Algo está pasando con la empleabilidad juvenil

Días antes de Navidad llamó la atención la muerte de dos jóvenes trabajadores de McDonalds. Dos años antes llamó también la atención la muerte de dos jóvenes en la zona comercial de Las Malvinas. La precariedad de las condiciones laborales, especialmente la de los jóvenes, ha sido objeto de discusión. Algo debe cambiar y hay que tomar acción. Pero para poder hacerlo apropiadamente es necesario tomar en cuenta lo que viene pasando: la empleabilidad de los jóvenes está entrando a un nuevo ciclo que aún no comprendemos del todo bien.

Desde hace cinco años se observa un cambio de tendencia en varios indicadores del desempeño laboral de los jóvenes. El de desempleo es probablemente el que mejor ilustra el punto. A partir de 2015 la tasa de desempleo de jóvenes (entre los 15 y 24 años) ha comenzado a subir, la de los adultos (de 25 años o más) se ha movido muy poco durante ese periodo.

En el grafico a continuación se muestran las series de desempleo, tanto para los adultos como para los jóvenes, pobres y no pobres. En comparación a las otras dos, la serie de desempleo de los adultos se ve estable. En la serie de desempleo para los jóvenes no pobres, si obviáramos el dato de desempleo de 2015, la serie temporal se ve también estable. No se puede decir lo mismo del desempleo de los jóvenes pobres. Desde 2013 se ve una tendencia al alza.

 

Perú: Tasa de desempleo, según grupo de edad y pobreza, 2006-2018

(Porcentaje)

Notas: Se considera a la población juvenil de 15 a 24 años y adultos de 25 a más años.

– La pobreza corresponde a la pobreza monetaria del hogar.

Fuente: INEI – Encuesta Nacional de Hogares sobre Condiciones de Vida y Pobreza, 2006-2018.

 

Son varias las voces que han venido afirmando que el problema de la empleabilidad de los jóvenes es resultado de la inmigración. Pero nótese que el aumento del desempleo de los jóvenes pobres es anterior al inicio de la migración venezolana en el país. Algo más se venía gestando antes de la migración. Aunque también es cierto que el flujo de venezolanos en el país ha tenido un impacto importante en nuestros mercados de trabajo.

Del 2016 en adelante se estima que ingresaron poco menos de un millón de personas, tres de cada cuatro de ellos en edad de trabajar. Además, la mayoría de ellos son jóvenes, potenciales desplazadores de los jóvenes locales en el empleo. Se estima que el flujo de nuevos trabajadores alcanza cerca de 7% de la PEA peruana. Si la economía no hubiera generado empleo y todos los migrantes se hubieran insertado al mercado de trabajo, el desempleo hubiera podido subir hasta siete puntos porcentuales. Esto no ha sucedido, lo cual es indicativo de otros movimientos que se vienen dando en los mercados de trabajo.

Por lo visto se ha estado generando empleo, pero ¿de qué calidad? Una de las críticas más comunes al flujo migratorio es que este ha desplazado laboralmente a los trabajadores locales. Dentro de esta argumentación se afirma que los trabajadores mirantes están dispuestos a trabajar por menores salarios. Esto ha debido llevar a una reducción de los salarios en la parta más baja de la distribución.

Una manera de medir este fenómeno es con el porcentaje de trabajadores dependientes (asalariados públicos, asalariados privados, y trabajadores del servicio doméstico) cuyos ingresos mensuales están por debajo de la remuneración mínima vital (RMV). Como puede notarse a continuación, tal porcentaje viene en aumento desde 2015, tanto para hombres como para mujeres.

Perú: PEA ocupada juvenil (15 a 24 años) dependiente con ingreso laboral menor a la remuneración mínima vital (RMV), según sexo, 2007-2018

(Porcentaje)

Notas: Se considera los valores de la RMV del año y mes correspondiente en cada periodo.

–  Para el cálculo de los ingresos, se excluye a los que no reportan ingresos sin ingresos, acorde al plan de recodificación del MTPE. Se considera dependientes a los asalariados y trabajadores del hogar.

–  Se consideran los ingresos monetarios por trabajo de la ocupación principal.

Fuente: INEI – Encuesta Nacional de Hogares sobre Condiciones de Vida y Pobreza, 2007-2018.

 

Seis de cada diez jóvenes reciben salarios inferiores a lo que la ley estipula como lo mínimo. Esto podría deberse a que los jóvenes tienden a trabajar a tiempo parcial en mayor medida que los adultos (y también, los jóvenes hacen menos sobretiempos que los adultos). Esto es cierto, más de un tercio de los jóvenes trabaja a tiempo parcial, pero la tendencia de los últimos años parece no ser suficiente para explicar los grandes cambios que estamos viendo los ingresos de los jóvenes.

 

Perú: Porcentaje de trabajadores con jornadas a tiempo parcial y sobretiempo, según grupo de edad, 2015-2018

(Porcentaje)

Notas: Se considera a la población juvenil de 15 a 24 años y adultos de 25 a más años.

Fuente: INEI – Encuesta Nacional de Hogares sobre Condiciones de Vida y Pobreza, 2015-2018.

 

 

Esto va en línea con la hipótesis de la migración. Pero hay piezas en este rompecabezas que no cuadran del todo bien. Para esto, vale la pena anotar también que los ingresos laborales de los trabajadores independientes sin trabajadores a su cargo han seguido el mismo patrón, especialmente entre los hombres.

 

Perú: PEA ocupada juvenil (15 a 24 años) independiente con ingreso laboral menor a la remuneración mínima vital (RMV), según sexo, 2007-2018

(Porcentaje)

Notas: Se considera los valores de la RMV del año y mes correspondiente en cada periodo.

–  Para el cálculo de los ingresos, se excluye a los que no reportan ingresos sin ingresos, acorde al plan de recodificación del MTPE.

–  Se consideran los ingresos monetarios por trabajo de la ocupación principal.

Fuente: INEI – Encuesta Nacional de Hogares sobre Condiciones de Vida y Pobreza, 2007-2018.

 

Esta evidencia resulta más difícil de atribuir a la migración. Es muy probable que los cambios en la tendencia de la empleabilidad juvenil estén también vinculados a otros fenómenos económicos recientes. El fin del ciclo de las materias primas, el aumento de provisión privada de servicios educativos de baja calidad, y el crecimiento de plataformas digitales de empleo son algunos de los causantes que deberían explorarse.

Mientras tanto, este indicador sobre el porcentaje de trabajadores con ingresos por debajo de la RMV merece mayor atención. Su repunte es preocupante, tanto por su elevado nivel como por su tendencia al alza. Los ingresos laborales en la cola más baja de la distribución se están acumulando cada vez más por debajo de la RMV. Esto muy probablemente se verá reflejado en la serie de la tasa de pobreza.