente qué enseñar en los diferentes grados. Los DBA también permiten a los padres de familia saber qué es razonable que sus hijos estén aprendiendo en cada grado y ayudan a mejorar la conversación entre las familias y los colegios en torno a la mejor forma de satisfacer las necesidades de los estudiantes del país. Este es un primer paso fundamental hacia la igualdad de oportunidades por la que tanto luchó la Ministra, pues se trata de garantizar que independientemente del lugar donde un niño esté estudiando, deba aprender ciertas competencias y habilidades básicas que le permitan posteriormente decidir su camino educativo y laboral.
Desde los primeros días de su mandato como Ministra de Educación atacó uno de los problemas más difíciles y donde se han visto menos progreso en las últimas décadas (aún si se han hecho esfuerzos importantes para resolverlo) y es el de la infraestructura escolar. Resolver el problema de infraestructura escolar requiere tres cosas: recursos económicos, una organización que permita la coordinación de recursos de los distintos niveles de gobierno y una organización que permita que las inversiones sigan las necesidades del sector sin necesidad de que el Ministro, el Viceministro o los Secretarios de educación estén pendientes de la construcción de cada salón de clase nuevo que se hace en el país o en su región. Para esto se incluyó en el Plan Nacional de Desarrollo el Plan Nacional de Infraestructura que contiene instrumentos financieros y de gestión que si se implementan bien podrían lograr destrabar el problema de infraestructura. Los instrumentos se agrupan en el Fondo de Financiamiento de la Infraestructura Educativa que incluye instrumentos diversos para garantizar recursos para infraestructura y la consecución de predios. Uno de los elementos más innovadores y prometedores de ese plan es la inclusión de Alianzas Público Privadas para la infraestructura educativa que permiten inversión privada en infraestructura y mantenimiento de los colegios pero manteniendo en manos del sector público la operación y la gestión educativa de los colegios. El Fondo incluye también la posibilidad de articular recursos regionales y recursos nacionales para la infraestructura educativa y un plan de información para resolver el problema de ausencia casi total sobre infraestructura educativa en el país. A la fecha la implementación de este Plan ha tenido avances importantes en términos de su organización y de la contratación de la construcción de aulas.
La gestión en asuntos estructurales en educación básica y media se complementó con un programa para conseguir mejoras de corto plazo en los aprendizajes de los estudiantes en educación básica y media. Se trata del rediseño e implementación del Programa Todos a Aprender 2.0 que busca mejorar la calidad educativa de los estudiantes de básica primaria que asisten a los establecimientos educativos más vulnerables y con mayores dificultades académicas del país.
En educación superior es imposible dejar de mencionar la creación e implementación del programa Ser Pilo Paga. Un programa enfocado a disminuir las inequidades en la oportunidad de accesos a educación de calidad a la que estaban sujetos jóvenes con habilidades académicas superiores. Los impactos de ambos programas serán revelados por las respectivas evaluaciones de impacto. Sin embargo, vale la pena enfatizar que muchos lo confundieron con políticas y asumieron erróneamente que toda su gestión se basó en ellos dos, equivocaciones que esperamos con los párrafos anteriores hayan quedado aclarados.
Aunque Ser Pilo Paga es el programa más visible en educación terciaria desarrollado en el MEN bajo el liderazgo de Gina Pardoy, su gestión en educación superior también atacó problemas estructurales de la educación superior. Por su trayectoria previa en el SENA la ministra Parody reconoció la importancia social y económica de la educación Técnica y Tecnológica (TyT) como parte esencial no sólo de la oferta educativa que se hace a los jóvenes, sino como requisito esencial para la competitividad del sector productivo. La complejidad de los sectores industriales y de servicios que son competitivos en calidad y volumen internacionalmente requieren una clase profesional en TyT altamente preparada ocupando un rol productivo que es complementario y no competencia de las profesiones universitarias. Sin embargo, ni el sector productivo ni el educativo han apropiado completamente esta realidad en nuestro país y todavía está en el ambiente que la educación TyT es una educación de segunda, una alternativa barata la educación universitaria. La Ministra Parody lanzó muy temprano en su gestión una iniciativa de redefinición de todo el Sistema Nacional de Educación Terciaria (SNET) en dos pilares: el de la educación TyT y el pilar de la educación universitaria, autónomos, complementarios, no subordinados, igualmente pertinentes en el mercado laboral y el sector productivo, con criterios de calidad y modelos educativos claramente diferenciados y valorados. En Mayo de 2016 la ministra Parody presenta el documento de política pública que busca relanzar el sistema nacional de educación terciaria, con una estructura moderna que apropia experiencias internacionales maduras y exitosas. Se dan los elementos para la construcción del Marco Nacional de Cualificaciones que pretende organizar y sistematizar la oferta educativa y la demanda laboral con definiciones y exigencias precisas compatibles con estándares internacionales. Se avanzó en pilotos del Marco en los sectores de tecnologías de información y comunicaciones y se prevé el avance en 10 sectores más.
Por último, vale la pena resaltar que desde su primer día en el Ministerio Gina Parody se hizo evidente su compromiso, la energía incansable en el trabajo y la sensatez que siempre tuvo al escuchar las opiniones de varios que llevamos analizando el tema educativo desde hace décadas. Aunque no era experta en el sector educativo, sus problemas y las complejas políticas para solucionarlos, siempre estuvo dispuesta a analizar distintos puntos de vista y a basar las decisiones en evidencia certera más que en juicios de valor que muchas veces son errados.
Lograr un sistema educativo de calidad, que garantice la formación de ciudadanos críticos, innovadores y capaces de convivir, tarda más de una generación. Quedan varios retos a futuro para lograr un sistema educativo incluyente y de alta calidad para todos: disminuir la deserción, particularmente en el tránsito de primaria a secundaria; garantizar docentes calificados y motivados en todos los colegios del país, especialmente en los lugares con mayor vulnerabilidad; consolidar la jornada única para toda la población estudiantil. Si bien quedan retos importantes en varios de estos frentes, la gestión de Gina Parody deja un camino marcado en varios temas estructurales que, de continuar con un correcto diseño e implementación, mostrarán sus frutos en menos de una generación. Por esto, como académicos del sector educativo, queremos manifestar nuestro más profundo agradecimiento a Gina Parody. Las iniciativas de Gina Parody, fueron valientes y controversiales, generaron críticas justificadas e injustificadas y en cualquier caso pusieron a la calidad de la educación en la primera plana durante muchos meses de una forma que nunca antes se había visto. Ojalá los esfuerzos en la mayoría de estos programas tengan continuidad. Ojalá prime el interés general y la diversidad de oportunidades educativas pertinentes y de calidad a los jóvenes en todos los niveles educativos desde el grado cero hasta la educación terciaria incluyendo necesariamente la educación TyT. Esperamos que desde otros frentes Gina Parody siga trabajando por la igualdad de oportunidades en Colombia.
Realmente han hecho un artículo de literatura fantástica. Se puede ser partidario de un determinado enfoque de política, pero de ahí a hacer proselitismo con apariencia técnica hay una gran distancia. No se puede pensar que los lectores están tan faltos de información y tan carentes de criterio como para no estar en capacidad de diferenciar entre un artículo académico y con cierta objetividad y un texto de promoción y proselitismo interesado.
Los autores comienzan afirmando que el legado de la ministra se conocerá por su reconocimiento del «insumo docente». Se puede inferir que con esta expresión se refieren a una profesión, la profesión docente, y a unas personas, las maestras y maestros de Colombia. No se ha visto en la historia de Colombia una actitud en el MEN tan sorbebia y tan irrespetuosa de la profesión docente en un principio de la administración, para terminar en un entrega y una cesión a los reclamos sindicales con tal de dar por terminado un paro que se salió por completo de las manos.
En primer lugar faltan a la verdad al decir que el ministerio de educación y el sindicato en dos décadas no habían tenido conversaciones sobre el tema de la calidad de la educación. Olvidan acciones, muy criticables, si se quiere, como son la evaluación por competencias, los planes de mejoramiento, los estándares curriculares, etc., que pueden tener todos los aspectos complicados que se quiere, pero que se dieron en medio del dialogo del ministerio con el sindicato.Tampoco es cierto que la ex ministra Parody logró consolidar el estatuto del decreto 1278 del 2002 que introdujo formas de evaluación de los maestros.
Este estatuto se viene impone por el simple paso del tiempo, pues ya la mayoría de los maestros del país se encuentran vinculados a la planta docente a través de las condiciones que este nuevo escalafón impone. La ex ministra desvinculó la evaluación de los maestros de los procesos de mejora y de formación y no estableció ninguna relación entre la formación de maestros en ejercicio y las formas de evaluación. Prefirió pactar una pesudo evaluación en el que desempeño se reduce a apariencias y opiniones. Además con la introducción de la evaluación a través de vídeos inauguró un nuevo negocio: la producción de films para «descrestar», en los que los actores y a los alumnos actúan, o aparentan su ejercicio docente.
El proceso de acreditación impuesto a las facultades de educación y a las escuelas normales para los procesos de formación acabaron por completo con la autonomía universitaria u no reconocieron de manera los pocos, o muchos, acumulados de estas instituciones formadoras. A todos se las trató por igual, sin reconocer sus especificidades y su saber. Con una falta de valor civil no antes visto se prefirió no enfrentar a las facultades y normales que no han logrado una oferta de calidad y se volvió a arrancar de cero, como si el mundo de la formación docente fuera una creación desde la nada. Lo peor de esta intervención en la formación inicial fue la despedagogización de la profesión docente, al generar un gran desbalance entre la formación disciplinar y la formación pedagógica. Las facultades van abandonando el problema de la enseñanza, dado el énfasis que hace la acreditación en los temas de las diferentes disciplinas. ¿Cómo una política que desconoce la pedagogía puede reconocer el «insumo» docente.
Podría seguirse pero se puede hacer uno eterno. ¿Cómo defender unos derechos básicos de aprendizaje que no se consultaron, ni se trabajaron con las comunidades educativas, que no reconocen la autonomía escolar y que ni siquiera consultaron los procesos de los llamados estándares curriculares? Un currículo homogéneo para un país heterogéneo es injusto y no es equitativo?
¿Cómo defender una política de infraestructura en medio de la promoción de todo tipo de formas de privatización y sin mencionar las promesas de las jornadas únicas?
Convendría que quienes han sido asesores, o han sido contratistas de un determinada administración de un ministerio no posen de técnicos y de analistas desinteresados y escriban documentos alabando lo que ellos mismos han ayudado a construir.
Antes de leer el artículo les recomiendo que revisen los nombres de los acá firmantes y pregúntense cuántos no son docentes o egresados de la Universidad de los Andes, cuántos no son economistas y cuántos de ellos no tienen o tuvieron contratos honerosos en la administración de la doctora Parody. Si la respuesta es que más de dos de ellos no cumplen alguno de los dos anteriores criterios, los invito a leer este artículo. Personalmente me parece que este tipo de documentos hablan muy mal del supuesto rigor académico de un grupo de académicos no tan académicos y sí muy políticos o politiqueros que sería la acepción más precisa.
Increíble. La sociedad del mutuo elogio y de la autocomplacencia. Los poderosos contratistas del MEN en representación de los Andes y del Externado. Los consentidos de Gina. Los que sólo ven indicadores. Los que confunden educación con evaluación. Los que desdibujan la educación desde la todopoderosa economía. Los que hablan de los docentes como el problema docente. Los que se autodefinen como «académicos del sector educativo». Los que dicen saber cuál es el «correcto diseño e implementación» para corregir la educación. Los que gobiernan desde la «literatura especializada». Los que desde la economía y la ingeniería industrial acorralaron las políticas públicas.
Porqué no se habla de la cantidad de dinero que le ha ahorrado al gobierno cla negociación entre Fecode y Gina, muchos estamos estancados hace cinco años sin posibilidad de ascender a pesar de los títulos adquiridos.
Un constante problema en la educación colombiana es que está siendo orientada erróneamente por politiqueros, economistas, estadistas, hasta ingenieros que horror hay de todo menos auténticos pedagogos
Gracias por la entrada, la cual es muy rica en información sobre la gestión educativa reciente en Colombia. Sin embargo, quiero resaltar que la política es parte de la democracia, y es legítimo reemplazar un ministro por razones políticas, aun cuando su gestión técnica sea muy buena. Esta afirmación es de carácter general, pues yo no conozco las razones políticas a las que ustedes hacen referencia en el primer párrafo de la entrada. Creo yo que donde uno si debe ser firme es cuando las razones políticas llevan a un deterioro objetivo de la gestión. Esperemos que ese no sea el caso.
¡Qué tremendo cinismo! Una gestión no se califica por la favorabilidad de un pequeño grupo de amigos sino por la inmensa población que la rechazó. Estos son los recursos de muchos políticos que contradictoriamente se auto-elogian.
Un logro innegable es que los tiene a todos ustedes hablando de educación y de pedagogía asunto que se supone todos los que intervienen tienen muy claro.