[1]Por Omar Corredor y Darwin Cortés
En los últimos años, el Programa de Alimentación Escolar (PAE) ha recibido la atención de los medios de comunicación por diferentes escándalos asociados a problemas de corrupción en diferentes partes del país. Revisando las estadísticas de tendencias de búsquedas en google los picos más fuertes de los últimos años corresponde a la denuncia de una profesora de abril de 2016 en la que deja en evidencia el engaño del operador de un colegio en Aguachica, César. Más recientemente, a finales del año pasado y principios de este, el escándalo de corrupción en Cartagena y en Santander marcaron los puntos más altos de búsquedas en internet sobre el tema, a nivel nacional.
El 19 de septiembre de este año el gobierno nacional del presidente Duque lanzó la nueva estructura del PAE, en un evento en el que no solamente estaba la ministra de educación (entidad nacional encargada del programa), sino también el fiscal general, el procurador, el contralor y el defensor del pueblo. La propuesta tiene cuatro temas centrales: aumentar los recursos destinados al PAE, hacer procesos de contratación más transparentes, mejorar la calidad y aumentar la cobertura.
En nuestro trabajo analizamos una base de datos del Departamento Nacional de Planeación que tiene datos muy interesantes sobre 3173 beneficiarios del PAE, sus familias; características de los operadores del PAE y los municipios en los que están. En el trabajo se analizan las relaciones entre la inasistencia escolar en el último mes, el tipo de contratación (directa o por convocatoria pública) y la capacidad de gestión de los municipios. Se estiman las correlaciones o asociaciones entre esas variables, así que los hallazgos no tienen una interpretación causal. Sin embargo, sugieren relaciones interesantes.
Tabla 1. Inasistencia escolar
[1] Esta entrada está elaborada con base en un trabajo con Omar Corredor que fue presentado como trabajo de tesis de maestría MEPP de la facultad de economía del rosario.
En la tabla 1 se reportan estos resultados. La contratación directa (en comparación con la convocatoria pública[2]) está asociada a una mayor prevalencia de inasistencia escolar, en particular, por razones de enfermedad. Esta correlación se atenúa cuando el municipio tiene una mayor capacidad de gestión. Esta relación es robusta a controles del menor y su familia (educación de la madre, identificación étnica, genero, edad y si recibe otro programa), características del operador (número de sedes que atiende, número de visitas recibidas, si tiene comité de rendición de cuentas, y el lugar donde compra los alimentos) y efectos fijos de municipio.
¿Qué puede explicar que los beneficiarios del PAE que reciben la alimentación de operadores contratados de forma directa se enfermen más? La Tabla 2 reporta otra serie de correlaciones adicionales que sugieren varias hipótesis interesantes.
Tabla 2. Rendición de cuentas y tipo de alimentos
Al indagar sobre el tipo de alimentos recibidos por los beneficiarios del PAE se encuentra que los operadores contratados de manera directa (en comparación con aquellos de convocatoria pública) privilegian los alimentos de origen industrial en sus menús en detrimento de los alimentos preparados en el sitio. De nuevo estas relaciones se atenúan con la capacidad de gestión de los municipios: los operadores contratados de forma directa en municipios con mayor capacidad de gestión ofrecen más frecuentemente alimentos preparados en sitio y menos industrializados. No tenemos información de las minutas, ni de las características nutricionales de los alimentos recibidos, pero esta correlación parece sugerir que los alimentos recibidos de origen industrial no están nutriendo de igual forma a los niños beneficiarios al punto que se enferman más.
Además, y de manera consistente con lo dicho, a los niños que reciben la alimentación de operadores contratados de forma directa les gusta más los alimentos que les dan y las familias se quejan menos de la alimentación que reciben (la magnitud es negativa pero no es significativa). Esto tiene consecuencias importantes sobre el diseño de la rendición de cuentas del programa. Es bastante probable que esquemas basados en la opinión de los niños o sus familias fracasen en la detección de menús bajos en nutrientes. En este sentido, es bienvenida la iniciativa del gobierno Duque de involucrar instituciones técnicas como el INVIMA al análisis de la calidad de los alimentos que ofrece el PAE.
Para terminar, queremos dejar el mensaje de que la efectividad de las modalidades de contratación de un programa como el PAE depende sustancialmente de la capacidad estatal local. No necesariamente la contratación directa nos lleva a peores resultados. En esto la capacidad y fortaleza institucional de los municipios tiene un rol. Los resultados sugieren que el MEN puede concentrar sus esfuerzos de seguimiento en los municipios con mayores debilidades institucionales y que un mayor involucramiento de las familias (y los profesores) en el programa puede mejorar a la vez aspectos asociados a la calidad de los alimentos y la rendición de cuentas del programa.
[1] Esta entrada está elaborada con base en un trabajo con Omar Corredor que fue presentado como trabajo de tesis de maestría MEPP de la Facultad de Economía del Rosario.
[2] Se excluyen del análisis los beneficiarios cuyos operadores se contrataron por convenio interadministrativo porque el número de observaciones con esta modalidad en la muestra es pequeño.