Pobreza y niñez: la película

Esta nota fue la base de la charla  de Andy Neumeyer en ocasión de la celebración por la inauguración del nuevo edificio de la Universidad Di Tella (Presentacion). Aquí pueden ver la contribución de José Luis Machinea.  El tema del panel era  “Argentina: ¿Dónde estamos? ¿A dónde vamos?».  Retomamos el tema de pobreza y niñez que ya tocamos en las entradas Una vida por 1000 pesos, La educación y la distribución del ingreso de los niños, La mala educación y Apagón educativo. La novedad de esta nota es ver los datos desde 1974 y ver la desigualdad educativa.

Uno de los ingredientes vitales para tener una sociedad rica es el capital humano de su población. Los países que  experimentaron un rápido crecimiento en el siglo veinte lo hicieron mientras que los años de escolaridad medios de su población y la calidad educativa también mejoraron. Saber en qué dirección va la causalidad es tan fácil como responder a la pregunta «¿qué viene primero, el huevo o la gallina?». A pesar de ello, es claro que no puede haber uno sin el otro.

Cuando me pregunto en qué dirección va encaminado nuestro país, miro la distribución del ingreso de los niños y la probabilidad de que, en la Argentina, un niño proveniente de un sector económico desfavorecido reciba una buena educación.

En 2012 el 45% de la población urbana menor a  cinco años vive en hogares que se encuentran en el 20% de abajo en la distribución del ingreso, con un ingreso per cápita del hogar menor a AR$20 pesos (USD 3) diarios. Un cuarto de los niños se encuentran el quintil siguiente con un ingreso de AR$40 diarios. En otras palabras, dos tercios de los niños argentinos crecen en hogares de bajos ingresos. Otra característica de estos hogares es el bajo nivel educativo de los mayores en el hogar, que apenas excede la educación primaria. Esta es la foto que mostramos en la nota La Educacion y la Distribución del Ingreso de los Niños. ¿Cómo cambiaron estas estadísticas en los últimos 40 años?

En 1974 la Argentina comenzó a medir sistemáticamente la distribución del ingreso a través de la encuesta permanente de hogares. Vamos a usar estas encuestas para tener una idea de la evolución de la fracción de niños menores a cinco años que crecieron en familias socioeconomicamente desfavorecidas. Primero veamos cuantos chicos pertenecientes a familias cuyo ingreso es menor a la mitad del ingreso medio de la muestra había en cada año. Esto equivaldria a niños en hogares con ingresos menores a AR$20 diarios en 2011. Esta película nos dice que la fracción de niños en hogares muy vulnerables (ingreso de su hogar menor a la mitad del promedio) mas que se duplicó entre 1974, cuando 31% de los niños estaba en este grupo, y el máximo histórico de 67% en 2003. Aún en el pico del ingreso por habitante, en 1998, el 59% de los niños vivía en hogares muy pobres.  La mejora entre el 2003 y el 2011 es notable, ya que en 2011 “solo”el 49% de los niños estaba en esta categoría. Cuando vemos el grupo mas amplio que incluye niños de menos de cinco años en hogares con un ingreso del 75% del promedio (este número en 2011 ara AR$42 diarios) la película es más dramática y menos esperanzadora. Empezamos en 1974 con un 60% de los niños en esta categoría y llegamos a 1998 con un 76% de los niños en la misma. Este número permanece bastante constante hasta 2003 y con la recuperación económica cae al 69% en 2011. No podemos hablar de un final feliz. La película es mucho peor que la foto.

Distribución del Ingreso de los Niños: 1974-2011

Esta historia no sería muy grave si viviesemos en un país con igualdad de oportunidades, en el que la educación de un niño pobre fuese igual a la de un niño rico.  Para ver dónde estamos en esta dimensión, veamos cuál es la probabilidad de que un niño de un sector socio economico vulnerable haya logrado habilidades cognitivas básicas en pruebas que rinden chicos de 15 años (PISA 2009)[1].  Mientras que solo un 27% de los estudiantes provenientes del cuartil más pobre del ingreso paso esta barra, para el cuartil más rico la proporción fue del 77%. Las diferencias educativas entre ricos y pobres son  significativas, especialmente si tenemos en cuenta que los chicos de hogares pobres que están en la escuela a los 15 años están mucho más seleccionados que los de los hogares ricos. Como comparación en la región, en Chile y en Costa Rica más de la mitad de los niños que rinden las pruebas PISA (2009) y provienen del cuartil más pobre del ingreso tienen habilidades cognitivas básicas.

Mi conclusión luego de ver estos números es que tenemos que dedicarle mucho esfuerzo a pensar en cómo hacer para cambiar nuestro sistema educativo y darle una chance a estos chicos para que tengan una mejor vida en la sociedad del conocimiento del siglo veintiuno.  Estos son los chicos que van a trabajar y votar mañana.


[1] Fuente: María Soledad Bos, Carlos Rondón Moreno,  Mariel Elizabeth Schwartz ¿Qué tan desiguales son los aprendizajes en América Latina y el Caribe?, Documento de Trabajo, BID, 2012