Lo sólido se desvanece. Por Sergio Berensztein
Scioli no parece disponer de tiempo para torcer nada. Y el triunfalismo macrista puede chocar con la ansiedad. Como buen noventista, Scioli debe recordar los últimos segundos de aquel inolvidable Estudiantes-Racing de 1995: cuando parecía que todo estaba perdido, Chiquito Bossio corrió hasta el área rival, conectó un cabezazo yRead More