¿En qué usan el tiempo los jóvenes en el posconflicto?

Por Darwin Cortés, Ivonne Lara Cortés y Darío Maldonado

Colombia tiene una historia de lucha por la paz en medio de un conflicto armado en curso que abarca más de cincuenta años. En 2012, se alcanzó un hito trascendental con el inicio de las negociaciones para establecer el Acuerdo General para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera (Acuerdo de Paz) entre el Gobierno Nacional y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP), el cual fue firmado en 2016. El objetivo principal de este acuerdo era poner fin a la guerra mediante un cese al fuego definitivo y bilateral acordado mutuamente, así como el depósito de armas.

Por otra parte, el tiempo es un recurso importante disponible para todos, pero su valor es particularmente alto para las generaciones más jóvenes. Para una buena parte de jóvenes del país, el tiempo es su único recurso. El acuerdo de cese al fuego en Colombia en 2014 creó una ventana de oportunidad para que la población pudiera redirigir su tiempo y energía hacia otras actividades. Para evaluar el impacto del cese al fuego en el uso del tiempo de los jóvenes, empleamos un enfoque de diferencia en diferencias sobre las tres encuestas disponibles de la ENUT, 2013, 2016 y 2020. Antes de mostrar los resultados de esta metodología queremos mostrar, a modo de estadística descriptiva, el uso del tiempo de las y los jóvenes en Colombia, esto es de la población entre 14 y 28 años.

Figura 1. El uso del tiempo de las y los jóvenes, diferencias en horas por sexo

La Figura 1 muestra la diferencia en horas en el uso del tiempo entre mujeres y hombres jóvenes para distintos usos del tiempo. Las mujeres jóvenes, comparadas con los hombres,  tienen grandes diferencias en el cuidado de otras personas del hogar. A la edad de 17 años ya dedican una hora más que los hombres a esta labor. Esta diferencia aumenta a las dos horas a los 19 años y a las 3 horas y más a los 20 años. Además, desde los 20 años, dedican dos horas diarias más a las actividades del hogar (aseo, cocina, etc.). Por otra parte, los hombres dedican más tiempo a trabajar en el mercado de trabajo. A los 19 años ya trabajan dos horas diarias más que las mujeres,  a los 22 tres horas más, y a los 28 casi cuatro horas más.

En este trabajo os proponemos identificar el efecto causal del cese al fuego sobre distintos tipos de uso del tiempo de las y los jóvenes: mercado laboral, ocio y autocuidado, dormir, educación, actividades del hogar y cuidado de las personas del hogar. El modelo de diferencia en diferencias (DD) compara jóvenes que viven en municipios más afectados por las acciones de las FARC con jóvenes que viven en municipios que no han sido tan afectados por las acciones de las FARC, y analiza qué ocurre cuando se da el cese al fuego.

En primera instancia analizamos el margen extensivo (si la persona usa o no su tiempo en ese tipo de uso) y el margen intensivo (si hay cambios en las horas diarias que dedica a ello). La tabla 1 reporta los efectos en el mercado laboral. Allí vemos que hay un aumento significativo en el margen extensivo. También hay un aumento en el margen intensivo (de alrededor de 40 minutos diarios) pero no es significativo.  También aumenta el margen extensivo e intensivo del cuidado de personas del hogar. En respuesta, disminuyó la cantidad de tiempo que dedican al sueño y a las tareas domésticas (no reportado en la tabla).

Tabla 1. Mercado laboral y cuidado de los personas del hogar

Al indagar más a fondo lo sucedido, encontramos que la reducción de la violencia asociada al cese al fuego tiene efectos importantes en las brechas de género y el acceso al mercado laboral para las mujeres. Los hombres jóvenes empiezan a asumir más tareas domésticas y labores asociadas al cuidado de las personas del hogar. Las mujeres jóvenes también comienzan a asumir el cuidado de las personas del hogar.

Tabla 2. Cambios en el uso del tiempo por sexo (margen extensivo)

Estos resultados son robustos a patrones de migración selectiva, pero están asociados con la llegada de hombres a los hogares de las zonas golpeadas por el conflicto, en particular, hombres en situación de discapacidad (Ver Tabla 3).

Tabla 3. Recomposición de los hogares

El conflicto armado de Colombia es conocido internacionalmente por su intensidad y repercusiones socioeconómicas, al haber estado presente durante más de medio siglo, convirtiéndose así en un caso de estudio de gran interés. Este trabajo tiene como objetivo proporcionar una nueva perspectiva sobre el valor del tiempo al proporcionar evidencia sobre cómo cambia el uso del tiempo de los jóvenes. El análisis revela efectos heterogéneos basados ​​en características individuales y del hogar. Se descubrió que la ausencia de violencia podría reducir las brechas de género al hacer que el trabajo doméstico sea más equitativo y permitir a las mujeres decidir si ingresan al mercado laboral. Sin embargo, se muestra que la magnitud y la dirección de la implementación de políticas públicas están influenciadas por las disparidades de ingresos de los hogares y el acceso diferencial a los servicios básicos. También examinamos mecanismos potenciales que podrían explicar los cambios observados en el comportamiento del uso del tiempo en los municipios afectados por la violencia después del alto el fuego. Se descartan los patrones de migración selectiva como uno de los principales impulsores de los cambios en la composición de los hogares, se encuentra evidencia de recomposición de los hogares. Estos hallazgos sugieren una mirada más amplia e integral en las políticas de reinserción y reintegración de las personas que viven en zonas de conflicto.

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