Las buenas instituciones son determinantes para el desarrollo. Un estado eficiente con entidades volcadas al servicio del ciudadano genera credibilidad en la sociedad. Esta columna describe la evolución de una institución pública del sistema pensional colombiano que inició sus operaciones hace menos de 4 años, en octubre de 2012, con un legado de ineficiencia enorme e incierto. A través de la eficiencia administrativa, y del trabajo armónico entre las entidades del estado, logró superar esa herencia nefasta, y, en una sociedad que en general desconfía del estado, ganarse la confianza de los ciudadanos.
Colpensiones, empresa pública, reemplazó desde octubre del 2012 al Instituto de Seguros Sociales (ISS) como administradora del Régimen de Prima Media (RPM) con Prestación Definida (es decir, un régimen de Pay-as-you-go). El ISS fue liquidado, entre otros factores, por su ineficiencia. En el momento de abrir las puertas, existía un cálculo estimado de 80 mil solicitudes represadas en el ISS. Sin embargo, llegaron ser cerca de 350 mil personas las estaban esperando una respuesta del ISS, y muchas de ellas durante décadas.
La constitución de 1991 creó una figura institucional a través de la cuál la corte constitucional interviene en las políticas públicas cuando su desempeño es crítico e incluye una violación masiva de derechos de los ciudadanos: el Estado de Cosas Inconstitucional. Frente a la herencia enorme e incierta, y en muchos casos ya judicializada, Colpensiones solicitó apoyo a la Corte Constitucional. En julio 2013, 10 meses después de entrar en operación, la Corte Constitucional declaró el Estado de Cosas Inconstitucional en la transición del ISS a Colpensiones. Esta figura institucional ha sido usada pocas veces en Colombia (en 6 ocasiones), y hasta el momento ningún Estado de Cosas Inconstitucional había sido declarado superado por la Corte.
A través de un seguimiento estricto, con informes mensuales, la Corte monitoreó el desempeño de la Colpensiones. Por su parte, Colpensiones, inició una serie de acciones enfocadas en una administración pública orientada a resultados, y en innovación permanente en la gerencia. Adicionalmente, buscó el trabajo armónico con los organismos de vigilancia y control que hacen parte del esquema de chequeo y balance del poder ejecutivo colombiano: la Contraloría General de la Nación, la Procuraduría General de la República, la Superintendencia Financiera de Colombia, la Defensoría del Pueblo.
Luego de 2 años y 8 meses, la Corte declaró superado este Estado de Cosas Inconstitucional. Colpensiones ya responde con oportunidad y calidad las solicitudes de los ciudadanos. Con el mismo presupuesto y menos trabajadores de los que tenía el extinto ISS, Colpensiones ha resuelto más de 1 millón 500 mil solicitudes de ciudadanos colombianos. Así, le ha ahorrado al Estado dos años y medio de administración del régimen público de pensiones. Además, si hubiese sido el ISS, más de medio millón de personas estaría esperando una respuesta. Colpensiones es un buen ejemplo de que entidades públicas serias y transparentes pueden ser eficientes.
Está muy bien que se examine la eficiencia del sistema público. Por lo mismo, extraña que no se examine la eficiencia del sistema de administración privada, el de las AFP: aparte de lo puesto en el fondo de solidaridad pensional, 1) es competitiva la prima del seguro? 2) Cada peso que se pone en la subcuenta individual, ¿recibe rendimientos superiores o al menos iguales a los de un portafolio indexado de referencia? ¿o hay un lastre, y de cuánto es?