¿Qué piensan los jóvenes sobre la violencia?

La prevención y el manejo efectivo de la violencia entre jóvenes, particularmente en contextos vulnerables, es una tarea urgente en Colombia. A pesar de la gran cantidad de intervenciones y programas que buscan prevenir y disminuir la violencia interpersonal en este grupo de edad, aún son pocos los estudios que dan luces sobre lo que funciona, lo que no funciona y lo que se puede mejorar. Aún más escasos son los estudios que se enfocan en entender las perspectivas de los jóvenes sobre la violencia en contextos vulnerables y cómo ellos la manejan en el día a día desde su posición de expertos. Es decir, desde su experiencia como actores de violencia o como agentes transformadores de la misma.

Desde la academia tendemos a explicar la conducta violenta como resultado de la impulsividad, del aprendizaje social, de acciones racionales, o de la influencia de grupo pero tenemos pocas respuestas a preguntas clave como: ¿Qué entienden los jóvenes por violencia? ¿Cómo la explican y qué causas le atribuyen? ¿Ven la violencia  un medio o  un fin? Y sobre todo, ¿Ven la violencia como legítima en alguna circunstancia en particular? Tener respuestas estas preguntas es fundamental para entender el fenómeno de la violencia juvenil de manera profunda y así poder prevenirla e intervenirla de manera efectiva.

Al ser un fenómeno que combina aspectos individuales (por ejemplo, ser una persona agresiva) con aspectos sociales (por ejemplo, lo que es aceptado o deseable en una sociedad), el problema de la violencia requiere ser abordado tanto a nivel individual, como a nivel grupal, social y cultural. Una forma de empezar a hacer esto es estudiar un contexto relevante en la vida de cualquier joven: el grupo de pares. La manera en la cual el grupo entiende la violencia tenderá a moldear cómo los jóvenes piensan y actúan la violencia a nivel individual.

El estudio

En una publicación reciente (realizada en conjunto con Sandra Jovchelovitch) nos enfocamos en estudiar qué entienden por violencia los grupos de jóvenes de pandillas y grupos de paz en dos barrios vulnerables de Colombia y si hay alguna circunstancia en la que los jóvenes consideran la violencia como legítima. Para responder estas preguntas, hicimos entrevistas en profundidad a 63 jóvenes, 33 pertenecientes a pandillas y 30 pertenecientes a grupos de construcción de paz. Con este diseño, buscamos abarcar parte de la diversidad de grupos de jóvenes que existe en contextos vulnerables, en donde la violencia es parte del día a día pero donde también lo son las iniciativas juveniles por tratar de disminuirla.

En las entrevistas cualitativas, los jóvenes hablaron sobre cómo ellos y su grupo entienden la violencia, qué la causa, y cómo se maneja en el día a día. También discutieron las circunstancias en las cuales consideran que la violencia es legítima. La aproximación cualitativa nos permitió abordar estas preguntas de manera detallada y diferenciar las instancias en las cuales los jóvenes describían la violencia como aceptable ‘porque todo el mundo lo hace’ de las situaciones en las que ellos consideran la violencia como legítima independientemente de lo que piensen o hagan los demás.

Resultados

Encontramos que los jóvenes tienen definiciones muy elaboradas de la violencia. Tanto los jóvenes que pertenecen a grupos de construcción de paz como los que pertenecen a pandillas, definen la violencia como daño, el cual puede ser físico (pegar un puño) o psicológico (insultar, amenazar). La definición de violencia también incluía tipo de violencia que los jóvenes clasificaban como violencia social, cuando una persona daña a otra siguiendo patrones moldeados de manera estructural (discriminar por raza, clase, estereotipar a los demás). La diferencia fundamental entre los jóvenes de grupos de paz y de pandillas es que los últimos incluyen en su definición de violencia el nivel grupal donde el ‘grupo’, ya sea la pandilla o la familia, es un ente social que puede hacer daño o ser dañado. Desde esta definición de violencia, si alguien de mi grupo es violentado, esta violencia se experimenta como violencia hacia mí o hacia mi identidad. Estas definiciones de qué es la violencia estaban íntimamente ligadas a los juicios que hacían los jóvenes del estudio sobre la legitimidad del uso de la violencia.

La gran mayoría de jóvenes, sin importar el grupo de pertenencia, consideraron que la violencia es legítima cuando se usa en defensa personal. Los jóvenes que pertenecían a pandillas consideraban la violencia como legítima para defender a su grupo, lo cual es consistente con la definición de violencia como daño hacia mi grupo y hacia mi identidad. Además, una mayor proporción de los jóvenes pertenecientes a pandillas considera la violencia como legítima para defender su honor y su reputación.

Conclusión

Este estudio resalta la importancia de entender e integrar las perspectivas de los jóvenes a los programas de prevención y manejo de la violencia en contextos vulnerables. Estas perspectivas son cruciales pues nos dan luces de los supuestos grupales y sociales que legitimizan el uso de la violencia. La violencia vista como legítima por los jóvenes cuando es usada en defensa personal, en defensa del grupo, del honor y de la reputación no disminuirá con intervenciones que, por ejemplo, definen la violencia como resultado de la impulsividad. Profundizar en cómo los jóvenes entienden la violencia y sus causas contribuirá a desarrollar intervenciones más efectivas.

Finalmente, el trabajo con jóvenes en contextos vulnerables requiere prestar atención a la heterogeneidad que podemos encontrar en esta población. Vivir en un contexto vulnerable no es sinónimo de ser un joven violento. Los grupos de construcción de paz ofrecen a los jóvenes espacios para desarrollar una mirada crítica con respecto al propio contexto y así convertirse en agentes de cambio. Tanto los hacedores de política como los implementadores de programas tienen una oportunidad muy valiosa para desarrollar estrategias de colaboración con los jóvenes, catalizando y escalando el conocimiento que ellos mismos generan desde su posición de expertos sobre cómo manejar la violencia en el día a día.