En el segundo trimestre de 2016 el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) reestableció el relevamiento continuo de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) y con ello se reanudó la publicación de los principales indicadores del mercado de trabajo: las tasas de actividad, empleo y desempleo. Estos indicadores permiten caracterizar no solo la evolución en el tiempo de estas tasas a nivel agregado de los 31 aglomerados relevados por la EPH sino que también permiten la comparación de las mismas entre aglomerados o regiones del país. Usando estos indicadores se tiene una primera caracterización de las condiciones del mercado de trabajo urbano. En este post actualizo y complemento la medición de estos indicadores que hice anteriormente aquí.
Definiciones e Interpretación
La medición que utiliza el INDEC define a la tasa de actividad como el cociente entre la población económicamente activa (población empleada más población desempleada) y la población total de referencia de la encuesta. La tasa de empleo se define como el cociente entre la población empleada y la población total de referencia y la tasa de desempleo se construye tomando el cociente entre la población desempleada y la población económicamente activa.
A pesar de estar definidas como cocientes entre diferentes poblaciones, todas las tasas son estimaciones basadas en una muestra. Ninguno de los indicadores representa un parámetro poblacional, sino que son estimadores (variables aleatorias) que tienen un error muestral. Por ejemplo, para estimar la tasa de empleo se calcula el número total de empleados en la muestra y lo expande al total de la población utilizando los ponderadores de la encuesta. Para cada persona en la muestra, estos ponderadores expresan aproximadamente la cantidad de personas que representan en el total de la población urbana. Luego se calcula el número de personas en la muestra, se la expande de la misma manera y el cociente entre estas dos poblaciones, empleada y total, es la estimación de la tasa de empleo. Es importante notar que, si se tomara otra muestra representativa de la población, otro relevamiento de la EPH, el nuevo número total de empleados muy probablemente sea diferente del de la primera muestra y por lo tanto su expansión al total de la población también sería diferente. Esto significa que todas las tasas calculadas a partir de la EPH son variables aleatorias y sus valores no se pueden interpretar como si fueran parámetros poblacionales fijos. En la interpretación siempre hay que tomar en cuenta el error que hay en la estimación de las mismas. Por ejemplo, si la tasa de desempleo estimada para el segundo trimestre de 2016 es 9.3% y la estimada para el segundo trimestre de 2017 fue de 8.7% no se puede afirmar que la tasa de desempleo bajó sin considerar el error de estimación de ambas tasas. Ni el 9.3% ni el 8.7% son parámetros obtenidos a partir del análisis del total de la población, sino que son estimadores basados en las muestras de la EPH de esos segundos trimestres. Para poder establecer si la tasa de desempleo bajó entre el segundo trimestre de 2016 y el segundo de 2017 hay que utilizar algún procedimiento de inferencia estadística. El INDEC provee una forma intuitiva de hacer esto publicando los intervalos al 90% de confianza. Si uno observa los límites del intervalo de confianza para la tasa de desempleo del segundo trimestre de 2016 estos son 8.7% y 9.9%. Esto quiere decir que el valor poblacional de la tasa de desempleo se encuentra en ese rango con un 90% de probabilidad. Es decir que el estimador puntual de 9.3% es indistinguible, al 90% de probabilidad, de cualquier otro valor entre 8.7 y 9.9%. Lo mismo sucede con el intervalo de confianza de la tasa de desempleo para el segundo trimestre de 2017 cuyos límites están entre 8.2% y 9.2%. Como los intervalos de confianza se superponen al menos en una parte no es posible afirmar que la tasa de desempleo en Argentina haya caído entre esos dos trimestres sin profundizar este análisis. Una posibilidad es hacer es un contraste de hipótesis que tenga como hipótesis nula la igualdad de las tasas de desempleo poblacionales en los dos trimestres y como alternativa que la tasa de desempleo poblacional del segundo trimestre de 2017 es menor a la tasa del segundo trimestre de 2016. El valor de probabilidad del estadístico de contraste de este test no permite rechazar la hipótesis nula a niveles de significación estándar sugiriendo que la tasa de desempleo en la población no ha caído entre los dos trimestres. Este análisis se puede repetir para las otras dos tasas reportadas en los informes del mercado de trabajo. Tanto la tasa de empleo, como la de actividad se han mantenido estables entre los segundos trimestres de 2016 y 2017.
Una medición alternativa
Una definición alternativa de las tasas del mercado de trabajo es la que utiliza la OECD. La OECD define la tasa de actividad o participación en la fuerza de trabajo como el cociente entre la fuerza de trabajo (empleados y desempleados) y la población en edad de trabajar (todos aquellos que tienen entre 15 y 64 años). Con esta definición, la tasa de actividad es una medida del grado en el que la población en edad de trabajar está económicamente activa y de esta forma proporciona una indicación del tamaño relativo de la oferta de mano de obra disponible para la producción de bienes y servicios. La tasa de empleo se define como el porcentaje de la población en edad de trabajar que está empleada, mientras que la tasa de desempleo mide la proporción de personas económicamente activas (personas en la fuerza de trabajo) que está desempleada. Tanto la tasa de participación en la fuerza de trabajo como la tasa de empleo se definen sobre el grupo de personas entre 15 y 64 años como forma de mantener la comparabilidad a lo largo del tiempo y evitar los potenciales cambios en las proporciones de los diferentes grupos etarios de la población.
La Tasa de Actividad
La Figura 1 muestra la evolución de la tasa de actividad con la definición de la OECD. Como se observa en la figura, la tasa de actividad se ha mantenido relativamente estable entre 2016 y 2017. Los límites inferior y superior de los intervalos del 95% de confianza y el contraste de hipótesis sugieren que no existen diferencias estadísticamente significativas entre las tasas de actividad del segundo trimestre de 2016 y el segundo de 2017. Esto significa que entre estos dos trimestres se ha mantenido estable la oferta de mano de obra disponible para la producción de bienes y servicios en términos de la población en edad de trabajar en alrededor de 66%. Esta tasa de actividad es comparable con países como Bélgica, Chile y Costa Rica y es levemente más alta que la de Italia y México.
Figura 1. Evolución de la Tasa de Actividad
Fuente: elaboración propia sobre la base de las EPH de cada trimestre.
La Tasa de Empleo
La Figura 2 muestra la evolución de la tasa de empleo entre el segundo trimestre de 2016 y el segundo de 2017. Al igual que con la tasa de actividad los intervalos del 95% de confianza y el contraste de hipótesis sugieren que la tasa de empleo se ha mantenido estable entre el segundo trimestre de 2016 y el segundo de 2017 en alrededor del 60%. La tasa de empleo en el total de los aglomerados urbanos de Argentina tiene un nivel similar a la de España y México.
Figura 2. Evolución de la Tasa de Empleo
Fuente: elaboración propia sobre la base de las EPH de cada trimestre.
La Tasa de Desempleo
La Figura 3 muestra la evolución de la tasa de desempleo desde el segundo trimestre de 2016. Al igual que con las dos tasas anteriores, la tasa de desempleo muestra un comportamiento estable desde el restablecimiento del relevamiento de la EPH el año pasado. Los intervalos de confianza sugieren que esta tasa se mantiene por encima del 7% que sería, dada la estructura de la economía, la tasa de desempleo de largo plazo descripta en la entrada de Galiani y Ajzenman.
Figura 3. Evolución de la Tasa de Desempleo
Fuente: elaboración propia sobre la base de las EPH de cada trimestre.
Comentarios Finales
En esta entrada se describieron los datos correspondientes a tres de las principales tasas que describen el funcionamiento del mercado de trabajo en Argentina. Estas tasas se estimaron utilizando la definición de la OECD. En líneas generales las tres tasas muestran un comportamiento estable desde que se reanudó el relevamiento de la EPH en el segundo trimestre de 2016.