Anemia: un problema de salud publica

La deficiencia nutricional es muy frecuente a nivel global, y en mayor medida en niños y mujeres en edad fértil. La OMS calcula que en el mundo hay 2000 millones de personas –más del 30% de la población– que padecen anemia. Entre ellos, afecta alrededor de 800 millones de niños menores de 5 años y mujeres, y su prevalencia se ha mantenido estable entre el 41,9% (2011) y el 41,7% (2016). Mientras que en latinoamérica afecta a 22% de la población, estando el Perú muy por encima de esta cifra, con 32%.

Se calcula que cerca del 50% de los casos de anemia son atribuibles a la falta de hierro[1], como ocurre en el Perú, donde las dos principales causas son el bajo consumo de hierro y su baja calidad (Origen vegetal)[2]. En Ayacucho, por ejemplo el 90% de los niños no alcanza a consumir los niveles recomendados de hierro.[3]  Otras causas inmediatas de la anemia son la alta morbilidad por infecciones como la diarrea, la parasitosis, o la malaria, entre otras y esta se agrava por enfermedades infecciosas como  la tuberculosis y el VIH. La anemia está asociada a inadecuadas prácticas de higiene, de lavado de manos, limitado acceso a agua segura y saneamiento básico. Por ello, erradicar la anemia requiere intervenciones con enfoque multifactorial y multisectoriales, adaptando las soluciones a las condiciones específicas de cada población.

La anemia se presenta cuando el organismo no produce suficientes glóbulos rojos, que contienen hemoglobina, proteína encargada de transportar el oxígeno por todo el cuerpo. La falta de glóbulos rojos o una limitada cantidad de hemoglobina en la sangre implica que el organismo no recibe todo el oxígeno que necesita. La anemia tiene consecuencias durante  toda la vida, afectando la salud, la educación y el rendimiento laboral de las personas, lo que se traduce en costos no solo para el individuo, sino para su familia y la sociedad[4]

En los primeros años de vida, la anemia tiene efectos negativos en el desarrollo cognitivo, motor, comportamiento y crecimiento. Durante el embarazo, está asociada a elevadas tasas de mortalidad materna, (se calcula que la anemia es responsable del 20% de casos de muerte materna), de mortalidad perinatal, al bajo peso al nacer y a la mortalidad neonatal. A su vez, tiene consecuencias en los logros educativos y el desarrollo del capital humano, en la productividad y calidad de vida. De esta manera, la anemia en los niños pequeños y en el embarazo tendrá una repercusión negativa en el desarrollo del país.[5]

La anemia en el Perú es un problema de salud pública severo. Ello, independientemente del grupo poblacional afectado. En el 2018 la anemia afectó al 43,6% de los niños de 0 a 36 meses. La anemia a diferencia de la desnutrición afecta a todos los niños de todos los estratos socio económicos, aunque con mayor incidencia en las poblaciones en situación de pobreza. Así, el 53.8% de niños de 6 a 35 meses de hogares de quintiles socioeconómicos más bajos y 28.4% de los niños del quintil superior sufren de anemia[6]. Otro factor determinante es el nivel de educación de la madre: en el caso de los niños cuyas madres no tienen nivel educativo alguno o cuentan solo con educación primaria, la anemia afecta al 52%, mientras que cuando las madres tienen educación superior esta proporción se reduce al 34%.

Otro grupo poblacional afectado son las madres gestantes y mujeres en edad fértil. De acuerdo con la ENDES 2018, el 21% de las mujeres en edad fértil, el 29,6% de embarazadas y el 23,3% de las madres lactantes tenía anemia. Las madres con anemia afectan, además, la salud de sus futuros hijos, quienes tienen más probabilidades de tener bajo peso al nacer y mayor riesgo de ser prematuros. Se estima que a nivel nacional la población tiende a consumir limitados productos de origen animal ricos en hierro. El consumo promedio de hierro entre los peruanos es de 7,4 mg/día, lo cual sólo cubre un tercio de las necesidades diarias de este micronutriente. En el caso de las mujeres embarazadas, su necesidad de hierro es aún más elevada: 27 mg/día.[7]

En regiones como Puno, la prevalencia de anemia alcanza el 76% de la población, siendo el grupo etario más afectado los niños de 6 a 11 meses, donde el 59,6% la padece, seguida de Loreto (61,5%), Ucayali (59,1%), Pasco (58,0%), Madre de Dios (57,3%), Cusco (55,3%) y Huancavelica y Apurímac (por encima del 54%). Es este etapa la más crítica para el desarrollo infantil temprano, dada la acelerada evolución neurológica que se registra en esta etapa de la vida.[8]

 

A nivel global se calcula que la deficiencia de micronutrientes tiene graves consecuencias económicas, con un costo de US$1,4 a 2,1 billones o 2,3% del producto bruto mundial por año (OMS). En el caso peruano, se ha estimado que la anemia ocasionó al Perú una pérdida aproximada de S/ 2,777 millones para el 2011 (el 0,62% del producto bruto interno de ese año), siendo mayor el costo para la economía rural que para la urbana (Alcazar, 2012). Sin embargo, Si la anemia se trata a tiempo es posible restablecer la salud de las personas e incrementar los niveles de productividad nacional en hasta un 20% (OMS).

La OMS recomienda medidas de salud pública para reducir la anemia, (i) Incremento de la ingesta de hierro, que incluye una mejora en la dieta incluyendo alimentos ricos en hierro de origen animal, el enriquecimiento de los alimentos y la administración de suplementos de hierro, como los micronutrientes; (ii) el control de infecciones, a través de programas de inmunización y control contra la malaria, la anquilostomiasis y la esquistosomiasis; (iii) la mejora del estado nutricional, la prevención y control de otras deficiencias nutricionales, por ejemplo carencia de vitamina B12, ácido fólico o vitamina A. Es necesario también una mejora en el acceso a agua segura y saneamiento, y programas de educación y cambio de comportamiento en cuanto a la limpieza, cocina y salubridad.

Pese a las distintas intervenciones del Estado, a nivel nacional, hay un estancamiento en la reducción de la anemia sin mayores cambios en el periodo que va del 2012 al 2018.[9] En el 2018 el Perú declaró de prioridad nacional la lucha contra la anemia en niños menores de 3 años, con el objetivo de lograr la meta de reducirla de 43% a 19% para el 2021. El Plan Multisectorial de Lucha contra la Anemia articulado desde el Ministerio de Inclusión Social, integra el trabajo de los diferentes ministerios y gobiernos regionales y locales, estos últimos participan liderando el proceso de articulación territorial.

Dentro de las intervenciones nutricionales recomendadas por la OMS, se considera el reparto de micronutrientes. Las evaluaciones del impacto de los micronutrientes en polvo sobre la anemia en niños de 10 a 35 meses de edad en el piloto implementado en Apurímac, Perú, encontraron que la adherencia al programa es un requisito indispensable para que haya un impacto de las intervenciones con hierro. Siendo que la baja adherencia en el piloto no solo se refería al consumo del niño sino también a la distribución incompleta, discontinua y sin orientación del uso del micronutriente. Solo el 49% de los niños habría completado el tratamiento (60 sobres).[10] [11]

Una segunda intervención para mejorar el estado nutricional de los niños menores de 5 años, se implementa a través de los Gobiernos Regionales y los Gobiernos Locales articulados entre el Ministerio de Salud, el Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social, la Presidencia del Consejo de Ministros y el Seguro Integral de Salud. Sin embargo, a julio de 2019 el promedio de ejecución presupuestal en las municipalidades de Lima metropolitana (43 distritos) era de solo 16,8%.

El problema de la anemia requiere no solo de la priorización por parte del estado, sino de una adecuada gestión pública, que utilice mecanismos de transparencia, rendición de cuentas y auditorias ciudadanas; y una importante campaña comunicacional que llame la atención sobre el problema y brinde educación e información adecuada. De lo contrario nos quedaremos en fases declarativas sin mayor impacto.

[1] WHO/UNICEF/UNU. Iron deficiency anemia: assessment, prevention, and control. Ginebra, Organización Mundial de la Salud, 2001 (WHO/NHD/01.3). (http://www.who.int/nut/documents/ida_assessment_prevention_control.pdf,accessed 27 Set).

[2] Ministerio de Inclusión Social y Desarrollo. Plan Multisectorial de Lucha contra la Anemia (2018)

[3] Fundación contra el Hambre. Aproximación al Consumo de Alimentos y Prácticas de Alimentación y Cuidado Infantil en Niños y Niñas de 6 a 23 meses de Edad. Realizado en Familias de la provincia de Vilcas Huamán Ayacucho. ACH. Lima 2011. Biblioteca Nacional del Perú Nº 2012-06786.

[4] Zavaleta N, Astete-Robilliard L. Efecto de la anemia en el desarrollo infantil: consecuencias a largo plazo. Rev Peru Med Exp Salud Publica. 2017;34(4):716-22. doi: 10.17843/rpmesp.2017.344.3251.

[5] Balarajan Yarlini, Lancet 2011; 378: 2123–35

[6] Ministerio de Salud. Plan Nacional para la REDUCCIÓN Y CONTROL DE LA ANEMIA Materno Infantil y la Desnutrición Crónica Infantil en el Perú: 2017-2021; 2017.

[7] Alcázar Lorena. Impacto económico de la anemia en el Perú [Internet]. Lima: GRADE; Acción contra el Hambre; 2012

[8] Ministerio de Inclusión Social y Desarrollo. Plan Multisectorial de Lucha contra la Anemia (2018)

[9] Instituto Nacional de Estadística e Informática. Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDES) 2012, Informe Principal. Lima: INEI; 2013 [citado el 12 noviembre de 2018]. Disponible en:http://proyectos.inei.gob.pe/web/biblioineipub/bancopub/Est/Lib1075/index.html.

Instituto Nacional de Estadística e Informática. Indicadores de Resultados de los Programas Presupuestales 2013-2018. Encuesta Demográfica y Salud Familiar (Resultados Preliminares) [Internet]. Lima: INEI; 2017 [citado el 30 octubre de 2018]. Disponible en:https://proyectos.inei.gob.pe/endes/2018/ppr/Indicadores_de_Resultados_de_los_Programas_Presupuestales_ENDES_Primer_Semestre_2018.pdf.

[10] Huamán-Espino L, Aparco JP, Nuñez-Robles E, Gonzáles E, Pillaca J, Mayta-Tristán P. Consumo de suplementos con multimicronutrientes chispitas® y anemia en niños de 6 a 35 meses: estudio transversal en el contexto de una intervención. Rev Peru Med Exp Salud Pública. 2012;29(3):314-23.

[11] Aparco, JP, Bullon, L, Cusirramos, S. Impacto de micronutrientes en polvo sobre la anemia en niños de 10 a 35 meses de edad en Apurímac, Perú. Rev. perú. med. exp. salud publica vol.36 no.1 Lima ene./mar. 2019