En el último cambio de gabinete se nombró un bi ministro de Vivienda y Urbanismo y de Bienes Nacionales. El propósito de esta designación presidencial sería integrar áreas de política pública que poseen significativa interrelación.
El Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) cumple un rol de ordenamiento territorial a nivel urbano. El Ministerio de Bienes Nacionales define políticas respecto al patrimonio público. Recientemente, el gobierno le ha asignado, además, la tarea de establecer criterios de ordenamiento del territorio, con el fin de abordar los múltiples conflictos en el desarrollo de inversiones productivas. El Minvu cuenta con diversos instrumentos jurídicos que le permiten cumplir con su rol de facilitar el ordenamiento urbano. Por ejemplo, mediante la aprobación de planes reguladores con el objeto de mitigar las externalidades negativas en el desarrollo de la ciudad. La integración del ordenamiento territorial con la política de vivienda es importante, no obstante, más importante aún son las políticas de transporte urbano. Supongo que el gobierno optó por incorporar Bienes Nacionales al Minvu, por una parte, por la continuidad que debería existir entre el ordenamiento territorial urbano con el interurbano, y por otra, por la posibilidad de desarrollar instrumentos de ordenamiento territorial interurbano que sean de carácter vinculante, al igual que los planos reguladores.
Un segundo ámbito en que se debe avanzar es en la integración ministerial de Obras Públicas y Transportes y la radicación en servicios desconcentrados de las actividades de provisión de infraestructura. En el ámbito de transporte existe una extrema segmentación de la política pública que introduce sesgos e incoherencias en las decisiones de inversión y regulación. Esto afecta, entre otros, la partición modal (carretero, ferroviario, cabotaje marítimo), con altos costos de eficiencia y ambientales.
El Ministerio de Obras Públicas (MOP) tiene como principal responsabilidad el planificar y definir la inversión en infraestructura de transporte terrestre interurbana, vías estructurales urbanas e infraestructura aeroportuaria. El Ministerio de Transportes planifica y define políticas para el transporte interurbano en los modos ferroviarios, puertos y cabotaje, y transporte aéreo. Además construye vías exclusivas para el transporte público urbano y planifica la expansión del metro.
En este contexto, es extremadamente difícil desarrollar infraestructura con una perspectiva multimodal, con el objeto de bajar los costos logísticos y hacer más eficiente el desplazamiento en las ciudades. La existencia de una entidad de planificación de transporte radicada en Mideplan facilitaba en algo la coordinación interministerial. Con su reciente integración a Transporte, ésta se hace muy difícil.
En este contexto, se debería abordar el desafío de integrar el sector transporte en su ámbito de política en un solo ministerio, integrando las funciones de planificación de transporte del MOP y las de Transportes y Minvu. Asimismo, transformar la actividad de provisión de servicios de infraestructura del MOP en servicios descentralizados de infraestructura, integrando capacidades que hoy están dispersas en Transporte, Serviu y MOP.
Los ministerios no construyen, sino definen políticas y normas. La planificación de transportes también puede ser un servicio altamente profesionalizado, que dependería del nuevo ministerio. Por su parte, los roles de fiscalización requieren de superintendencias con razonable autonomía. Esta propuesta es más ambiciosa que las interesantes propuestas que ha realizado el ministro de Transportes, no obstante tienen una base conceptual similar. Uno de los principales beneficios de esta propuesta, además de racionalizar las decisiones de inversión del sector, es enfatizar el perfil técnico de un ministro de Transportes y evitar que el MOP siga alimentando el populismo, con su carácter de botín político para promover candidaturas presidenciales.