El Sector Informal en el Análisis de la Política Monetaria: La Agenda Pendiente

Desde comienzos de los años noventa, con la adopción de los regímenes monetarios de metas de inflación, los bancos centrales de países emergentes enfrentaron nuevos retos y tareas. Por un lado se requiría sistematizar la conducción de la política monetaria a través de decisiones periódicas sobre la tasa de interés de referencia. La preparación de las reuniones de política monetaria en donde se toman esas decisiones llevó a fortalecer los mecanismos de recolección de información y su procesamiento por parte del staff. Asimismo se sistematizó la comunicación de las decisiones de los bancos centrales al público a través de los reportes de inflación, minutas de las reuniones, etc.

Modelos DSGE en los bancos centrales[i]

En ese proceso cobraron un papel importante el uso de modelos macroeconómicos, en especial los de tipo semi-estructural y estructural. En particular, los modelos dinámicos y estocásticos de equilibrio general (DSGE) ofrecen un marco teórico para disciplinar la discusión de política monetaria y su posterior comunicación. En ellos se hacen explícitos los choques que afectan la economía en un período determinado y los mecanismos de trasmisión de estos choques a las variables macroeconómicas, en particular a la inflación. Existe cierto debate acerca de la precisión de los pronósticos de los modelos DSGE, comparados por ejemplo con los pronósticos de modelos econométricos de series de tiempo. Sin embargo, los modelos puramente estadísticos son claramente inferiores al momento de identificar mecanismos de transmisión y permitir contar «historias» basadas en la teoría económica.

Una ventaja que ha permitido la difusión de los modelos DSGEA en los bancos centrales de la región es la existencia de un modelo canónico establecido[ii] y un instrumental computacional ya desarrollado para la implementación, solución y estimación de este tipo de modelos. Incluso sin necesidad de contar con un grupo numeroso de economistas senior, un reducido número de analistas entusiastas pueden aprender estas técnicas y crear un primer prototipo. Existe también una importante comunidad internacional de expertos y una serie de seminarios y cursos itinerantes (como los de Larry Christiano, o los del instituto PIER en Penn) que facilitan este aprendizaje.

Pero la utilidad del modelo canónico en economías emergentes es limitada. Existen factores estructurales de estas economías que determinan cuales son los choques relevantes e influyen en los mecanismos de transmisión. Por ello distintos bancos centrales han adaptado sus modelos para incorporar características propias, como el rol de los commodities(Chile), el traspaso de precios de bienes importados (Colombia) o la dolarización de precios (Perú), por citar tan solo algunos ejemplos. Sin embargo, un tema pendiente en la agenda de los bancos centrales de la región es el incorporar en los modelos aspectos relevantes del mercado de trabajo, como la presencia del sector informal y el bajo apego a la fuerza de trabajo.

El sector informal y la política monetaria

Como ya ha sido estudiado ampliamente, la presencia de un sector informal en el mercado de trabajo afecta no solo el empleo y la productividad promedios de la economía, sino también el ajuste de la economía en el corto plazo frente a choques domésticos y externos. [iii]Una dimensión de la informalidad que ha sido menos estudiada es su impacto sobre la formación de precios y la dinámica de la inflación.

Ante la presencia de fricciones laborales, el sector informal permite un ajuste más rápido del mercado de trabajo (aunque ese ajuste tenga un costo en términos de productividad). En comparación con el sector formal, que está sujeto a una mayor regulación en el empleo, costes de contratación más altos y relaciones laborales de mayor duración, el trabajo informal puede expandirse y contraerse a mayor velocidad en el margen. Por lo tanto, ante choques que afecten la demanda de trabajo podemos esperar en una economía con un sector informal grande una mayor respuesta del empleo y una menor respuesta de los salarios. Esto último implicaría, a través de los costos marginales promedio, que este tipo de choques generen una menor volatilidad de la inflación en presencia del sector informal.[iv]

Pero la informalidad no solo aporta flexibilidad al mercado laboral. Otra dimensión relevante para la política monetaria es la segmentación de los mercados financieros, que deja fuera del mercado de crédito formal a las empresas o trabajadores informales. Aunque no hay en los datos una dicotomía perfecta entre sector formal con acceso al crédito y sector informal excluido del mismo (así como tampoco hay una relación unívoca entre trabajadores informales y empresas informales), las diferencias son suficientemente grandes para concluir que cambios en la tasas de interés tendrán un efecto menor sobre el sector informal. En ese sentido, la presencia del sector informal podría limitar el canal de la tasa de interés de la política monetaria

En un articulo reciente [v], Enrique Alberola y yo revisamos el papel del sector informal en un régimen monetario de metas de inflación. En particular, nos enfocamos en la respuesta de la inflación ante distintos choques domésticos y en el mecanismo de transmisión de la política monetaria. Nuestro análisis contrapone en un modelo DSGEA las fricciones en el mercado laboral, en donde el sector informal puede brindar mayor flexibilidad, con las fricciones financieras, incluyendo la segmentación del mercado de crédito. El tamaño del sector informal es por supuesto endógeno en nuestro modelo, y responde ante los choques y las intervenciones de política monetaria.

Algunos resultados interesantes que obtenemos del modelo son que la presencia del sector informal: (i) reduce la volatilidad de la inflación ante choques de demanda o choques tecnológicos; (ii) amplifica la volatilidad de la inflación ante choques financieros, reflejados en el spread en tasas de interés; y (iii) reduce la eficacia de las intervenciones de política monetaria (entendidas como desviaciones no-anticipadas de una regla de Taylor) en términos de requerir un mayor sacrificio de producto para generar la misma caída en la inflación.

La agenda pendiente

Estos resultados son al menos provocativos y sugieren que, dependiendo de la naturaleza de los choques y la frecuencia de las intervenciones discrecionales, la informalidad puede afectar el funcionamiento de un régimen de metas de inflación. De ser así, los bancos centrales se beneficiarían de incorporar el sector informal en su análisis, enriqueciendo su arsenal de modelos. Mi impresión es que los departamentos de investigación de muchos bancos centrales de la región son conscientes de esta necesidad y la han añadido a su lista de proyectos pendientes.

Una limitación importante es en los datos. En países como México se sabe algo de la dinámica del empleo informal, pero muy poco sobre la dinámica de ingresos en dicho sector. En otros países de la región la información disponible sobre el sector informal es aún menor. Parte importante de la agenda pendiente es generar más y mejor información estadística que permita disciplinar los modelos y comprobar su relevancia empírica.

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[i] Esta parte de la discusión se alimentó de numerosas conversaciones con mis colegas del Banco de México, así como documentos públicos de los otros bancos centrales mencionados.

[ii] El modelo DSGEA canónico añade al modelo de ciclos económicos reales: (i) rigideces nominales, (ii) fricciones reales, como costes de ajuste en el capital y hábitos en el consumo y (iii) un conjunto de choques estocásticos de oferta y demanda. Las principales referencias son Christiano et al. (JPE, 2005) y Smets and Wouters (AER, 2007).

[iii] Pueden ver aquí un artículo anterior en este blog que escribí sobre este tema, basado en mi trabajo con Gustavo Leyva (Leyva y Urrutia. «Informality, Labor Regulation, and the Business Cycle», 2018). Otros trabajos que exploran el impacto del sector informal sobre los ciclos económicos son los de Restrepo Echevarría (EER, 2014) y Fernández y Meza (RED, 2015).

[iv] Castillo y Montoro (BCRP, 2010) exploran este mecanismo (al cual llaman el buffer effect de la informalidad) en un modelo DSGE con fricciones en el mercado de trabajo y trabajadores informales. Este es uno de los pocos trabajos existentes que relacionan directamente el sector informal con la política monetaria.

[v] Alberola y Urrutia, Does Informality make Monetary Policymaking easier (2018). El proyecto, aún en una etapa preliminar, se viene llevando a cabo en la Oficina de las Américas del Bank for International Settlements.