Hoy quiero traer al debate alguna de las ideas de Estanislao Zuleta, quien fue un importante filosofo colombiano. Alejandro Gaviria, en su nuevo libro, el cual recomiendo, lo define correctamente como un liberal y un demócrata que no tuvo una mirada minimalista de estas concepciones, sino que fue ambicioso en el alcance de las mismas.
Zuleta pensaba que los liberales tenían una concepción minimalista y procedimental de la democracia. El, en cambio, insistió en la necesidad de una democracia deliberativa sobre la democracia participativa (ver también, entre otros, la obra de Albert Hirschman y Carlos Nino). Para Zuleta, la democracia implica diálogo. Ese diálogo requiere no solo dejar atrás todo dogmatismo, sino que también necesita empatía entre las partes.
Para Zuleta, una de las virtudes menos democráticas es la resignación mientras que una de las virtudes más democráticas es la esperanza. Esto lo llevó a escribir: “la sociedad colombiana no está polarizada. Hay organizaciones y grupos políticos que tratan de polarizar y llevar conflictos a posiciones extremas. Pero la población quiere la paz y la democracia y no la victoria de uno de los bandos.” En mi opinión, siempre que ese sea el caso, la democracia tiene chances de encontrar soluciones pacíficas a los problemas que enfrenten las sociedades en distinto tiempo y lugar.
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Nota del editor: Sebastian Galiani es Secretario de Política Económica de la Nación Argentina.