Esta nota fue publicada originalmente el día lunes 2 de mayo de 2016 en El Comercio.
El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) informó que la pobreza total y extrema para el 2015 alcanzaron 21,8% y 4,1%, respectivamente. Esto significa una disminución de 0,96 y 0,22 puntos porcentuales, respectivamente, aunque no estadísticamente significativa. Mientras que la pobreza total y extrema disminuyeron en 21,3 y 7,5 puntos porcentuales, respectivamente, durante el período 2011-2016 disminuyeron 6 y 2,2 puntos porcentuales, respectivamente. Las regiones que han presentado las mayores disminuciones son la selva rural, la sierra rural, la costa rural y la selva urbana.
Por su parte, la desigualdad solo ha caído un punto en los últimos cinco años, mientras que del 2006 al 2011, esta disminuyó en 6 puntos. Esto es resultado de la enorme heterogeneidad en los ingresos entre regiones y personas, la cual es sorprendente. Mientras que unas regiones presentan tasas de pobreza de 8% (Ica, Arequipa, Moquegua o Madre de Dios), hay otras que alcanzan el 47% (Amazonas, Cajamarca o Huancavelica).
Hay dos razones por las cuales se observa una menor reducción de la pobreza y la desigualdad. Primero, el menor crecimiento económico del período 2011-2015 (4,82% anual) con respecto al 2006-2011 (6,85% anual). Segundo, es difícil reducir la pobreza, ya que se requiere hilar más fino con respecto a la focalización y a las causas de la pobreza. Conforme se ahonda en la pobreza, las causas de esta suelen ser más estructurales.
En los últimos años, se está poniendo énfasis en aspectos estructurales: los avances en la calidad de la educación son notables. Por el contrario, los avances en salud aún son tímidos y preocupantes. Preocupantes porque la anemia ha aumentado del 2011 al 2014, desde 42% hasta 47% en los niños entre 6 y 36 meses. Mejores avances, pero aún tímidos, se observan en la desnutrición: 14,6% de los niños menores de 5 años en el 2014. Estos niños tendrán problemas de aprendizaje y, en consecuencia, pasarán a formar familias pobres dentro de 15 o 20 años.
Salir de la pobreza debe ser promovido por el nuevo gobierno a través de políticas de corto y largo plazo. En el corto plazo, fortalecer Juntos parecería ser una buena idea. Juntos ha demostrado ser un programa consistente y eficiente en la reducción de la pobreza. En ese sentido, se necesitaría una transferencia de 0,22% del PBI para sacar a todas las familias de la pobreza (la brecha de pobreza es de 5,4 y la línea de pobreza asciende a 315 soles mensuales). Esto es, en promedio, 85 soles mensuales por familia pobre (1 millón 310 mil familias). Ahora bien, parece ser que a los pobres siempre los tendremos. Las economías más desarrolladas aún los tienen. De hecho, la tasa de pobreza en Estados Unidos es de 14%, mientras que en España es del 20%. Esto lleva a preguntarnos si el objetivo es reducir la pobreza a cero.
En lo que sí estamos rezagados es en la desigualdad. La desigualdad, medida por el coeficiente de Gini, es de 0,48 en Estados Unidos. En el Perú, la desigualdad es de 0,44. Esto no es creíble. El problema es cómo se calcula la desigualdad en el Perú: no se toman en cuenta todos los ingresos de las familias más ricas. Los diferenciales de los ingresos entre regiones y personas son un fuerte indicio de la desigualdad. Los estudios demuestran que un país con mucha desigualdad tendrá tasas de crecimiento muy bajas en comparación con un país con similar PBI per cápita, pero con una menor desigualdad.
Por lo tanto, ahora el objetivo no debería ser la pobreza en su sentido más monetario sino la calidad de la educación, los servicios de agua y saneamiento, la desnutrición y la anemia. Políticas que en el largo plazo harían más sostenible salir de la pobreza. Las transferencias monetarias de Juntos pueden parar en cualquier momento; sin embargo, lo que uno aprende en el colegio, en el instituto, en la universidad, en las capacitaciones productivas, el no haber estado desnutrido o anémico en la niñez, nadie lo quita. Son estas condiciones las que permitirán disminuir de manera significativa la desigualdad entre las personas.