Liderazgo durante la pandemia: el efecto Bolsonaro en el distanciamiento social

El liderazgo es una herramienta poderosa para influenciar el comportamiento humano. Ya sea minimizando problemas de coordinación (Dewan and Myatt, 2008) o fijando normas sociales (Acemoglu and Jackson, 2015), los líderes tienen la capacidad de afectar las percepciones, actitudes y hasta el comportamiento de los ciudadanos, a través de su comportamiento ejemplar, sus palabras y sus acciones.

En épocas de crisis – tal como la actual pandemia causada por el COVID-19 -, el rol persuasivo de los líderes cobra aún más peso. La información asimétrica entre gobiernos y ciudadanos existente en tiempos normales, se vuelva un factor aún más importante: no solo los ciudadanos ignoran cuáles son las mejores prácticas en cuanto a prevención en salud, sino que, probablemente, también ignoren las externalidades negativas que existen al transmitir el virus y, lo que es peor, desconozcan la verdadera dinámica de contagio en sus ciudades. En este contexto, las recomendaciones de los líderes sobre las medidas preventivas recomendadas a la población suelen ser tomadas seriamente por sus seguidores, con independencia de qué tanta evidencia científica las respalde.[1]

El efecto de la negación: evidencia de Brasil

El caso de Brasil, un país notablemente polarizado, resulta particularmente adecuado para analizar cómo las palabras y acciones de un Jefe de Estado pueden repercutir seriamente sobre el comportamiento de sus seguidores en cuanto a sus decisiones de prevención. Desde que la pandemia comenzó, los Estados sub-nacionales implementaron diferentes tipos de medidas no farmacológicas, en línea con las políticas globales y con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Simultáneamente, y contradiciendo a su propio ministro de salud, el presidente Bolsonaro incentivó públicamente a los ciudadanos para que salgan a las calles, minimizó las potenciales consecuencias del virus en eventos públicos de relevancia (“se trata de una pequeña gripe”) y pidió públicamente que abran las escuelas y vuelva el trabajo normal. Su comportamiento fue tan controversial que llegó rápidamente a los principales medios del mundo, tales como The Economist (2020), The New York Times (Londoño et al. 2020, Magalhaes y Forero, 2020), entre muchos otros).

En un paper reciente (Ajzenman et al., 2020), nos preguntamos si las palabras y los acciones de Bolsonaro lograron ser suficientemente fuertes como para contrarrestar al menos parcialmente el efecto de las regulaciones y medidas no farmacológicas implementadas en Brasil. Para responder esta pregunta, combinamos datos electorales a nivel municipal con datos geo-localizados anónimos de más de 60 millones de celulares a lo largo y ancho de todo el país. Siguiendo la metodología propuesta por la empresa que reúne y procesa los datos (In Loco), construimos un índice de distanciamiento social a nivel municipio-día, definido como la proporción de hogares que salieron de sus hogares durante el día. La Figura 1 muestra como dicho índice aumentó en todo el país entre febrero y abril, aunque de manera heterogénea. En nuestro paper mostramos que esta heterogeneidad está lejos de ser aleatoria.

 

Figura 1 Indice de distanciamiento social en Brasil, Febrero-4 y Abril-7

La cronología de Bolsonaro

Si bien la oposición de Bolsonaro a las medidas drásticas de distanciamiento fueron evidentes desde el primer día, su discurso no fue uniforme ni claro. Sin embargo, hubo dos eventos particulares, en los cuales su comportamiento y/o sus palabras representaron una recomendación explícita y pública de romper el distanciamiento y comenzar nuevamente una vida normal.

  • 15 de marzo: se realizaron manifestaciones a favor del presidente a lo ancho de todo el país. A pesar de que Bolsonaro estaba sospechado de haber contraído el virus (dado que varios miembros de su gabinete lo tenían), y en contra de las recomendaciones oficiales e inclusive de su propio ministro de salud, decidió unirse a una de las marchas en Brasilia. Se sacó fotos con sus seguidores y posteó la mayor cantidad de tweets en toda su historia como presidente (47), casi todos ellos incluyendo algún video de las manifestaciones en diferentes ciudades. Su comportamiento capturó rápidamente la atención de los medios nacionales e internacionales (FT, 2020). La portada de uno de los principales diarios del país, el Estado de Sao Paulo, por ejemplo, incluyó una foto de Bolsonaro en la marcha, ocupando más de la mitad de la página, con un título contundente: “Infectologistas critican a Bolsonaro por dar un mal ejemplo a la nación” (ver Figura B.2. del apéndice en Ajzenman et al., 2020).

 

  • 24 de marzo: desde principios de 2020 hasta el 14 de abril, se transmitieron cinco pronunciamientos oficiales. Este tipo de mensajes es particularmente relevante porque cada estación de radio y TV del país está obligada a transmitir el mensaje e interrumpir su programación (motivo por el cual, suelen reservarse para mensajes importantes. En todo 2019, hubo 5 pronunciamientos). En sus primeros discursos (6 y 12 de marzo), el presidente había transmitido mensajes neutrales, sin referencia al distanciamiento social. Había enfatizado el trabajo del gobierno federal en tratar de calmar a la población y sugerido a la población seguir las recomendaciones de prevención de los especialistas.

El 24, el tono cambió completamente. Esta vez, Bolsonaro se refirió especialmente a las políticas de distanciamiento implementadas por los gobiernos sub-nacionales. Enfatizó el hecho de que el grupo de riesgo eran los ancianos y que, por ende, habría que abrir las escuelas. Criticó a los medios por comparar a Brasil con países como Italia (“un país con población más anciana y otro clima”), se refirió a su propio “estado físico atlético”, el cual le ayudaría a pasar la enfermedad tranquilamente en caso de contraerla y calificó a la enfermedad como una “pequeña gripe”. Nuevamente, su comportamiento alcanzó los principales medios internacionales (The Washington Post, 2020) y las tapas de los medios nacionales (ver Figura B.3. del apéndice en Ajzenman et al., 2020).

En sus pronunciamientos futuros (31 de marzo y 8 de abril), Bolsonaro volvió a bajar el tono de su discurso y hasta llegó a felicitar a los gobernadores por su trabajo.

El efecto Bolsonaro

Para estudiar el efecto que los mensajes y acciones presidenciales tuvieron sobre el distanciamiento social, comenzamos calificamos a los municipios pro-Bolsonaro, como aquellos en donde el presidente Bolsonaro tuvo un apoyo de al menos 50% de los votos válidos en la primera vuelta de las elecciones de 2018. Luego, estimamos un modelo estándar del tipo 2-ways Fixed Effects (municipalidad y día) con leads y lags, interactuando las dos fechas clave mencionadas, con una dummy “pro-Bolsonaro” a nivel municipal. Los resultados de nuestro modelo base se pueden verse en la Figura 2. Los días pre-tratamiento son mayormente indistinguibles de 0, mientras que, por el contrario, casi la totalidad de los eventos post-tratamiento son negativos.

Figura 2 Efecto en distanciamiento social: Municipalidades en donde Bolsonaro obtuvo al menos 50% de los votos en la primera ronda de la elección de 2018. El modelo incluye efectos fijos de día, municipalidad, dummies indicando intervenciones no-farmacológicas de cada Estado durante cada día, tendencias lineales específicas por Estado, e interacciones día-pobreza y día-ruralidad por municipio. Errores estándar clustered por día-estado.

Un problema potencial de nuestro modelo base es que, dada la polarización regional del voto en Brasil, existen varios estados para los cuales Bolsonario obtuvo menos del 50% en cada una de las municipalidades (y algunas en las que obtuvo más del 50% en cada una de ellas). Esto puede ser problemático para nuestra identificación dado que la mayor parte de las medidas no farmacológicas fueron implementadas a nivel estadual. Para atenuar este problema, mostramos los resultados de un modelo similar pero esta vez clasificando a un municipio como pro-Bolsonaro de forma relativa: es decir, si el porcentaje de votos por Bolsonaro fue mayor a la mediana estatal. El resultado, similar al anterior, se puede ver en la figura 3.

Figura 3 Efecto en distanciamiento social: Municipalidades en donde Bolsonaro obtuvo más votos que la mediana del Estado en la primera ronda de la elección de 2018. El modelo incluye efectos fijos de día, municipalidad, dummies indicando intervenciones no-farmacológicas de cada Estado durante cada día, tendencias lineales específicas por Estado, e interacciones día-pobreza y día-ruralidad por municipio. Errores estándar clustered por día-estado.

 

En nuestro paper, examinamos algunos de los canales por los cuáles Bolsonaro logró esparcir su mensaje y mostramos evidencia sugestiva en dos dimensiones. Por un lado, examinamos el efecto de la presencia de medios locales e Internet, dos canales relevantes para Brasil (Ferraz and Finan 2008) y (Bessone et al. 2019) y mostramos que el efecto se reduce en municipios en donde no existen emisoras locales de TV y/o la presencia de Internet en las casas es relativamente baja (ver Figura IV de Ajzenman et al., 2020).

En segundo lugar, exploramos el rol de la presencia de individuos profesantes del evangelismo, uno de los grupos que resultó clave en la victoria de Bolsonaro.[2] La diferencia estimada en votos entre Bolsonaro y su principal contrincante en 2018 fue de 11.5 millones entre evangélicos (Bolsonaro ganó por 10.5 millones de votos). El apoyo entre evangelistas fue cercano al 70% (mayor aún entre pentecostales (Folha, 2018)), el mayor en comparación con cualquier otro grupo religioso. Nuevamente, nuestra evidencia sugiere que el efecto en municipios con presencia relativamente alta de evangelistas fue relativamente más alto (ver Figura V de Ajzenman et al. 2020).

Nuestros resultados sugieren que, ya sea reduciendo asimetría en la información o fijando normas sociales, los actos y las palabras de los líderes pueden generar un cambio de comportamiento entre los ciudadanos, más allá de los incentivos e instituciones existentes.

 

Acemoglu, D, Jackson, M O (2015), “History, expectations, and leadership in the evolution of social norms”, The Review of Economic Studies 82: 423–56.

Ajzenman, N, T Cavalcanti and D Da Mata (2020), “More than words: Leaders’ speech and risky behavior during a pandemic”, SSRN 3582908.

Aleem, Z (2020), “Governors say Trump’s disinfectant comments prompted hundreds of poison center calls”, Vox.com, 26 April.

Bessone, P, F Campante, C Ferraz and P C Souza (2019), “Internet access, social media, and the behavior of politicians: Evidence from Brazil”, working paper.

Ferraz, C, and F Finan (2008), “Exposing corrupt politicians: The effects of Brazil’s publicly released audits on electoral outcomes”, The Quarterly Journal of Economics 123: 703–45.

 

Folha, 2018. Elections 2018. DataFolha April 26, 2020. http://media.folha.uol.com.br/datafolha/2018/10/26/3416374d208f7def05d1476d05ede73e.pdf.

 

Financial Times, 2020. Bolsonaro defies coronavirus to rally against congress. Financial Times March 16, 2020. https://www.ft.com/content/79fe5d26-621f-11ea-b3f3-fe4680ea68b5.

Hermalin, B E (2017), “At the helm, Kirk or Spock? Why even wholly rational actors may favor and respond to charismatic leaders”, working paper, UC Berkeley.

Liptak, K, K Collins and K Bennett (2020), “A restless Trump wants to end the country’s isolation – and his own”, CNN.com, 26 March.

Londoño, E, M Andreoni and L Casado (2020), “Bolsonaro, isolated and defiant, dismisses coronavirus threat to Brazil”, The New York Times, 1 April.

 

Magalhaes, L, and J Forero (2020), “‘Go back to work’: Bolsonaro dismisses risks of deadly coronavirus in Brazil”, The Wall Street Journal, 2 April.

The Economist (2020), “BolsoNero: Brazil’s president fiddles as a pandemic looms”, 26 March.

The Washington Post, 2020a. Brazil’s bolsonaro, channeling trump, dismisses coronavirus measures — it’s just ‘a little cold’. The Washington Post March 25, 2020. https://www.washingtonpost.com/world/the americas/brazils-bolsonaro-channeling-trump- dismisses-coronavirus-measures–its-just-a-little-cold/2020/03/25/65bc90d6-6e99-11ea-a156- 0048b62cdb51 story.html.

Yglesias, M (2020), “President Trump’s dangerous suggestion that the coronavirus be treated with bleach injections, explained”, Vox.com, 24 April.

 

[1] El ejemplo del presidente Trump recomendando el consumo de desinfectante como remedio contra el coronavirus (Yglesias 2020) seguido por un aparente crecimiento en el interés y las compras de este producto (Aleem 2020) resulta un ejemplo reciente muy ilustrativo.

[2] Ver https://epoca.globo.com/como-bolsonaro-se-tornou-candidato-dos-evangelicos-23126650