Por Andrés Gómez-Lobo
Como ya comenzó la campaña y están saliendo tantos comentarios absurdos sobre temas político-económicos, quisiera aportar a la discusión con algo más duro (datos). El gráfico que subo aquí, cortesía de Alejandro Micco, es muy simple: muestra en la línea azul el precio del cobre, que desde hace casi un siglo determina el monto de las arcas fiscales y nuestro crecimiento económico. Las barras rojas son el superávit o déficit del sector público. Una idea básica de finanzas públicas (y personales), que en Chile se institucionalizó con el nombre de «regla de superávit estructural», nos dice que cuando hay años de vacas gordas se debe ahorrar para los años de vacas flacas. Si ven, eso es justo lo que ocurrió durante el gobierno de Lagos y Bachelet; cuando el precio del cobre era bajo, el Estado gastó más que lo que recaudó (política anti-cíclica) pero con la recuperación del precio del cobre, el Estado ahorró (mediante un superávit) hasta la crisis del 2009 donde (correctamente) se volvió a gastar más. Ahora fíjense lo que pasa durante el actual gobierno. Han tenido años con un precio del cobre históricamente alto, y sin embargo no se ha ahorrado casi nada. Esto es irresponsable y un mal manejo de las finanzas públicas. Yo no soy de los que opina, como muchos, que este gobierno lo ha hecho todo mal, pero en cuanto a sus finanzas públicas han sido muy irresponsables. En general los gobiernos de derecha han sido más irresponsables fiscalmente (lo fue Reagan en los 80 y Bush la década pasada en EEUU). El problema es que si cae el precio del cobre, esto le deja una situación bastante delicada al futuro gobierno.
muy bueno
Falta considerar el impacto del terremoto de 2010 sobre las finanzas públicas (me parece hizo cambiar el objetivo de balance estructural, como había sucedido el año anterior para atender el impacto de la Gran Recesión). Justo ocurrió cuando Bachelet estaba terminando su gobierno. ¿Habría sido otro el impacto si la reemplazaba otro político de la Concertación? Difícil decirlo sin un análisis más profundo que este gráfico.
Saludos,
martín
Si bien se podría pensar que los mayores gastos de reconstrucción, como consecuencia del terremoto de febrero 2010, podrían explicar el nulo ahorro fiscal durante el actual gobierno ―a pesar de gozar de un precio del cobre históricamente alto― un análisis de las cifras revela que esto simplemente no es así.
Las cifras son las siguientes: el plan de reconstrucción presentado por el gobierno el año 2010 tenía un costo estimado de US$8.431 millones. De esto, US$2.920 millones provendría de una reasignación del presupuesto fiscal, por lo que no es un gasto fiscal adicional. Las declaraciones del propio gobierno señalaban que US$308 millones provendría de donaciones de privados, por lo que tampoco afecta el gasto fiscal. Así, en definitiva, en el peor de los casos el gasto fiscal por la reconstrucción aumentaría en cerca de US$5.000 millones en cuatro años.
Este es el plan, en la realidad se ha logrado ejecutar mucho menos de lo planificado. En el 2010 prácticamente no gasto nada en reconstrucción. Pero seamos generosos y supongamos que se ha gastado US$1.250 adicionales por año como consecuencia de la reconstrucción. El PIB del Chile en el 2011 era de US$ 280 mil millones, por lo que la cifra anterior representa menos del 0,5% del PIB por año y, como decía, es una cifra generosa.
Ahora si se mira el gráfico se puede observar que de acuerdo al precio del cobre, el superávit fiscal “responsable” debería ser por lo menos un 4% del PIB. Sin embargo, el superávit ha sido nulo en estos cuatro años (proyectando el 2013).
En resumen, la reconstrucción no explica el exceso de gasto del actual gobierno o explica una parte muy menor (menos del 0,5% del pIB). Más bien, la explicación tiene que ver con el aumento del gasto (por extensión del post-natal, eliminación del 7% a los jubilados, aumento en gasto en educación) sin el correspondiente ingreso tributario. De hecho, durante el actual gobierno se produjo una reducción relativa de impuestos.
El fenómeno, como quise enfatizar en mi primera nota, es que los gobiernos de derecha suelen ser irresponsables fiscalmente (como Reagan y Bush hijo). Aumentan el gasto (en defensa en el caso de EEUU) y bajan los impuestos por razones ideológicas y para aplacar a sus bases conservadoras (y ricas).
Hola,
Creo que el problema es en el calculo del ciclo que se realiza para el superávit/déficit estructural. En Chile, lo que cobra mayor importancia es la determinación del precio del cobre «histórico». Y para determinarlo usan el comportamiento del mismo en los 10 años previos y las proyecciones hacía 10 años.
A lo que voy es, hoy en día el precio del cobre puede estar normal si consideramos 10 años de precios altos de commodities, pero alto si consideramos 100.
Sería correcto modificar la formula? No hay que sacar de contexto que Chile es un país acreedor neto, si bien una leve modificación del mismo sería oportuna a los momentos actuales, no es tan necesaria como en la mayoría del mundo actual.
Si bien se podría pensar que los mayores gastos de reconstrucción, como consecuencia del terremoto de febrero 2010, podrían explicar el nulo ahorro fiscal durante el actual gobierno ―a pesar de gozar de un precio del cobre históricamente alto― un análisis de las cifras revela que esto simplemente no es así.
Las cifras son las siguientes: el plan de reconstrucción presentado por el gobierno el año 2010 tenía un costo estimado de US$8.431 millones. De esto, US$2.920 millones provendría de una reasignación del presupuesto fiscal, por lo que no es un gasto fiscal adicional. Las declaraciones del propio gobierno señalaban que US$308 millones provendría de donaciones de privados, por lo que tampoco afecta el gasto fiscal. Así, en definitiva, en el peor de los casos el gasto fiscal por la reconstrucción aumentaría en cerca de US$5.000 millones en cuatro años.
Este es el plan, en la realidad se ha logrado ejecutar mucho menos de lo planificado. En el 2010 prácticamente no gasto nada en reconstrucción. Pero seamos generosos y supongamos que se ha gastado US$1.250 adicionales por año como consecuencia de la reconstrucción. El PIB del Chile en el 2011 era de US$ 280 mil millones, por lo que la cifra anterior representa menos del 0,5% del PIB por año y, como decía, es una cifra generosa.
Ahora si se mira el gráfico se puede observar que de acuerdo al precio del cobre, el superávit fiscal “responsable” debería ser por lo menos un 4% del PIB. Sin embargo, el superávit ha sido nulo en estos cuatro años (proyectando el 2013).
En resumen, la reconstrucción no explica el exceso de gasto del actual gobierno o explica un porcentaje menor (menos de 0,5% del PIB). Más bien, la explicación tiene que ver con el aumento del gasto (por extensión del post-natal, eliminación del 7% a los jubilados, aumento en gasto en educación) sin el correspondiente ingreso tributario. De hecho, durante el actual gobierno se produjo una reducción relativa de impuestos.
El fenómeno, como quise enfatizar en mi primera nota, es que los gobiernos de derecha suelen ser irresponsables fiscalmente (como Reagan y Bush hijo). Aumentan el gasto (en defensa en el caso de EEUU) y bajan los impuestos por razones ideológicas y para aplacar a sus bases conservadoras (y ricas).
Bastante más preciso que el precio bruto del cobre sería usar el margen de operación. Los costos han subido mucho más que el precio en el periodo, y el margen se ha reducido significativamente.
Habría que poner junto con ésto el comportamiento del PIB vis-a-vis su potencial, no? Supongo que la regla de déficit estructural incluye también a esa variable. Si la economía está en parte baja del ciclo se gasta más y viceversa. Si es que aún considerando el ciclo económico el ahorro público sigue siendo bajo entonces no funciona bien la regla, o no es una regla en realidad ya que deja demasiado a discreción del gobierno en turno. Esto me parece clave para Latinoamérica en general, ya que Chile es ejemplo a seguir en éste aspecto.