Había escrito otro post que quedará para otro momento. Hoy voy a volver sobre algunas cuestiones fundamentales sobre las que he escrito en el pasado, pues creo que no pueden esperar hasta el próximo mes. El 14 de Noviembre de 2008, en un artículo publicado en el Semanario El Economista escribí: “Lamentablemente, durante el último lustro los argentinos hemos visto, demasiado pasivamente, cómo la esfera estatal ha avanzado desmesuradamente sobre la esfera privada. Ello terminará, más temprano que tarde, asfixiándonos a todos”. ¿Perseveraremos en esta dirección? Tristemente, creo que sí.
El gobierno quiere avanzar ahora desmesuradamente sobre el sector privado, nombrando directores políticos en muchas firmas privadas grandes. Esta resolución se tomó sorpresivamente mediante un decreto de necesidad y urgencia que cambió la letra y el espíritu de una ley. Esto de por sí es grave, pero no es la principal cuestión que quiero debatir hoy. Aun, si no hubiese objeciones legales, y seguramente habrá comentarios argumentando que no las hay, mi opinión es que sería muy grave avanzar en esta dirección.
Por supuesto, el cambio recurrente y arbitrario en las reglas de juego genera mucha incertidumbre económica y política que afecta severamente la inversión privada y la asignación de recursos en la economía. Pero, la verdad, creo que ese no es el principal riesgo hoy. Los inversores, nacionales y extranjeros, hace tiempo ya que están convencidos sobre las verdaderas intenciones del actual gobierno. El riesgo hoy es, concretamente, el avance desmedido del Estado sobre el resto de la sociedad.
Primero una cuestión fundamental, que ya he señalado antes acá: Una sociedad moderna está basada en la especialización. Como bien sabemos, para poder obtener ganancias de la especialización, es imprescindible el intercambio entre las partes. Dicho intercambio se basa en acuerdos que se deben hacer cumplir. Si bien, en ciertos casos, las partes involucradas podrían comprometerse a cumplirlos, en general, ello es más probable cuando un tercero impone las normas. Un tercero que implemente las reglas puede moldear los incentivos de las partes de modo que el beneficio neto que obtengan de interactuar sea mayor que el que alcanzarían si no lo hicieran. Por lo tanto, una economía moderna necesita de una organización (Estado) que haga cumplir los acuerdos entre terceros. Sin embargo, esta capacidad de velar por el apego a las normas, requiere del desarrollo del Estado como una fuerza coercitiva. Lo cual implica que aquellos que manejan el gobierno pueden utilizar la fuerza pública en forma discrecional (y para beneficio propio). Así como el Estado puede proteger los derechos de propiedad también puede violarlos. Toda sociedad moderna enfrenta este dilema: Cómo limitar el poder predatorio del Estado sin debilitar su capacidad de imponer las normas.
Supongo que a esta altura está claro que tengo un gran respeto intelectual por mi colega, Douglass North. Su último libro, junto a John Wallis y Barry Weingast, ofrece una visión muy interesante de este problema. En otro post futuro, me dedicaré en detalle a este trabajo. Hoy sólo quiero rescatar su idea principal. Estos autores argumentan que hace aproximadamente 10.000 años se desarrolló un orden social basado en arreglos institucionales que limitaban, por un lado, la competencia económica y, por otro lado, el acceso a las organizaciones sociales a grupos minoritarios de la sociedad (elites), pero que aun así fue exitoso en controlar la violencia, garantizar el orden social y permitir una mayor producción a través de la especialización y el intercambio. Llaman a este orden social, el Estado Natural. También argumentan que, por el contrario, un puñado de las sociedades ricas desarrolló un orden social basado en la competencia económica y política. Llamémoslo orden social basado en el libre acceso a los mercados y organizaciones sociales y políticas (open access social order). Obviamente, estas sociedades fueron mucho más exitosas que el resto.
Hay mucho para discutir sobre estas ideas. Sin embargo, en líneas generales, estoy de acuerdo con estos autores en que para mantener un orden social basado en el libre acceso a los mercados y organizaciones sociales y políticas, es necesario tener cierto grado de competencia tanto en la esfera política como en la esfera económica.
Un sector privado donde imperan las súper rentas económicas tratará siempre de controlar el sistema político para perpetuar las mismas. Una arena política donde no hay competencia, le permitirá a quienes detenten el poder suprimir, en la práctica, la división de poderes y avanzar sobre el sector privado, distorsionando el buen funcionamiento económico y ahogando el crecimiento económico de largo plazo.
Una buena organización social, entonces, necesita competencia económica y política. Según estos autores, a la sazón, sería ésta la única forma que hemos encontrado hasta ahora para limitar el poder predatorio del Estado sin debilitar su capacidad de imponer las normas. Lamentablemente, en Argentina, hoy no tenemos ni lo uno ni lo otro. Y así nos va.
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Por un lado, no me parece necesario que el Estado tenga directores en las empresas privadas en las que tiene invertidos los fondos del sistema de jubilaciones y pensiones. Más aún, viendo cómo se están dilapidando los fondos ahorrados en ese sistema durante una década, no creo que se pueda argumentar que este gobierno pueda contribuir en algo al buen manejo de los mismos.
Creo que el gobierno simplemente busca aumentar su control sobre la sociedad, lo cual me parece muy peligroso. Imagino que antes que velar por el ahorro de los ciudadanos -algo que el mercado de capitales correctamente regulado, podía hacer por sí solo- el gobierno quiere estimular aún más el consumo por sobre la inversión, influyendo sobre la distribución de dividendos de las firmas en cuestión.
Pero por sobre todo, considero que el gobierno busca disciplinar políticamente a los empresarios, una zoncera que, en el mediano plazo, siempre termina generando malos resultados (para un ejemplo reciente, ver este excelente post de Emilio).
Lamentablemente, como en otras oportunidades durante la última década, me angustia ver las respuestas políticas al avance depredador del Estado sobre la economía. No puedo ser optimista si ellas representan las creencias mayoritarias de nuestra sociedad.
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Por supuesto, no faltará quien diga, nos va muy bien. Hemos crecido mucho en los últimos años. Por un lado, como he señalado anteriormente, Argentina no tuvo un crecimiento tan espectacular como quiere hacernos creer el Gobierno. Hay que tener en cuenta que entre 1998 y 2002, el PBI había caído un 20%. Si se considera esta baja, el crecimiento del producto potencial durante la gestión de los Kirchner no fue nada del otro mundo. Por ejemplo, el crecimiento anual promedio verdadero del período 1999-2010 fue de aproximadamente un 3%, muy lejos del 10% de crecimiento de China, y por debajo incluso del 5% de Perú. La Argentina no solamente no creció a tasas chinas, sino que tendencialmente lo hizo por debajo del ritmo al que se expandieron nuestros vecinos más cercanos.
Por otra parte, este crecimiento no sólo está en gran medida impulsado por condiciones internacionales muy favorables al país, y a la región en general, sino que, y más grave aún, no es sostenible en el tiempo pues está también basado en otra de las grandes zonceras nacionales: el populismo, definido como un modelo que distorsiona, de forma insostenible, las decisiones de consumo/ahorro para estimular el crecimiento presente sobre la acumulación de capital, y por tanto el consumo futuro.
Sin embargo, es importante aclarar que yo estoy a favor de un alto nivel de redistribución en América Latina. Esto lo he escrito en muchos lados anteriormente (ver, por ejemplo, acá). El capitalismo ha demostrado ser una forma de organización económica extremadamente eficiente, aunque, lamentablemente, no siempre produce una distribución de la riqueza compatible con el desarrollo de una organización democrática estable. El gran desafío de toda sociedad es entonces compatibilizar incentivos capitalistas con una distribución de la riqueza compatible con el desarrollo de una sociedad democrática y equitativa. En mi opinión, un sistema tributario progresivo y un gasto público orientado a proveer igualdad de oportunidades es la forma más eficiente que poseen los gobiernos para crear una sociedad capitalista y equitativa.
Sebastián,
Muchas gracias por haberte tomado el trabajo de escribir esta nota cuando ya tenías otra para publicar. Ante las señales de radicalización de un gobierno que mira con envidia el margen de maniobra que tiene Chávez en Venezuela es necesario aportar nuestro granito de arena en resaltarlas (hoy escribí un post al respecto haciendo notar que el aumento de directores es una forma de repartir «cargos» dentro de la interna del gobierno, y que las empresas pueden neutralizarlo si lo desean). No hay que dejar que se engañe a la población con la supuesta moderación de Cristina. Ese truco funcionó en 2007, y lamentablemente podría volver a funcionar. Abrazo,
martín
Hola Martín. Gracias por tu comentario. Mi nota refleja mi opinión. Más allá de si este hecho termina siendo más o menos problemático para el funcionamiento de la economía, no puedo dejar de señalar cuanto me preocupa el rumbo de las cosas en Argentina.
Solo me anima expresar mi opinión. Estoy seguro, sin embargo, que la misma no tiene impacto en la opinión pública. Creo que la sociedad argentina está profundamente dividida en sus intereses, pero también está muy confundida sobre los mismos.
Sebastián, disculpá mi ignoracia, pero ¿exactamente por qué está mal que el estado tenga participación en las empresas que tienen capital estatal?
No termino de entender el problema, si pone plata, ¿por qué no debería tener un manejo igual al de los privados, como cualquier persona que participa en una empresa?
Si meterse en las empresas estuviera mal, entonces directamente habria que prohibir que el estado participe en esas empresas y que ponga la plata en otro lado. Es decir, que venda su parte de la torta.
Es el estado el que participa. No el gobierno. No me meto en el tema legal porque vos mismo decis que no es lo que te interesa analizar.
Nicolás, el estado no puso plata en las empresas. Los aportantes a las AFJP la pusieron, pero el interrogante que vos planteas muestra que la reestatización de los aportes acumulados en la cuenta de cada futuro beneficiario fue una especie de expropiación de cada una de las cuentas de capitalización cuyos fondos estaban colocados, entre otras cosas, en acciones. dicho esto, coincido en que si alguien tiene una participación accionaria debiera tener derecho a voto.
Mi punto es que es importante mantener un balance entre la esfera privada y estatal. En mi opinión, el Estado está avanzando desmesuradamente sobre la esfera privada. Esto no implica que yo crea que el Estado no tenga un role muy importante en la sociedad. Por el contrario, creo que es la organización más importante de la sociedad.
¿Para qué necesita el Estado esos directores en estas empresas? Simplificando un poco, a los ahorristas, lo que les interesa que hagan estas empresas es maximizar los beneficios económicos. Si una firma no está haciendo eso, entonces, el administrador de un portafolio de inversión debería buscar otros activos más rentables para los mismos.
Yo no creo que estos directores estatales tengan como objetivo ayudar a las firmas a maximizar sus beneficios. Creo, por el contrario, que tienen otros objetivos políticos, que no sólo van a atentar contra ese objetivo, sino que además van a debilitar aún más los pesos y contrapesos sociales.
Finalmente, me parece, como dice alguien abajo, que la sociedad argentina se mueve entre un extremo y otro, y yo creo que lo importante es el balance.
Sebastián nos podrías explicar la forma en que, según vos decís, se están dilapidando los fondos ahorrados durante una década en el sistema de jubilaciones y pensiones?
clarin.comhttp://www.clarin.com/politica/Cuestionan-ANSeS-uso-plata-jubilados_0_663533687.html
Dejo un par de cosas que me hicieron un poco de ruido al leerlas:
1- «El 14 de Noviembre de 2008, en un artículo publicado en el Semanario El Economista escribí: “Lamentablemente, durante el último lustro los argentinos hemos visto, demasiado pasivamente, cómo la esfera estatal ha avanzado desmesuradamente sobre la esfera privada. Ello terminará, más temprano que tarde, asfixiándonos a todos”. ¿Perseveraremos en esta dirección? Tristemente, creo que sí.»
Te podría decir lo mismo de la década anterior: ahí vimos como la esfera estatal se retrotrajo completamente dejando a la esfera privada total libertad de acción y así nos fue. No volvamos a caer en los mismos errores…
2- «Por supuesto que el cambio recurrente y arbitrario en las reglas de juego genera mucha incertidumbre económica y política, y esta afecta severamente la inversión privada y la asignación de recursos en la economía.»
¿Ejemplos de esto? Mirando solamente el dato I/PBI esto no parecería estar sucediendo.
3- «Por un lado, no me parece necesario que el Estado tenga directores en las empresas privadas en las que tiene invertidos los fondos el sistema de jubilaciones y pensiones.»
¿Por qué no? Si el Estado es socio minoritario de estas empresas, ¿cuál sería la razón por la cual no debería por lo menos monitorear las decisiones de la empresa que afectan sus fondos invertidos en la misma?
4- «Más aun, viendo como se están dilapidando los fondos ahorrados en ese sistema durante una década, no creo que se pueda argumentar que este gobierno pueda contribuir en algo al buen manejo de los mismos.»
De vuelta: ¿ejemplos de que el Estado esté «dilapidando los fondos ahorrados»?
5- «Imagino que antes que velar por el ahorro de los ciudadanos -algo que el mercado de capitales, correctamente regulado, podía hacer por sí solo- el gobierno quiere estimular aún más el consumo por sobre la inversión, influyendo sobre la distribución de dividendos de las firmas en cuestión.»
Supongo que acá no estarás haciendo alusión al caso argentino, donde el mercado de capitales mostró su ineficiencia para velar por el ahorro de los argentinos…
Saludos.
«No aceptamos por qué no dicen cómo se distribuyeron los 6.400 millones de pesos acumulados en los años anteriores», anunció el titular del organismo, Diego Bossio.
Kiciloff dijo ayer que quiere influir para que Siderar venda más barato en el mercado interno y para que no invierta tanto afuera…
Segun Eduardo Amadeo, CFK quiere controlar las utitlidades de Techint, pero no controla las de sus socios en YPF, quienes nos estan dejando sin reservas
Y de paso dejo un post que armé sobre el tema:
http://estructuradesequilibrada.blogspot.com/2011/04/un-aporte-la-discusion-sobre-la.html
Saludos!
Fernando.
El hecho de haber obtenido malos resultados cuando » la esfera estatal se retrotrajo completamente», no implica que un gran avanze sobre el sector privado traiga buenos resultados.
Lamentablemente en la Argentina solemos saltar de un extremo a otro en muchos temas, y más particularmente en este; el rol del estado.
Esta claro que, como en la mayoriade los casos (creo que todos) , lo ideal es lograr un equilibrio.
En el caso de los noventa, el porcentaje asignado al estado tendia a 0.
Obviamente que nadie esta de acuerdo con eso (y no por eso se busca el otro extremo).
La discusión sería entonces cual es ese equilibrio y que ponderación tiene allí cada uno.
Observa que el articulo sugiere que «Una buena organización social, entonces, necesita competencia económica y política» e incluso finalmente su autor aclara «de un alto nivel de redistribución en América Latina».
Esa respuesta fue en relación al punto 1, que entiendo es el debate de fondo.
Los demas items son más bien un corolario de este, y tambien posibles argumentos para justificar una posición o la otra.
De todos modos te sugiero algunas nuevas lineas de pensamiento para los otros puntos.
2. Es interesante verse a uno en relación a los demas. Particularmente en relación a paises con caracteristicas similares.
3. Es la misma discución que el punto 1. Pero de todos modos, si la idea es monitoriar, el estado tiene organismos/instituciones que se encargan particularmente de controlar, por ejemplo la AFIP, la Comisión nacional de Defensa de la competencia, etc.
4. No hay peor ciego que el que no quiere ver
5. Nuevamente lamento doblemente la experiencia de los 90. Además todo el mal real que causó, hizo que mercado/libremercado/mercado de capitales sean mala palabra.
Saludos
Nicolás, aún estamos esperando la respuesta al punto 4 que marcó Best Seller. Usted dice que no hay pero ciego que el que no quiere ver, yo digo que no hay peor expositor de ideas que aquel que no es capaz de construir argumentos sólidos. Insisto que nos gustaría conocer sus argumentos sobre la «forma en que se están dilapidando los fondos ahorrados durante una década en el sistema de jubilaciones y pensiones».
Fernando,
La afirmación «no hay peor ciego que el que no quiere ver» fue en sentido de que me parece bastante evidente ese tema. Si bien puede resultar agresivo no fue esa la intención y tampoco me gustaría que eso impida un posible intercambio de ideas.
Con respecto a ese tema, me parece que ciertos subsidios a determinada catagoria, el caso de futbol para todos, el hecho de que El Fondo de Garantía de Sustentabilida tenga un 60% de titulos públicos me despierta cierta sospecha.
De todos modos este punto me parece el menos relevante para el tema de fondo que estamos debatiendo.
Saludos
lanacion.com.arAca hay una nota complementaria de Pagni en el diario La Nacion:
http://www.lanacion.com.ar/1367297-la-coherencia-kirchnerista-mas-en-duda
Sebastían, creo que sería muy importante mostrar datos sobre las conclusiones a las que llegas, porque, en el caso de no existir datos fidedignos de la «perjudicial intervención» del estado por sobre la esfera privada, estamos simplemente frente a un posicionamiento fiel a un paradigma de pensamiento, no hechos.
Por otra parte, cabe destacar que la discusión que en estos momentos se está teniendo frente a la posibilidad de ingerencia o no del Estado, tiene que ver más a un posicionamiento político ideológico que científico. Sírvase para esto la discusión señalada en «Racionalidad e irracionalidad en Economía» de Maurice Godelier sobre la pertinencia de los diversos sistemas políticos y de su defensa por grupos de poder.
Es necesario por otra parte tener en cuenta que el Estado al tener la participación accionaria en determinadas empresas le da de iure la posibilidad de tener una participación activa. Se quiere acaso que el Estado venda todas acciones para asegurar el correcto desempeño de la actividad privada? Creo que todos tenemos memoria sobre las consecuencias nefastas a las que llevó dicho proceso y no hace falta recordarlas.
Me gustaría saber si es que existen datos sobre el desempeño de los fondos acumulados durante la vigencia de las AFJP y de los papeles en los que estas invirtieron el dinero acumulado. Digo así de una vez por todas acabamos con especulaciones sobre el tema y evitamos la simplificación del dogmatismo privatista (si existen estos datos, y me equivoco lo asumiré responsablemente).
una pregunta más… recuerdan el desempeño de I+D/PBI (dato importante si los hay) durante el apogeo de las buenas señales a los privados en la década de los 90 en Argentina?
Saludos 08104446590
Según Joaquín Morales Sola hoy, “El gobierno de Cristina Kirchner pasó del amplio superávit fiscal de Néstor Kirchner al déficit fiscal durante el año 2010. El déficit no aparece en las cuentas del Estado porque está disimulado por la transferencia de dinero del Banco Central y por los recursos que la Anses obtiene de las utilidades de los fondos que pertenecían a las viejas AFJP. Esto explica un fragmento, al menos, de la reciente vocación del Gobierno para meterse en las empresas que le pidieron préstamos al antiguo sistema privado de seguridad y ahora le deben al Estado kirchnerista. Más directores estatales no significarán más poder de decisión en las empresas, pero sí más poder de presión para que las utilidades no se deriven a la inversión, sino al financiamiento de un Estado deficitario. ¿Cómo explicar, si no, que el Gobierno haya rechazado la oferta de varias empresas de saldar en el acto sus viejos créditos?”
Pero ojo, que la presión no terminara allí. No me sorprendería si también hubiese más presión para limitar las importaciones de estas firmas. O para que no pusiesen publicidad en los medios de comunicación que el gobierno considera enemigos …
Como señala hoy Eduardo Vander Kooy, “En el pleito que lidera con la siderúrgica Techint está el espíritu siempre latente de una mayor intervención del Estado pero, sobre todo, un objetivo político: el de encorsetar a la única empresa argentina de proyección transnacional. El kirchnerismo supone que ese poder económico sería un escollo para sus planes políticos. El Gobierno se pelea con empresas e ignora a la oposición, con la cual deberá competir en octubre.”
El lado positivo es que hay material para un nuevo paper: «Corporate Governance Quality: A Natural Experiment in Argentina»
Animo!
El prestigioso diario norteamericano The Wall Street Journal se pregunta si la Argentina podrá «soportar» otros cuatro años con lapresidenta Cristina Kirchner al frente del Poder Ejecutivo.
«Aquíno hay ningún misterio. Kirchner sigue las teorías económicas no sólode Chávez, sino también de Juan Perón. La Presidenta quiere que elcontrol estatal sobre la industria apuntale su poder».
Asílo afirma la periodista Mary Anastasia O´Grady al analizar la gestiónde los Kirchner en el país y argumentar que «pocos expertos» confían enque la Argentina «pueda soportar otros cuatro años de demagogia yprogresivo autoritarismo».
En su columna de opinión, publicada hoy en la versión digital del periódico,O´Grady plantea que, por un lado, están quienes sostienen que elmatrimonio convirtió al país en «una bomba de tiempo económica» y que,por ende, «ella debería seguir al frente».
Pero,en el otro extremo, se ubican quienes entienden que conferirle otromandato «conlleva grandes peligros», y temen que su modelo se parezcacada vez más al de su mentor venezolano Hugo Chávez, que «durante 12años demolió con gran constancia los mecanismos económicos, políticos ylegales que habitualmente funcionan como los pesos y contrapesos delpoder ejecutivo». Para este sector, Cristina «podría tener prisioneroal país» hacia el 2015.
A medida que avanza eltexto, la periodista brinda ejemplos contundentes del panoramaesbozado. Como prueba de esto, sostiene que la Presidenta brindó en lasúltimas semanas otro «enérgico paso» en la consolidación de su podereconómico al «intentar obligar a empresas que cotizan en bolsa a darleal Gobierno asientos en sus directorios».
Muy buen post Galiani! El secreto esta en la división del poder, tanto de mercado, como político.
ieco.clarin.comhttp://www.ieco.clarin.com/empresas/Gobierno-volvio-vincula-Techint-dictadura_0_478152385.html
Se viene la revolucion de izquierda en Argentina. Agarrate Catalina:
http://adandeucea.blogspot.com/2011/05/entrevista-roberto-feletti-estamos.html
clarin.comClarin da cuenta de lo mismo. Se viene la radicalizacion del populismo! Que desastre hermano ….
http://www.clarin.com/politica/Gobierno-profundizar-intervencion-sector-privado_0_481151961.html
Obviamente, esta es una opinión, pero creo que si Cristina fuese reelegida, es probable que el gobierno termine radicalizando el populismo, lo cual me preocupa mucho.
Ahora ya tendrá el escenario «real» para hacer el examen de la posible radicalización del populismo, cosa que creo no ha sabido definir con precisión. Porque si populismo es el gobierno de Chavez y populismo es también el gobierno de Cristina, me parece que hay una gran diferencia en muchas de las políticas implementadas entre los dos gobiernos. Amanecerá y veremos…..por ahora a buscar otro candidato para 2014 porque el hijo de Alfonsín….sin comentarios, es sólo eso, el hijo de Alfonsín.
No creo que se trate simplemente de encontrar un buen candidato, aunque entiendo que en Argentina ese tipo de formulas mágicas tienen mucha adhesión –hasta que todo sale mal, obviamente! Sin embargo, estoy de acuerdo con vos: la situación actual de los partidos políticos en Argentina dista mucho de proveer esperanzas…
Sebastián, parece que tenias razón, se está radicalizando el populismo tras la reelección de Cristina!
Y avanzan…
https://dev.focoeconomico.org/2012/03/12/la-reforma-del-banco-central-o-la-legitimacion-del-zafarrancho/#more-1432
Alejo, ¿aún cree que hay muchas diferencias entre el Chavismo y el Kirchnerismo? Yo sigo pensando que son dos proyectos autoritarios, retrógrados, y populistas. Quizás el Chavismo haya tenido mayor éxito en consolidar lo malo, pero las intenciones son las mismas.
Interesante artículo de JMS hoy en la Nación. Disiento con el título. Es un golpe de Estado a la democracia constitucional.
http://www.lanacion.com.ar/1572568-golpe-de-estado-al-poder-judicial
Muy bueno Galiani! Como vos bien dijiste, con la reelección de Cristina, y al no haber un contrapeso político, se profundizaría el populismo y el choreo a mano alzada!
Si, lamentablemente, no me equivoque! Hubiese preferido hacerlo, pero era todo tan previsible…
Buena predicción Sebastián!
Cuál es la racionalidad para justificar que la Fundación Madres de Plaza de Mayo construya viviendas?
lanacion.com.arSebastian, tenias razon. Los directores estatales estan presionando a las empresas a redistribuir mas. Consumo por sobre inversion. Populismo puro.
http://www.lanacion.com.ar/1383677-por-presion-de-la-anses-pagan-mas-dividendos-las-empresas
lanacion.com.aruna zoncera que ahora tiene el apoyo del 50% de los que votaron! y avanza …
http://www.lanacion.com.ar/1399506-temen-que-despues-de-octubre-crezca-el-clima-antiempresarial
lanacion.com.arSebastián, tal cual vos los anticipas en este post, el autoritarismo avanza a pasos agigantados:
http://www.lanacion.com.ar/1433662-la-alarmante-devaluacion-de-la-democracia
Avanzan, avanzan: http://lapoliticaonline.com/noticias/val/78893-6/guerra-de-medios-embestida-judicial-de-vila-manzano-para-quedarse-con-cablevision.html
Esther, una cosa sorprendente del artículo de Morales Sola es que señala que el único limite al gobierno es Moyano. Ello muestra dos cosas. Por un lado, en un sentido muy claro, la división de poderes republicanos no es efectiva hoy en Argentina, y por tanto, no hay democracia en un sentido pleno. Por otro, que el limite, es el límite de las mafias!
Asi es Esther! Es tiempo de que las personas de bien dejen sus cargos en este gobierno pues el mismo esta por cruzar la linea de la democracia!
La Constitución protege a la libertad de prensa en varios de sus artículos, pero además le prohíbe al Congreso legislar contra esa libertad. Decenas de legisladores oficialistas y sus aliados han votado contra la letra y el espíritu de la Constitución en una de las mayores deserciones masivas de los compromisos institucionales que se recuerden. La historia los recordará cuando describa un tiempo en que se usaron los nobles mecanismos de la democracia para ahogar a la democracia.
lanacion.com.arOtra vez, en Argentina, un gobierno electo popularmente termina con la libertad de Prensa! Otra vez, ese gobierno es Peronista!
http://www.lanacion.com.ar/1435081-es-ley-el-control-del-papel-para-diarios
Say no more: «Hace pocas semanas, la AFIP embargó cuentas corrientes de muchos argentinos, que ni siquiera habían sido notificados de que tenían causas abiertas en la Justicia por parte de la agencia impositiva. La AFIP lo hizo respaldada en una arbitraria resolución de hace más de diez años, que autorizaba los embargos sin sentencia judicial. Incumplió otra vez una orden de la Corte: ésta declaró inconstitucional, hace mucho tiempo, aquella resolución. No importa. El Gobierno necesitaba con urgencia esos recursos.»
lanacion.com.arMás atrocidades de la vida cotidiana en una sociedad sin pesos y contrapesos:
http://www.lanacion.com.ar/1436072-cont-un-caso-que-se-le-reprochara-al-kirchnerismo
lanacion.com.arSebastian,
Atraso cambiario, economía cerrada sin reglas (http://www.lanacion.com.ar/1448034-todo-el-poder-en-manos-de-un-solo-hombre), atraso tarifario, Malvinas. Efectivamente, la radicalización del populismo!
heritage.orgclarin.comEste indicador de libertad económica (http://www.heritage.org/index/ranking), bastante utilizado en el mundo, sugiere que la injerencia del gobierno en la economía ha superado ya con creces los niveles deseables. Ver nota de Clarín: http://www.clarin.com/politica/Baja-Argentina-ranking-libertad-economica_0_650934955.html
Por su puesto, todos estos rankings son imperfectos. Pero su tendencia, lamentablemente, me parece que refleja la marcha de la política económica en Argentina.
ieco.clarin.comSebastián, tal cual vos lo predecís en este artículo, el avance del Estado sobre el sector privado continúa:
http://www.ieco.clarin.com/economia/Gobierno-rechazo-YPF-crece-tension_0_668333204.html
Como vos decís, avanzaran hasta asfixiarnos!
Saludos!
lanacion.com.arRecomiendo a todos los que estuvieron interesados en esta entrada leer este reportaje muy interesante a Guillermo Calvo:
http://www.lanacion.com.ar/1463363-calvo-se-van-a-ir-los-ahorros
lanacion.com.arAcá hay una nota interesante de Eduardo Finanza sobre la descomposición política del país y la expropiación de Repsol que vale la pena leer en relación a esta entrada:
http://www.lanacion.com.ar/1466638-la-descomposicion-politica-del-pais
lanacion.com.arEn esta entrada, argumentábamos que el gobierno venia avanzando peligrosamente sobre la sociedad civil. Para ello, era instrumental, la falta efectiva de división de poderes. La concentración del poder, nunca resulta en algo bueno, lamentablemente. En este artículo (http://www.lanacion.com.ar/1469066-la-estrategia-del-miedo), Joaquín Morales Sola, no cuenta como ese avance continua, y alcanzando niveles autoritarios.
Sebastian, tal cual vos lo decís en tu nota del Semanario El Economista de 2008: “Lamentablemente, durante el último lustro los argentinos hemos visto, demasiado pasivamente, cómo la esfera estatal ha avanzado desmesuradamente sobre la esfera privada. Ello terminará, más temprano que tarde, asfixiándonos a todos”.
Hoy, en La Nación: “Desvalijar al ya castigado sector agropecuario o resignarse a no pagarles a los empleados públicos el sueldo y el medio aguinaldo de junio. La provincia de Buenos Aires tiene más de 500.000 empleados en la administración pública. «Y los municipios podían estallar», dramatizaron cerca del gobernador. La pregunta sobre por qué aceptó firmar una medida tan impopular tiene su respuesta en la otra alternativa con que contaba. Se hubiera convertido en el primer gobernador, desde la crisis de 2001 y 2002, en atrasar el pago de salarios y aguinaldos.
La segunda novedad claramente percibida es que el peronismo gobernante (y, sobre todo, el kirchnerismo) decidió transferirle a la economía privada la carga de una larga fiesta de dispendios. El gasto público está en su mayor porcentaje histórico sobre el total del PBI. Inmerecido aumento del empleo público, subsidios inexplicables a casi todos los sectores sociales, obras públicas con precios desorbitados y arbitrarios, y una manifiesta desconfianza en la gestión privada de la economía. Esos han sido los trazos de la administración económica del kirchnerismo en sus nueve años de poder.”
Saludos.
Laura
… «La Presidenta está tan dispuesta a no cambiar nada que se niega a reconocer el efecto depredador del impuesto a los ganancias para la mayoría de los salarios. Podría negociar menores subas salariales a cambio de un aumento en el mínimo no imponible. Pero eso significaría una merma en la capacidad recaudatoria del Estado y, por lo tanto, una disminución de los recursos de los que dispone el Gobierno.»
Morales Sola se acerca hoy a algunas conclusiones que sacábamos acá:
“Vale la pena seguir la huella del relato. Ofensiva contra la Justicia y reconciliación con Irán. Todo se consumó en 48 horas. El gobierno de Cristina Kirchner ha salido de órbita . El intervencionismo en la economía terminó en un estatismo sin vueltas. Toda la economía es ahora del Estado o parece serlo. El populismo político recaló en dosis cada vez más grandes de autoritarismo. El cambio de lo malo a lo peor no debería sorprender porque es la dinámica natural de estos procesos.”
Obviamente, en Argentina ya no hay democracia, y las libertades individuales están cada día más en riesgo.
Ah, y seguimos sin tener oposición política organizada al Kirchnerismo.