Publicado por El Mercurio, 19 de agosto de 2012
El seminario que organizó el CEP sobre la encuesta Casen planteó preguntas inquietantes. Especialmente una: ¿hizo trampas el gobierno?
La encuesta Casen -explicó en el seminario el profesor Dante Contreras, director del Departamento de Economía de la Universidad de Chile- utilizó dos muestras. Una de ellas, la más numerosa, fue en el mes de noviembre. Ese mismo mes el gobierno distribuyó un bono de diez mil pesos por cada miembro de las familias más vulnerables.
Hasta ahí todo bien, ¿quién podría quejarse de que el gobierno incrementara el ingreso de los más pobres?, ¿acaso no hizo lo mismo Bachelet?
El problema -explicó el profesor Contreras- es que la encuesta Casen habría recogido ese bono sin anualizarlo. Es decir, a pesar de que se trataba de un bono de una sola vez, no se le dividió por doce para sacar la proporción correspondiente a noviembre, sino que todo se imputó a ese mes. El resultado, sugirió Contreras, es que el ingreso familiar creció artificialmente el mismo mes en que se impartía el cuestionario de la Casen.
A lo anterior -continuó el profesor, ante la atenta mirada de Arturo Fontaine, director del CEP- se suma el hecho, hasta ahora no explicado, que hubo dos muestras y no una como era habitual. Una muestra fue en octubre y la otra en noviembre, el mes del bono. Y hasta ahora no está claro de qué forma se sumaron o qué parte de cada una se tomó para el resultado final y por qué.
Y el error muestral -algo sencillo de calcular- todavía no se conoce.
Frente a la amable andanada del profesor Contreras, el ministro Lavín respondió con vaguedades. Que esto, que lo otro, que lo de más allá, que no había que politizar el análisis y cosas semejantes ¿Acaso -dijo Lavín en su defensa- se desconfiaba de la Cepal a cuyo cargo estaba la encuesta? En absoluto, sonrió el profesor Contreras. El diseño de la encuesta, las preguntas y la muestra, es decir las cosas que se estaban objetando, eran de autoría del gobierno. Y era raro que el Ministro no lo supiera.
Lavín forzó una sonrisa -más pareció una mueca de derrota o de impaciencia- y guardó silencio.
El seminario -que consta en un archivo audiovisual que el CEP puso a disposición del público en su sitio www.cepchile.cl- constituye, en los hechos, la acusación más feroz que se ha oído el último tiempo contra el gobierno. Diseñar la muestra y el cuestionario de la encuesta Casen para obtener buenos resultados en ella.
Con piedad y cautela, el profesor Contreras prefirió hablar de errores. Pero lo grave del asunto es que -de ser cierto lo que él relató en ese seminario del CEP- no pudo tratarse de errores. La interpretación más piadosa es que fue una negligencia grave. Y la negligencia grave -decía Andrés Bello- equivale al dolo: la intención positiva de engañar. En una frase: si lo dicho en ese seminario es cierto, entonces el gobierno hizo trampas y el Presidente mintió o le mintieron.
Las preguntas al Ministro Lavín -que con calma chicha y sonrisa permanente le hizo el profesor Contreras en el seminario- quedaron sin respuesta; aunque era muy fácil darles una. La pregunta más obvia se repitió una y otra vez: ¿se anualizó el bono que se pagó en noviembre? Bastaba, para responderla, decir sí o no. En vez de eso, se prefirió el silencio.
Esta semana el Presidente -al igual como lo había hecho el ministro Lavín- eludió responder esas graves objeciones. En cambio dijo que no hay que politizar el tema de la pobreza:
» …duele ver (que) la pobreza se transforma en un campo de batalla para las diferencias políticas»- prefirió decir, compungido.
Es cierto. Es doloroso.
Pero sería aún más doloroso (sobre todo para el ánimo y el alicaído prestigio del propio Piñera) que no se despejara de una vez la sospecha de haber manipulado la encuesta y que pese al tamaño de esa duda -planteada por un prestigioso profesor y hecha pública por el mismísimo CEP-se guarde silencio o se ensayen cantinfladas y, al final, se deje flotando la pregunta: ¿miente el Presidente? ¿hizo trampas el gobierno?