Hace cerca de un año compartí con los lectores de Foco la hipótesis de que los países de nuestra región viven en una trampa de la que es difícil escapar. La lógica es simple y se da en tres pasos en una cadena causal. Primer paso: la oferta de bienes públicos es muy pobre. Segundo paso: quienes pueden suplen las carencias resultantes de forma privada. Tercer paso: la demanda por bienes públicos cae, pues aquellos con medios e influencia dieron el segundo paso y no tienen interés en la oferta pública. El cuarto paso no es otra cosa que regresar al primero. Sin presión de los ciudadanos, la oferta de bienes públicos permanece baja. Y así, reproducimos este círculo vicioso y nos cuesta salir de él.
Hace poco, fui invitado a dar una charla TEDx, y decidí tocar este tema. Compartí la que creo es la causa fundamental que sostiene esta realidad: nuestra tradición de fuerte desigualdad económica y, sobre todo, de desigualdad política. El segundo paso en la trampa reproduce pero, sobre todo, está sustentado en la desigualdad. En la charla, además de elaborar estos puntos en mayor detalle, doy varios ejemplos de las implicaciones de la trampa, no sólo para los bienes públicos sino para nuestro comportamiento social. Van desde el paramilitarismo hasta las fiestas de los vecinos. Estoy seguro que los lectores de foco podrán pensar en ejemplos de sus países que comparten la lógica de los ejemplos colombianos que presento.