Angus Deaton: Premio Nobel 2015 – Consumo, Pobreza y Bienestar

Angus Deaton es Dwight D. Eisenhower Professor of Economics and International Affairs en la Woodrow Wilson School of Public and International Affairs y en el Departamento de Economía de la Universidad de Princeton. Es escocés, y mantiene cierto acento, tiene dos hijos y obtuvo su Ph.D. en la Universidad de Cambridge en 1974. He leído todos sus trabajos. Sus contribuciones a la economía han sido variadas y significativas.

El foco central de interés de Deaton es el consumidor y sus elecciones. En sus primeros trabajos, se dedicó a estudiar las preferencias de los consumidores y a estimar sistemas de demanda. Mientras que Deaton ha tenido siempre una orientación empírica (de hecho ha realizado contribuciones a la econometría), sus trabajos tienen una sólida construcción teórica. De más está decir que los sistemas de demanda estimados por Deaton satisfacen los axiomas de las preferencias, la agregación entre individuos, y las restricciones presupuestarias. Así surgió el AIDS, Almost Ideal Demand System—que es “casi” porque es sólo una aproximación, pero es “ideal” porque es una aproximación a cualquier sistema de demandas que surja de consumidores racionales (de acuerdo a la teoría microeconómica de las preferencias). El trabajo sobre AIDS ha sido elegido como uno de los 20 artículos más influyentes publicados en la historia del American Economic Review.

En los 1970s, sus sistemas de demanda se basaban sobre series de tiempo agregadas de las cuentas nacionales (con apenas algunas decenas de observaciones). El AIDS original cubre una serie de tiempo de unos 20 años. Más tarde, el surgimiento de encuestas de hogares, con el impulso fundamental de Angus, logró resaltar mucho más sus contribuciones. Entre 1987 y 1990, publicó tres increíbles artículos sobre estimaciones de sistemas de demanda para Costa de Marfil e Indonesia usando microdata en un modelo AIDS modificado donde el consumidor elige tanto la cantidad como la calidad de los bienes que demanda.

¿Para qué sirve estimar sistemas de demandas? Sirve para entender las decisiones de los consumidores y sus respuestas. Sirve para obtener elasticidades precio e ingreso que los hacedores de política económica deberían utilizar en el diseño de sus políticas. Con estimaciones de elasticidades de demanda, es posible evaluar los efectos de los impuestos, es posible diseñar sistemas impositivos óptimos, es posible predecir efectos indirectos y dinámicos de las políticas públicas. Deaton ha explorado estos temas. Algunos de sus más trabajos más inspiradores son sobre impuestos y políticas impositivas.

Deaton ha realizado importantes contribuciones en temas relacionados con otra dimensión de las preferencias de los consumidores: el proceso de decisión de consumo-ahorro. En una serie de papers escritos durante los 1980s, Deaton analizó los determinantes de la fracción del ingreso o riqueza que un individuo asigna al ahorro. Estas contribuciones alertaron a la profesión sobre ciertas inconsistencias entre las regularidades observadas en la data y el modelo de elección intertemporal con un consumidor (agregado) representativo. Como consecuencia, quedó en evidencia la importancia de incorporar en el análisis las decisiones individuales y las distintas restricciones (por ejemplo de liquidez) que los individuos enfrentan. Las implicancias de estos trabajos para los avances en macroeconomía han sido sumamente influyentes y relevantes.

Otra magnífica contribución de Deaton ha tenido que ver con el surgimiento de las encuestas de hogares en países en desarrollo y en países de bajos ingresos. También hizo fenomenales avances en la medición del desarrollo, de la pobreza, del bienestar y del nivel de vida. La interacción de Deaton con el Banco Mundial fue instrumental para el nacimiento del LSMS, Living Standard Measurement Study, que es el origen de la profusión de encuestas de microdata que hoy disponemos para una larga lista de países. Las contribuciones de Deaton en el análisis de encuestas de hogares son asimismo numerosas. Ha contribuido conceptualmente a mejorar la medición del nivel de vida, enfatizando información sobre gastos más que sobre ingresos. Ha contribuido técnicamente a mejorar las comparaciones intertemporales e internacionales de niveles de vida, de pobreza y de bienestar, a través de su perfeccionamiento de la medición de índices de precios y de índices PPP. Utilizando algunos de los surveys que ayudó a realizar, Deaton estudió importantes aspectos de la microeconomía y la microeconometría del desarrollo. Algunos ejemplos notables incluyen la relación entre ingreso y nutrición familiar, el costo de la crianza de los niños, la discriminación intra-familia, el análisis de pseudo-paneles, el uso de econometría no-paramétrica, y la economía de la salud.

Conozco personalmente a Angus Deaton desde 1999, cuando tomé su curso de econometría aplicada en Princeton. Más tarde ese mismo año, Angus aceptó ser mi director de tesis, junto con Gene Grossman. Tuve el privilegio de interactuar con Deaton extensamente. En 2000, Princeton inauguró el Wallace Hall, que albergaría a la comunidad dedicada a estudiar desarrollo económico en el Departamento de Economía. Deaton me ofreció ocupar una oficina en el edificio para trabajar en mi tesis. Obviamente acepté. Mis reuniones con él para discutir mis avances eran fascinantes. Las recuerdo con mucha satisfacción y con algo de nostalgia.

En mi caso, sus enseñanzas trascienden la teoría y la práctica de la economía y la econometría. Trabajando con él aprendí a valorar los detalles—a veces invierto varios días solo en escribir un párrafo de mis papers. Algunos detalles pueden parecer pequeños pero muchas veces pueden magnificar el valor de un trabajo académico. Rescato también su insistencia en la importancia del pensamiento crítico, no sólo en cuestiones centrales a un paper o a una tesis (lo que es obvio), sino también en aquellos detalles. Recuerdo en particular un comentario que Angus me hacía repetidamente en la introducción de mi tesis. Como mis reuniones con él eran finitas y sus comentarios y conocimientos (casi) infinitos, yo optaba, repetidamente, por ignorarlo. Al final, me di por vencido y decidí discutir su punto. Conceptualmente, ha sido probablemente la más fructífera y valiosa discusión que he tenido con él.

Haber elegido a Deaton como mentor de tesis ha sido la decisión más trascendente de mi vida profesional. Fue mi mentor durante mi Ph.D., ha sido mi mentor desde entonces, y siempre lo seguirá siendo. Post Ph.D., lo he consultado en muchas ocasiones—incluso una hace unos pocos meses!—y lo seguiré haciendo.