La Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su tercer informe sobre Índice de Precios al Consumidor (IPC) lo define como “un indicador económico de coyuntura construido para medir cambios en el tiempo en el nivel general de precios de los bienes y servicios de consumo que los hogares pagan, adquieren o utilizan para su consumo”. Sin duda es el dato más importante producido por los institutos de estadística en el mundo. No es extraño entonces que las Naciones Unidas tengan una serie de normas internacionales que recogen las mejores prácticas y los avances metodológicos más recientes para la construcción de un IPC.
¿Cómo se construye un IPC?
La elaboración de un IPC es compleja e involucra muchos pasos. De acuerdo al Manual del índice de precios al consumidor de la OIT, primero hay que definir el ámbito de aplicación del índice que depende del tipo de hogares, las zonas geográficas y los bienes y servicios de consumo de esos hogares.
Por ejemplo, si se quiere construir un índice nacional, hay que utilizar el gasto en consumo de los hogares residentes en el país. Estos hogares constituyen la población de referencia. Generalmente estos datos provienen de una encuesta de gastos e ingresos de los hogares o de las cuentas nacionales. La mayoría de los institutos de estadística en el mundo elaboran las estadísticas de gastos de consumo por medio de una encuesta a hogares.
A partir de los gastos en consumo de los hogares se define la canasta de bienes y servicios para la que se medirá la variación media del precio mes a mes. También a partir de esos datos se construyen las ponderaciones de los diferentes artículos que componen esa canasta. Las ponderaciones asignadas a cada artículo de la canasta influyen en la evolución del IPC. Es importante, entonces, que para la objetividad, confiabilidad y transparencia del IPC estas ponderaciones sean de calidad. Esto significa que la fuente a partir de la que se calculan estas ponderaciones tiene una importancia decisiva.
Los bienes se clasifican en categorías semejantes en forma jerárquica utilizando alguna clasificación internacional como la Clasificación del consumo individual por finalidades (COICOP). Por ejemplo, si el bien es el limón, el agrupamiento superior, denominado producto, serían los frutos cítricos, el grupo siguiente en jerarquía, la sub clase, serían las frutas frescas, la clase serían las frutas, la siguiente clasificación, denominada grupo, serían alimentos y la última clasificación, la división, serían alimentos y bebidas. La estructura de ponderaciones de los gastos de los hogares sirve para ir pasando de jerarquía desde el producto hasta la división.
Una vez definida la canasta de bienes y servicios hay que definir procedimientos de muestreo para el universo de productos y de puntos de venta de esos productos cuyos precios se van a relevar. Para esto se necesitan dos marcos muestrales, uno que defina el universo de los puntos de venta y otro que defina el universo de artículos. Las poblaciones de puntos de venta y artículos cambian continuamente a lo largo del tiempo. Esta característica obliga a actualizar estos marcos muestrales para que mantengan la representatividad en el tiempo. Los tamaños de las muestras también influyen en la construcción del IPC. Estos tamaños deben ser lo suficientemente grandes para que la estimación del índice sea lo suficientemente precisa.
Una vez definidas las muestras de puntos de venta y artículos, se establecen los procedimientos para la recolección de precios. En estos procedimientos, entre otras cosas, se deben especificar la frecuencia y cronología de la recolección, la especificación de los artículos y la cobertura, geográfica y de puntos de venta. El trabajo de los encuestadores es sumamente importante porque la credibilidad del índice depende crucialmente de que los precios se observen y se registren fielmente. Es muy importante que los precios recolectados sean aquellos de transacciones efectivas, es decir, los pagados por la población de referencia. Los precios deben corresponder a los artículos más vendidos en el punto de venta en la semana o mes de referencia del procedimiento. Los encuestadores deben estar bien capacitados de forma tal que comprendan los procedimientos que tienen que seguir en todos los casos. Por ejemplo, ¿qué decisión deben tomar ante la desaparición de un punto de venta o de un artículo?, ¿qué deben hacer si el producto del que tienen que relevar su precio está en oferta? La recolección de datos sobre precios es una operación de campo muy compleja llevada a cabo por muchas personas que requiere que todos tomen las mismas decisiones ante la aparición de cada uno de estos problemas. Si cada encuestador tiene diferentes criterios enfrentado a cada problema, los datos recolectados no reflejarán la real evolución de los precios. Por ejemplo, si el producto que se está siguiendo en un punto de venta es la Coca Cola de un litro en envase de plástico y en un momento del tiempo la empresa decide dejar de ofrecer ese producto y lo cambia por el nuevo envase de 1.25 litros “¡con 25% más de gaseosa gratis!”; ¿qué debe hacer el encuestador? ¿No releva ningún precio porque el producto seguido no existe más? ¿Releva el nuevo precio de Coca Cola? ¿Releva el precio de artículos parecidos (Pepsi o Manaos de un litro en envase de plástico)? Si no hay un criterio común ante este tipo de casos, el IPC deja de medir correctamente la evolución de los precios.
Para asistir a los encuestadores, además de la capacitación, cada agencia estadística confecciona un manual del encuestador para complementar la capacitación ofrecida. Este manual contiene todas las recomendaciones a los encuestadores para cada caso. Por ejemplo, cómo actuar ante la desaparición temporal (artículos estacionales) o permanente (nuevo producto); qué sucede si cambia la calidad del producto (aparición de “segundas marcas”); qué hacer ante la aparición de productos o servicios parcialmente subvencionados o controlados por el estado (precios cuidados) y qué ocurre cuando un producto está de oferta.
Como el trabajo del encuestador es sumamente importante, el manual del IPC de la OIT recomienda que la labor de los encuestadores sea supervisada recolectando de nuevo los precios en los mismos puntos de venta. Esto en general se hace con una muestra aleatoria mucho más pequeña y los supervisores pasan a relevar los precios después del encuestador en el mismo punto de venta. Cada agencia estadística tiene un manual de procedimientos del supervisor.
Después de la recolección de datos, el cálculo del IPC se hace en dos etapas. Primero se calculan índices elementales para los bienes y servicios comprados por los hogares. En una segunda fase, los índices elementales se agregan para obtener los índices de las categorías superiores. Como último paso los índices de las divisiones se combinan para producir el IPC. Recuerde que todas las ponderaciones surgen de una encuesta de ingresos y gastos de los hogares de la población de referencia.
¿Cuánto demora la construcción de un índice de estas características? La recomendación internacional es de uno a dos años para permitir, entre otras cosas, la estabilización de la muestra de informantes y artículos, la reducción de los potenciales errores en la recolección de precios y para capturar precios de todos los bienes, incluso de aquellos productos estacionales. Es importante remarcar que cualquier producto faltante o desaparición de punto de venta entre un mes y el siguiente modifica el valor del IPC. Este cambio en el valor del IPC puede llegar a ser potencialmente grande (uno o más puntos porcentuales). Para evitar estas fluctuaciones es que se necesitan muchos meses de mediciones hasta estabilizar ambas muestras, de precios y de puntos de venta.
La Situación en Argentina
Hasta diciembre de 2006, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) construía su indicador de inflación siguiendo las normas internacionales de la OIT y era reconocido en la región como un organismo líder en cuestiones metodológicas relacionadas con índices de precios. La cobertura geográfica del IPC publicado era la Ciudad Autónoma y la Provincia de Buenos Aires (IPC-GBA). El Instituto estaba en las últimas etapas de la construcción de un IPC de cobertura nacional. Todo esto se vio interrumpido en enero de 2007 cuando se produjo la intervención del INDEC.
- IPC-GBA a Partir de 2007
A partir de la intervención del Instituto se dejaron de lado las recomendaciones internacionales para la construcción del IPC y el indicador publicado perdió credibilidad rápidamente. Las razones son múltiples: se dejó de capacitar a los encuestadores, se registraban precios que no correspondían a precios transaccionales, se alteró el muestreo de artículos y puntos de venta, entre otras. El resultado fue que el IPC-GBA dejó de medir la evolución de los precios adecuadamente.
Cuando esta situación se volvió insostenible, el INDEC decidió lanzar un índice de precios nacional y urbano.
- IPC Nacional Urbano
El Índice de Precios al Consumidor Nacional Urbano (IPCNu) violó todas las recomendaciones internacionales en materia de construcción de un índice de precios desde el comienzo.
En primer lugar, para medir el gasto en consumo de los hogares se utilizó una encuesta de ingresos y gastos de los hogares (ENGHo 2012/2013) de dudosa representación urbana nacional. De esta encuesta no se sabe cómo fueron construidos los factores de expansión de la muestra y no se sabe cómo fue construida la estructura de ponderaciones para la construcción del IPCNu. Esto significa que la fuente desde donde se construyen estos ponderadores está contaminada.
El procedimiento de muestreo de puntos de venta y artículos también está comprometido. No existe ningún marco muestral ni para puntos de venta ni para artículos, no se sabe cómo fueron reemplazados (si lo fueron) los puntos de venta o artículos que desaparecieron en el tiempo. Tal como lo mencionó la Directora Técnica del INDEC Graciela Bevacqua en conferencia de prensa, los encuestadores no recibieron ninguna capacitación para recoger los precios de los artículos. Esto significa que en la primera visita, y en las subsiguientes, al punto de venta cada encuestador utilizó el criterio que mejor le pareció para relevar el precio de cada artículo. No se sabe si los precios registrados en la base de datos corresponden a los artículos más vendidos en el punto de venta; si efectivamente corresponden a precios de transacciones; en los casos de artículos faltantes, temporaria o permanentemente, qué criterio de utilizó para registrar el precio; tampoco se sabe si el precio registrado corresponde a un artículo en oferta o a un producto nuevo. No se sabe si el precio registrado en la base de datos refleja fielmente el precio relevado por el encuestador. No se sabe cuál fue el tratamiento de las observaciones con precios faltantes, ni en el campo ni en el registro de los datos. Finalmente, se suspendió la supervisión de los encuestadores que regía antes de la intervención al INDEC en 2007.
Como todas estas características dan lugar a significativos errores en la construcción del IPCNu, el INDEC decidió discontinuar este indicador en diciembre de 2015 ya que no reflejaba la verdadera evolución de los precios.
- Índices Alternativos o Provisorios
¿Cuáles son las alternativas que tiene el INDEC para construir un indicador provisorio de evolución de los precios?
Una posibilidad es construir un indicador sintético utilizando los IPC provinciales. Lamentablemente, solo hay dos índices de precios que respetaron las recomendaciones del manual de índices de precios de la OIT: el de San Luis y el de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El resto de los IPC provinciales tienen alguno o todos los problemas descriptos arriba para el IPCNu. El Instituto Nacional de Estadísticas de un país no puede utilizar datos falsos para la construcción de estadísticas públicas por lo que solo quedan para la potencial construcción de un indicador provisorio dos IPC. ¿Opciones? ¿Promedio simple? ¿Promedio ponderado? ¿Cómo se definen los ponderadores? Cualquier alternativa da resultados diferentes. ¿Existe una alternativa que sea la mejor de todas? No. El INDEC optó por reportar los índices por separado como referencias de la evolución de precios hasta que se pueda reconstruir un IPC que sea confiable, transparente y objetivo. Si uno quiere un solo indicador puede construirlo a partir de las dos alternativas mencionadas u otra.
A partir de esta situación el INDEC ha comenzado la re-construcción del IPC siguiendo los lineamientos internacionales. Como se mencionó, este es un proceso complejo y largo. Es imposible que en tres o cuatro meses se pueda publicar una medición creíble del IPC.
Si queremos recuperar la confianza en las estadísticas públicas lo mejor que nos puede pasar es que el Instituto trabaje, sin presiones políticas, para obtener un IPC que sea profesionalmente independiente, honesto y transparente. Si esto no ocurre habremos perdido una oportunidad histórica.
Parece que lo mejor no va a pasar…
Lo que está ocurriendo en el INDEC es un conflicto innecesario. Primero lo primero, como señala Martin en esta entrada, rehacer un índice de precios técnicamente correcto va a tomar mucho más que dos meses. No importa cuál sea la urgencia política, los tiempos técnicos no pueden acelerarse. Sin embargo, el INDEC podría haber planteado sacar un índice provisorio satisfaciendo los tiempos políticos e informando a la sociedad que lo mejor es enemigo de lo bueno (Plan B). Lo mejor se haría en paralelo según los tiempos técnicos.
Por supuesto, mi querido familiar K, que cree que esto es lo mismo, no tiene vergüenza. Una cosa es falsear los datos, que es lo que hizo el gobierno K y otra cosa es desplazar a un funcionario –y no estoy necesariamente avalando esa decisión. Pero no todo es lo mismo.
Respecto al desplazamiento de Bevacqua, desconozco que paso. Si no se le ofreció el Plan B, el error es de Todesca. Si se le ofreció el plan B y no lo acepto, el error también fue de Todesca.
si todesca daba la inflación con unos pocos empleados y ahora necesita meses con un ejercito de empleados, o es un inutil ahora o un caradura antes.
lo mismo con esta mujer que echaron:
1) o era una inútil antes y por eso la fueron en 2007 (y en su segunda entrada al indec la echaron por lo mismo)
2) o es una técnica impoluta que hacia bien su trabajo antes y hace bien su trabajo ahora (y por eso la echaron nuevamente)
Quizás sería bueno que consideres que hay matices, no todo es blanco o negro. Quizás un técnico puede ser bueno e inflexible. Quizás un técnico cree que el estado tiene una responsabilidad que no tiene una consultora, y que esta cumplía un role cuando el estado no cumplía el suyo. Y de nuevo, no es lo mismo falsear los datos que ponderarlos de la mejor forma posible aunque no sea la forma ideal. Falsear los datos es un delito… y debería haber funcionarios presos por ello a esta altura.
El apagón estadístico (que no afecta solo al IPC) es injustificable. La acusación al IPCNu y al IPC, si bien ambos tenían problemas técnicos, era de otro orden: lisa y llanamente se sostenía que se metía mano para retocar los números. Eso no es un problema de construcción de índices, es otra cosa.
Si eso era cierto, el cambio de autoridades solucionaba rápidamente el problema: los índices ya no era «retocados» antes de su publicación y reflejaban con claridad lo que -con las limitaciones técnicas que tuvieran- debían reflejar. En ese marco, con índices honestos, aún técnicamente falible, se podía avanzar en su mejora o en el reemplazo progresivo allí donde fuera necesario, simultáneamente. En paralelo, además, se podía llamar a un concurso público para ocupar los cargos necesarios en un nuevo instituto con el perfil técnico y la autonomía que una institución de ese orden requiere, proceso que de estar bien hecho no puede demorar menos de un año.
Nada de eso se hizo. Un apagón que abarca aún estadísticos que no eran objetados, o que tenían objeciones salvables que han dejado de serlo desde el momento en que fueron discontinuados durante meses. El retorno de ex-funcionarios imputados por la comercialización anticipada de datos públicos previo a su difusión (una realidad conocida que no borra ni por un segundo las responsabilidades post-2007). Una pelea de vedettes entre funcionarios que hunde aún más (si esto fuera posible) la legitmidad de los números oficiales. Parecía imposible algo peor con el Instituto de lo que hizo el gobierno pasado. Parecía.
Muchachi, sorry, pero el Indec ahora es como madres. Pueden hacer cualquier cagada, medir todo mal, pero son impolutos….