COVID-19, pobreza monetaria y desigualdad

I. Objetivo

En esta columna describimos una estimación preliminar del impacto que pudiera tener la Covid – 19 sobre la pobreza monetaria y la desigualdad en el Perú.

II. Fuentes de información

Se utilizaron tres fuentes de información para la estimación del impacto del COVID-19 en la pobreza monetaria y desigualdad:

  • Encuesta Permanente de Empleo – EPE (Enero a Abril 2019 y 2020)
  • Encuesta Nacional de Hogares – ENAHO (2019)
  • Mapa de Pobreza Distrital y Provincial (2018)

III. Metodología

Según la EPE (2020) en el trimestre móvil febrero-marzo-abril 2020, la masa salarial proveniente del trabajo en Lima Metropolitana tuvo una variación negativa de 26.9%, comparado con similar trimestre del año pasado.  Utilizando este hecho estilizado se puede esperar que la caída en los ingresos de los hogares, como consecuencia de la restricción de actividades económicas producto del Estado de Emergencia y la inmovilización social obligatoria, genere cambios en los patrones de pobreza monetaria y desigualdad a nivel nacional.

Primero, se caracterizaron tres dimensiones según las características del jefe del hogar:

  • Nivel educativo: primaria incompleta, secundaria incompleta, superior incompleta, superior completa y postgrado[1].
  • Actividad económica: Agricultura y pesca, servicios y comercio, manufactura, construcción y otros, gobierno y defensa nacional[2].
  • Situación laboral: Dependiente e independiente.

Segundo, la caída en los ingresos en el 2020 se computó como el promedio simple de la caída mensual en los ingresos en cada uno de los grupos definidos. Para los meses de enero a abril, se utilizó la reducción en el ingreso promedio mensual respecto al mismo periodo en 2019. Para proyectar la caída de los ingresos entre mayo a diciembre, se utilizaron las proyecciones del índice de actividad económica realizado por Seminario, Palomino y Pastor (2020)[3], bajo el supuesto que los ingresos de los hogares seguirán el impacto patrón de recuperación que el índice de actividad económica.

Finalmente, la imputación en la caída de los ingresos se realizó considerando la reducción promedio del ingreso según las características del jefe del hogar. Sea  el ingreso del hogar  en el año 2019 y sea  el vector de reducción de ingresos por nivel educativo (e) , actividad económica (j) y situación laboral (l)  del jefe del hogar. Entonces, la proyección del ingreso del hogar (i) será igual a:

En el caso de los hogares cuyo jefe de hogar no esté empleado, y por tanto no posea una actividad económica ni situación laboral definida, se asignará la caída de ingresos correspondiente a su nivel educativo.

En la Tabla Nª 1 se presentan los resultados de la reducción de ingresos en las tres dimensiones definidas.

 


Fuente: Encuesta Permanente de Empleo (2019-2020) y Seminario, Palomino y Pastor (2020)Tabla Nª 1. Proyección de caída de ingresos por dimensiones

Elaboración propia

 

Con la nueva distribución de ingresos se calculan los nuevos niveles de pobreza monetaria, utilizando la línea de pobreza de la ENAHO 2019, el índice de desigualdad de Gini por ingreso y gasto y el porcentaje de población en clase media[4].

Finalmente, para asegurar la solidez de los resultados presentaron, se realizó bootstrap en la EPE y ENAHO con 300 replicaciones. Este proceso generó una distribución de tasas de pobreza, índice de gini de gasto e ingreso y población en clase media. Los resultados presentados corresponden a los valores promedio de las referidas distribuciones y los intervalos con 95% de confianza. Asimismo, se utilizó el estimator robusto de la varianza de los errores, aplicando la linealización por series de Taylor.

IV.Resultados

Pobreza monetaria

Las estimaciones sugieren que el nivel de pobreza en 2020 aumentará a 29.5%, con un intervalo al 95% de confianza entre 25.7% y 33.4%. Esto generaría que el país regrese a niveles de pobreza similares a 2010-2011.

Figura Nª 1. Evolución de la pobreza monetaria (2007-2019)

Fuente: Encuesta Nacional de Hogares (2007-2019)

Elaboración propia

 

Desigualdad

Las estimaciones sugieren que el índice de Gini de gasto en 2020 aumentará a 0.367, con un intervalo al 95% de confianza entre 0.354 y 0.380. Esto generaría que el país regrese a niveles de desigualdad en gasto similares a 2010.

Figura Nª 2. Evolución del índice de Gini por gasto (2007-2019)

Fuente: Encuesta Nacional de Hogares (2007-2019)

Elaboración propia

Por otro lado, las estimaciones sugieren que el índice de Gini de ingreso en 2020 aumentará a 0.425, con un intervalo al 95% de confianza entre 0.413 y 0.435. Esto generaría que el país regrese a niveles de desigualdad en ingreso similares a 2017-2018.

Figura Nª 3. Evolución del índice de Gini por ingreso (2007-2019)

Fuente: Encuesta Nacional de Hogares (2007-2019)

Elaboración propia

 

Distribución de la población por niveles de ingresos

En este punto se utilizaron los niveles de pobreza (definido a partir del gasto per cápita por hogar) y las categorías según el ingreso per cápita: clase vulnerable (ingreso per cápita menor a USD 12.4 diarios), clase media (ingreso per cápita entre USD 12.4 y USD 62) y clase alta (ingreso per cápita mayor a USD 62). Los resultados sugieren que, ante la reducción de ingresos, el grupo poblacional que se incrementará más el de hogares pobres pertenecientes a la clase vulnerable, con un incremento de 19.2% a 28.5% (intervalo al 95% de confianza: 24.9% a 32.2%), mientras que la mayor reducción se registra en los hogares no pobres pertenecientes a la clase media, con una reducción de 40.7% a 34.2% (intervalo al 95% de confianza: 32.2% a 36.6%).

Figura Nª 4. Distribución de población por nivel de pobreza e ingresos

Fuente: Encuesta Nacional de Hogares (2007-2019)

Elaboración propia

 

V. Conclusiones y Discusión

 Los primeros resultados muestran un retroceso en los niveles de pobreza de aproximadamente 10 años. Será importante seguir de cerca la evolución de la reactivación económica y de los ingresos (Encuesta Permanente de Empleo) puesto que no es claro en qué momento se reiniciarán las encuestas nacionales de hogares, las cuales tendrían casi un trimestre de no hacerse, y que es justamente el trimestre en el que la actividad económica y los ingresos se han deteriorado significativamente.

No obstante, quedan algunos temas en el tintero: i) ¿Cuál es el impacto de las transferencias (monetarias y no monetarias) sobre la pobreza?, ii) ¿Cuál es el impacto de la Covid – 19 sobre la calidad de vida de las personas en otras dimensiones como aprendizajes, salud y productividad? Se intentará responder a estos temas en el futuro.

 

[1] La categoría “Superior incompleta” incluye “Superior universitaria incompleta” y “Superior no universitaria incompleta”.

[2] Para la actividad económica agricultura y pesca se consideraron las actividades con CIIU Revisión 4 entre 0111 a 0322, servicios y comercio considera las actividades con CIIU Revisión 4 entre 4510 y 8299, gobierno y defensa nacional considera las actividades con CIIU Revisión 4 entre 8411 y 8430, mientras que manufactura, construcción y otros engloba al resto de actividades no mencionadas previamente.

[3] Seminario, B.; Palomino, L. & Pastor, G. (2020). Perú: Estimando el impacto macroeconómico de COVID-19. https://focoeconomico.org/2020/05/08/peru-estimando-el-impacto-macroeconomico-de-covid-19/

[4] Según el Banco Mundial, el rango de ingresos de las personas pertenecientes a la clase media se encontraría entre USD 12.4 y USD 62 per cápita por día.

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