El proyecto de periodismo científico, impulsado por dataMares (datamares.org), concluyó que los subsidios pesqueros en México alcanzaron los 2.5 millones de pesos diarios durante el periodo de 2008-2015 (http://interactivo.eluniversal.com.mx/2018/pesca-subsidios/). Solo el subsidio al combustible supuso casi 3 mil millones de pesos en el periodo mencionado.
La existencia de este tipo de subsidios afecta a la sostenibilidad de muchas de las pesquerías del mundo y es por eso por lo que investigadores como Cisneros-Montemayor, E. Sanjurjo, G. Munro, V. Hernández-Trejoy U. Sumailano han dudado en considerarlo un subsidio “malo” y “feo”.
No obstante, a pesar de que México está suscrito a la Ronda de Doha de la OMC — que prevé la eliminación o re-orientación de las subvenciones antes del 2020 — no parece que exista una agenda clara que garantice su eliminación.
Este no es un problema exclusivo de México, los gobiernos se resisten a eliminar los subsidios al combustible. Los efectos “distributivos” de los subsidios – el impacto sobre la desigualdad — se ha considerado una de las principales barreras para su eliminación.
En un trabajo conjunto con J García Cutrín, R. Prellezo y J. Sempere, construimos un modelo de equilibrio general con agentes heterogéneos para analizar los efectos redistributivos de eliminar los subsidios a la pesca (una actividad donde el riego individual de las inversiones no puede asegurarse).
Nuestras simulaciones, muestran que la eliminación de los subsidios puede aumentar la desigualdad cuando se considera que la productividad del recurso es independiente del tamaños de la biomasa (es decir, cuando la productividad de la industria es exógena). En este caso, la eliminación del subsidio supone una reducción de las rentas percibidas por los pescadores. La eliminación del subsidio es bueno para la conservación del recurso, pero los pescadores están peor.
Sin embargo, cuando tenemos en cuenta que la productividad de la industria es endógena, la reducción de los subsidios recupera la biomasa del recurso, aumenta los niveles de capturas sostenible, eleva los ingresos y el nivel de bienestar de los pescadores. El aumento de la productividad del recurso –que afecta a todos los pescadores por igual— estimula la inversión en barcos mas grandes y potentes reduciendo la desigualdad.
Por tanto, nuestros resultados sugieren que es posible eliminar y/o redirigir los subsidios pesqueros sin fuertes impactos redistributivos. No estamos condenados a mantener 2.5 millones de pesos diarios en subsidios que son “malos”, “feos” y regresivos!
Referencias
- A.M. Cisneros-Montemayor, E. Sanjurjo, G. Munro, V. Hernández-Trejo, U. Sumaila, (2016). Strategies and rationale for fishery subsidy reform, Mar. Policy 69: 229–236.
- J.M. Da-Rocha, J.García-Cutrín, R. Prellezo, J. Sempere (2017). The social cost of fishery subsidy reforms, Mar. Policy 83: 236–242.