En colaboración con Santiago Afonso
El gobierno del Presidente Macri heredó un nivel de gasto público insostenible. Consolidado en los tres niveles de gobierno (nación, provincia y municipios), el mismo alcanzaba 42,2% del producto bruto interno (PBI) en 2015 (ver Figura 1). Este gasto, antes de la crisis de 2001-2002, era de 25,6% del PBI. Trepó desde entonces casi 17 puntos del producto. Algo así como agregar otro estado a la castigada economía argentina.
Figura 1:
Nota: Basado en el esquema de ahorro-inversión-financiamiento base caja Sector Público Nacional no Financiero, devengado administración pública provincial y municipios. Las transferencias de fondos entre niveles de gobierno se descuentan del nivel que las financia para ser incluidas en el que las ejecuta. El año 2017 está proyectado en función de la marcha de la ejecución del año.
Fuente: Ministerio de Hacienda.
La crisis de 2001, que duplicó la cantidad de pobres, apenas logró reducir el gasto primario consolidado en 3 puntos del producto. Sin embargo, esos ahorros se habían perdido hacia 2005-2006, y el gasto continuaría incrementándose hasta llegar a su máximo en 2015.
Es posible identificar tres grandes áreas que motorizaron el crecimiento del gasto: la masa de salarios pública (la cual creció 4,8 puntos del PIB desde 1998 – principalmente impulsado por las provincias), los beneficios previsionales (que crecieron 4,7 puntos del PBI dese 1998) y las transferencias a privados (que se incrementaron 5,0 puntos del PBI, de los cuales subsidios a servicios públicos representaron 3,6% del PIB). En contraste, la inversión pública casi no creció en el período (1,4 puntos del PBI) (ver Figura 2). Así, terminamos con un nivel de gasto primario que supera al de todos nuestros vecinos latinoamericanos, y se encuentra hasta 8 puntos porcentuales por sobre lo que se espera tenga un país con el nivel de PIB per cápita como el nuestro (ver Figura 3).
Figura 2:
Fuente: Ministerio de Hacienda
Figura 3:
Fuente: Ministerio de Hacienda y Fondo Monetario Internacional
Gradualmente, el gobierno del Presidente Macri busca estabilizar el nivel de gasto público a niveles razonables y sostenibles para un país con el nivel de desarrollo que tiene Argentina. Partiendo del pico alcanzado en 2015, este año, el gasto primario, se habrá reducido en casi 2 puntos del PIB (ver Figura 1). Esto se logró a pesar del fuerte incremento que tuvo durante el periodo el gasto en protección social por parte del Sector Público Nacional. La participación del mismo en el gasto primario nacional creció fuertemente mientras que los subsidios económicos fue el rubro que más peso perdió, tal como puede verse en la Tabla 1.
Tabla 1: Participación de distintos rubros del gasto en el gasto primario nacional
Hacia adelante, para seguir avanzando, además de hacer más eficiente el gasto público, modernizar el estado, y terminar de recortar los subsidios económicos, es necesario estabilizar el gasto público real. Para ello, durante 2017, la nación y las provincias negociaron y acordaron una nueva Ley de Responsabilidad Fiscal, la cual establece que el gasto primario corriente no podrá incrementarse por encima de la inflación (o, en provincias deficitarias o altamente endeudadas, no podrá hacerlo por encima del gasto primario), y que no se podrá incrementar el personal por encima del crecimiento de la población. De esa forma, el crecimiento de la economía permitirá ir bajando gradualmente el peso del gasto público en el PBI, creando el espacio fiscal para también poder bajar la presión tributaria y mejorar el sistema impositivo.
Suponiendo que el gasto primario se mantuviese constante en términos reales, algo más exigente que lo que demanda la Ley de Responsabilidad Fiscal, vemos en la Figura 4 que, hacia el fin del próximo mandato presidencial, el gasto publico primario consolidado habría bajado aproximadamente 10 puntos del producto, sin crisis alguna, algo inédito no solo en Argentina, sino muy poco frecuente a nivel mundial.
Figura 4:
Fuente: Ministerio de Hacienda
Este es un desafío muy importante para el país. De lograrlo, por primera vez en nuestra historia, superaríamos un proceso populista sin crisis económica ni política. No solo ello, sino que, para lograrlo, necesitamos crecer al tiempo que reducimos el peso del estado en la economía significativamente. Esto requiere también mejorar significativamente la eficiencia del estado. Para ello, nación, provincias y municipios deben continuar trabajando en acuerdos básicos como los que llevaron a acordar la LRF y el nuevo Consenso Fiscal legislados recientemente.
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Sebastian Galiani es Secretario de Política Económica de la Nación.
Santiago Afonso es Jefe de Gabinete de la Secretaría de Política Económica.
Galiani, aprovecho para felicitarte no solo por el post sino también por la conferencia de la LACEA. Salió excelente. Fue la mejor conferencia de LACEA ever. Me dicen que Lupo del BID no dejo venir a medio banco por tratar de joderte a vos, y parece que le salió mal.
Feliz 2018!!
Insider here. No sé cuánto es Lupo, pero si puedo confirmar que fue contra Jaitman y Galiani, y que lo implemento Luis Giorgo.
Muchachos: A nadie le interesa en este blog sus problemas internos. Nadie conoce a este Lupo o Gorgi. Conozco que en el BID resuelven sus disputas internas por los blogs, típico de una organización sin justicia… Pero acá venimos a discutir ideas, datos, etc. No los actos de políticos fracasados. Váyanse a uno de los tantos blogs suyos con estas tonterías –y si no tienen lectores, pregúntese por qué. Este blog es muy leído porque está realizado con IQ, sin plata. Ustedes saben que les sobra y que les falta…
Me solicitaron que modere estos mensajes. Decidí borrar dos adjetivos agresivos en un mensaje.
La verdad no me interiorice sobre quien vino y quien no del BID. Sé que Laura Jaitman no pudo venir pues ella presentaba un paper que hicimos junto a Federico Weischelbaum. Creo que Santiago Levy vino, pero la verdad, no lo recuerdo bien ahora. La conferencia salió muy bien.
Disculpa Galiani, pero esto parece bastante grave, ¿no? ¿Hay alguna investigación en curso? Obvio que no me refiero al comité de ética del BID que es una payasada absoluta, si no a alguna investigación llevada adelante por un órgano donde el banco no sea juez y parte.
Qué tal Sebastián,
¿Podré pedirte la serie de datos del Gasto Primario? Estoy haciendo la tesis para la Licenciatura en Economía (J. Baldrich como mentor) y me sería de gran utilidad contar con ella. Muchas gracias.
(jtotorua@gmail.com)
Estimados Sebastian y Santiago, este tema (sumado a la relevancia de su autor) creo que tiene una centralidad fundamental para el futuro de la economía argentina, por lo que creo que amerita su discusión en mayor profundidad a partir del intercambio de opiniones. Por ese motivo, escribí una réplica al post que acaba de ser publicada en El Economista. Les dejo el link: http://www.eleconomista.com.ar/2018-01-insostenible-gasto-publico/
Saludos cordiales.
Juan Manuel, leí tu nota y me parece excelente. «El gasto público es demasiado alto (insostenible)» Es una afirmación demasiado general, que luego se fundamenta con argumentos del tipo «el Estado ahoga la actividad privada» totalmente vagas. Dicho esto, coincido por supuesto en la necesidad de mejorar la eficiencia del gasto por ejemplo reduciendo subsidios innecesarios.
[…] [5] En: https://dev.focoeconomico.org/2017/12/23/gasto-publico-en-argentina-1993-2017/ […]
Se sabe que % de PBI se gasta en Planes Sociales, Cuanto en Educación, etc? Osea en que se decide gastar los ingresos del estado.
Obviamente que se sabe. La Tabla 1 muestra una descomposición del gasto. Se puede abrir aun en más detalle, pero ella es bastante reveladora. En 2017, las prestaciones sociales y el PAMI eran el 53% del gasto. Ello continúo subiendo pues la baja de gasto público se da en otros rubros. Entonces, en 2018, es posible decir que más de la mitad del gasto, son transferencias a las familias.