Espejito, espejito, ¿Quién es más rico?

Desde hace un tiempo, la ciencia ficción imagina tecnologías futuristas en el que todos podemos ver lo que hacen los demás. Pero, como dirían Los Redondos, el futuro llegó hace rato. Por ejemplo, las redes sociales ya permiten que las personas revelen detalles sobre sus hobbies, familias, vacaciones y hasta lo que comen. Este cambio tecnológico también ha provocado un debate político: ¿deberían los gobiernos sumarse a esta tendencia? Por ejemplo, ¿deberían los gobiernos divulgar información sobre los ingresos de los ciudadanos?

Transparencia impositiva en Noruega

Para comprender cuáles pueden ser las consecuencias de la transparencia, es útil analizar la experiencia de uno de los pioneros en este ámbito: Noruega. Los registros impositivos han sido públicos en Noruega desde el siglo XIX, pero no siempre han sido fácilmente accesibles. Antes de 2001, los noruegos tenían que hacer una solicitud formal en persona en una agencia tributaria para acceder a los datos impositivos de otros individuos. En el otoño de 2001, los medios de comunicación de Noruega digitalizaron la información impositiva y crearon sitios web que le permitieron a cualquier individuo con acceso a Internet explorar los datos impositivos de manera fácil y sin esfuerzo. Por ejemplo, podías realizar una búsqueda de un nombre en particular, y en cuestión de segundos ver información como, por ejemplo, el ingreso de ese individuo o cuánto pagó en impuestos. Estos buscadores de ingresos se hicieron enormemente populares de inmediato.

En la siguiente década, los noruegos participaron en un intenso debate sobre si los registros impositivos deberían estar disponibles en Internet. Un debate similar tuvo lugar en otros países escandinavos: Suecia, Islandia y Finlandia. Estos otros países también tenían leyes que hacían públicos los registros impositivos y, por lo tanto, tuvieron que decidir si dejar que esta información esté disponible en Internet.

En Noruega, no había consenso sobre si la transparencia era buena o mala. Los noruegos no se ponían de acuerdo sobre cuáles eran los efectos de la transparencia. Algunos partidarios de la transparencia argumentaron que los registros públicos podrían servir para disuadir a políticos corruptos y evasores de impuestos. Por el otro lado, los detractores de la transparencia argumentaban que los registros impositivos se utilizarían de manera indeseable, por ejemplo, para chismear sobre los ingresos de amigos, parientes y vecinos. Hasta ahora, la evidencia al respecto estaba basada puramente en anécdotas. En este post voy a compartir los resultados de uno de mis artículos de investigación, donde doy evidencia cuantitativa al respecto.

Resultados del estudio

La Figura 1 muestra una captura de pantalla de uno de los sitios web que permitieron a los noruegos explorar los registros impositivos. Estos sitios eran muy fáciles de usar. Por ejemplo, uno podía poner el nombre de cualquier persona y ver cuánto ganaba. Se podía buscar a parientes, vecinos, compañeros de secundario, ex-novios, ex-novias, lo que uno quisiese.

Figura 1: Ejemplo de un sitio web para buscar ingresos

Fuente: Snapshot of the website skattelister.no as of 16 June 2010, downloaded from web.archive.org.

 

En mi investigación muestro que, en lugar de usar los registros impositivos para servir el interés público (por ejemplo, para monitorear corrupción o evasión impositiva), la mayoría de los visitantes usaron estos sitios web para espiar a amigos, familiares y otros contactos sociales. Este comportamiento se volvió tan generalizado que los medios de comunicación noruegos acuñaron un nuevo término: «pornografía impositiva». Esto quizás se ilustra mejor con algunas de las herramientas utilizadas para examinar los registros impositivos. Una de esas herramientas era una aplicación para teléfonos inteligentes que permitía poner tu usuario y contraseña de Facebook. Luego cruzaba los datos de tus amigos de Facebook contra los datos impositivos y creaba automáticamente rankings mostrando cuales de tus amigos ganaban más plata y cuáles ganaban menos (ver por ejemplo la Figura 2). Otra aplicación te permitía hacer click en un mapa, y luego mostraba los ingresos de todas las personas que vivían alrededor de esa ubicación.

Figura 2: Ejemplo de una aplicación para comparar ingresos entre tus amigos de Facebook

Fuente: “Nå får du skattesøk på iPhone,” Dagbladet, 15 de Octubre de 2009.

 

Los datos de una encuesta de 2007  indican que el 40% de los adultos noruegos utilizaba este tipo de sitios web. Para poner este número en perspectiva, más de una década más tarde, ninguna red social excepto Facebook ha alcanzado esta tasa de penetración. Por ejemplo, en 2019 el 35% de los adultos estadounidenses usa Instagram, el 25% usa LinkedIn y solo el 24% usa Twitter.

Un potencial problema es que los  individuos más pobres podrían estar perdiendo en este juego de comparaciones de ingresos. Por ejemplo, podrían descubrir que son más pobres de lo que pensaban, disminuyendo su autoestima. Si sus conocidos descubren esa información, podrían avergonzarse. Por el contrario, los noruegos más ricos probablemente salgan favorecidos por las comparaciones de ingresos. Descubrirían que son más ricos de lo que pensaban, aumentan su autoestima y, además, pueden estar orgullosos de que sus conocidos se enteran de cuán ricos son.

Para evaluar esta hipótesis, mido el efecto de la transparencia del ingreso en la relación felicidad-ingreso – es decir, el gradiente entre el bienestar subjetivo de los individuos y su posición en la distribución del ingreso. Utilizo datos de encuestas de Noruega de 1985 a 2013 que incluyen las dos medidas de bienestar subjetivo más utilizadas: la felicidad y la satisfacción con la vida.

Consistente la hipótesis, encuentro que el aumento en la transparencia de los ingresos de 2001 causó un aumento del 29% en la relación felicidad-ingresos (valor p de 0,005) y un aumento del 21% en la relación satisfacción-ingresos (valor p de 0,026).

Para argumentar que el cambio en la relación felicidad-ingresos fue causado por el aumento en la transparencia de los ingresos de 2001, utilizo distintas estrategias. Primero,  un estudio de eventos (“event-study analysis,” como se lo conoce en inglés). Ese análisis indica que la relación felicidad-ingresos se mantuvo constante en los años anteriores al cambio de transparencia, aumentó en 2001 y persistió a ese nivel más alto durante los 12 años de mayor transparencia.

En segundo lugar, utilizo las características demográficas de los individuos (edad, educación, etc.) para identificar a las personas con mayor acceso a Internet. Estas deberían ser las personas más expuestas a los efectos de los sitios web impositivos. Como se muestra en la Figura 3, la relación felicidad-ingreso se mantuvo en el nivel anterior a 2001 para las personas con menor acceso a Internet, pero aumentó para las personas con mayor acceso a Internet.

Figura 3: Evolución de la Relación entre Felicidad e Ingreso

Fuente: Perez-Truglia, Ricardo (2019), “The Effects of Income Transparency on Well-Being: Evidence from a Natural Experiment,” NBER Working Paper No. 25622.

 

También presento un test de falsificación: reproduzco el análisis utilizando datos similares para Alemania, un país que no se vio afectado por el cambio en la transparencia de los ingresos. El análisis muestra que la relación felicidad-ingreso se mantuvo estable en Alemania desde 1985 hasta 2013, tanto en la población en general como en las subpoblaciones de individuos con mayor y menor acceso a Internet.

Nuestra evidencia es consistente con otros estudios de la relación entre el ingreso y el bienestar subjetivo. Nuestra evidencia también es consistente con las anécdotas reportadas en los diarios noruegos. Por ejemplo, los adultos de bajos ingresos declaraban estar avergonzados por ser expuestos en los sitios web impositivos. Y hasta hay anécdotas de niños de hogares más pobres que fueron acosados ​​ por compañeros de colegio que usaban los sitios web impositivos. Nuestros hallazgos también están en línea con los datos de una encuesta que indican que, en comparación con los  más ricos, los individuos más pobres se oponían más a la transparencia de ingresos.

Lecciones para el Futuro

El debate sobre la transparencia va mucho más allá de la divulgación de los registros impositivos. Los gobiernos de todo el mundo divulgan todo tipo de información confidencial, como los salarios de los empleados públicos, donaciones a políticos, y las identidades de criminales y deudores impositivos. Las organizaciones privadas también pueden divulgar información que puede tener efectos sociales, por ejemplo, las empresas pueden divulgar los salarios de sus empleados.

Nuestros hallazgos sugieren que es importante medir los efectos de la transparencia en el bienestar, y que esos efectos deberían tenerse en cuenta en el análisis de costo-beneficio. Sin embargo, eso no implica que la transparencia debería evitarse. Más bien, deberíamos encontrar formas alternativas de divulgar información que mitigue las consecuencias adversas.

Por ejemplo, el gobierno noruego decidió que, a partir de 2014, las búsquedas de registros impositivos no fueran anónimas. Específicamente, cualquier persona podría usar un sitio web para identificar quién había mirado su ingreso. La idea era que las personas dejarían de usar el sitio web para chismear si otros podían enterarse. El cambio de política fue efectivo: el número de búsquedas en el sitio web se redujo en un 88% después de que las búsquedas no fueran anónimas. La cantidad de usuarios que ingresaron al sitio web no disminuyó mucho, pero en lugar de buscar los ingresos de otra persona, la mayoría de los usuarios ingresaron para averiguar quién estaba buscándolos a ellos.

No obstante, las búsquedas no anónimas aún podrían desalentar usos legítimos de la información. Por ello, una posible estrategia es que los gobiernos complementen las búsquedas no anónimas con acceso a otras herramientas. Por ejemplo, los estados de Estados Unidos listan en Internet los salarios de todos los empleados públicos, incluyendo nombres completos. En su lugar, podrían ofrecer datos agregados como salarios promedio o rangos salariales por posición y organización. Estos datos agregados pueden proporcionar la mayor parte de la información que las personas necesitan para tomar decisiones, pero evitando los efectos dañinos en el bienestar de los empleados que ganan menos.