Partidos nacionales y locales: ¿más de lo mismo?

A lo largo de las últimas dos décadas, nuestro país ha tenido seis elecciones regionales y municipales, las mismas que han visto la competencia entre un importante contingente de partidos nacionales y locales[*].  Si bien existe una copiosa literatura que busca explicar los condicionantes de la crisis y precarización del sistema partidario peruano desencadenada en los años 90s, es poco lo que se conoce sobre la dinámica de los partidos sub-nacionales y la performance de ambos tipos de organizaciones en las elecciones locales. 

Este artículo presenta una aproximación al segundo de los temas, a partir del análisis de los resultados electorales (regionales y municipales) para el periodo 2006-2022.  De igual modo, explora las principales diferencias existentes en el desempeño de los partidos nacionales (PN) y locales (PL), en lo que atañe a las capacidades de gestión (ejecución presupuestal) y la priorización funcional del gasto público.  Para este último extremo del análisis, el artículo recurre a la información generada por el portal de consulta amigable del MEF.

La hegemonía de los PL

La data electoral (informes de resultados del JNE) revela una dinámica temporal diferenciada respecto de la suerte que corrieron los PN y PL.  Si bien en las elecciones del 2006 los partidos nacionales alcanzan una pequeña diferencia en el número de victorias a nivel distrital, sucede lo contrario en las contiendas provinciales, donde los resultados se muestran ampliamente favorables para las agrupaciones locales.  Lo mismo sucede con las elecciones regionales, donde el predominio de los PL resulta aún más contundente.

La hegemonía de los partidos locales en las elecciones subnacionales se consolida de forma aplastante en los procesos del 2010 y el 2014, periodo que coincide con la profundización de la descentralización y transferencia de facultades y recursos a los municipios y las regiones.  Así, a nivel distrital, los PL más que duplican el número de circunscripciones en las que logran imponerse respecto a sus pares nacionales.  En el caso de las elecciones provinciales y regionales, la diferencia les resulta aún más apabullante.   Esas diferencias comienzan a reducirse en las dos últimas elecciones.  No obstante, aun se mantiene la hegemonía de los PL.

En lo que respecta al desempeño de los partidos nacionales en las elecciones municipales y regionales, destaca particularmente el papel gravitante que a lo largo del tiempo han tenido tanto Alianza para el Progreso (APP) como Somos Perú (SP), partidos que han logrado consolidar su protagonismo en las últimas dos elecciones.   En el caso de SP, vemos un repunte y recuperación después de las elecciones del 2014, que lo llevan a superar, en el 2022, el liderazgo que APP había mantenido durante los dos procesos anteriores.

Ocurre lo contrario con partidos que, habiendo tenido un papel destacado a inicios de la década pasada, perdieron su inscripción o no lograron ninguna alcaldía ni gobierno regional (Partido Aprista, UPP, Partido Nacionalista Peruano, Perú Posible, Restauración Nacional).  El caso de Acción Popular es el único en el que se evidencia un ciclo de caída, recuperación y nuevo retroceso, para cerrar el 2022 con 24 victorias.  En lo que respecta a Fuerza Popular, partido que nunca ha tenido un desempeño estelar en elecciones sub-nacionales, los resultados del 2022 (3 alcaldías) fueron los peores obtenidos desde el 2016.

Otra constatación importante guarda relación con la caída progresiva en el número de agrupaciones que se presentan en las elecciones municipales.  En el caso de los partidos nacionales, esta dinámica arranca a partir del mismo 2006, mientras que para los partidos locales sucede lo mismo desde el 2010, siendo la contracción más pronunciada.   

No obstante, estas tendencias admiten algunas variantes.  Si revisamos el número de partidos, tanto locales como nacionales, que participan de los procesos electorales en los 10 distritos y provincias con mayor presupuesto de inversión, comprobamos que, por el contrario, el número de agrupaciones participantes aumenta. 

Capacidades: ¿Alguna diferencia?

El proceso de descentralización ha transformado de manera dramática la distribución de la inversión pública, transfiriendo buena parte del control de esta a los gobiernos sub-nacionales. Así, estos últimos han pasado de controlar 31% del presupuesto en el 2008 a poco más del 71% en el 2022.  Las transferencias corrientes pasaron de S/8 mil a S/46 mil millones durante el mismo periodo**.

El análisis de la data provista por el portal de consulta amigable del MEF da cuenta de las grandes diferencias en los niveles de ejecución (proxi de las capacidades de gestión) registrados durante el periodo de análisis.  Si bien la inversión del gobierno central mostro un rezago importante en el 2008, a partir del 2009 esta se ubicó de manera consistente por encima de los indicadores de los gobiernos regionales, provinciales y distritales, alcanzando sus niveles más altos en el 2022.

La información igualmente confirma el bajo nivel de ejecución de los gobiernos provinciales, los mismos que se mantienen en promedio por detrás de la ejecución distrital (salvo en el 2010).  El desempeño de las instancias regionales es algo mejor, aunque con algunas importantes fluctuaciones.

Respecto al desempeño específico de los partidos nacionales con mayor presencia y número de municipalidades ganadas, vemos niveles de ejecución que fluctúan entre 60% y 70%.  En ese sentido, el contar con una red y presencia de envergadura, y, supuestamente, acceso a una oferta de cuadros tecnocráticos más amplia, no parece haberle conferido a los PN ninguna ventaja sobre sus pares locales.

En lo que atañe a las prioridades de inversión, si nos atenemos al componente más social de dicho portafolio (proyectos de educación, saneamiento y salud), no se detecta tampoco mayor diferencia entre PN y PL.  Así, el porcentaje del Presupuesto Inicial Modificado (PIM) destinado a estos 3 rubros para el periodo 2008-2022 fue de 11.9% para los PN vs 12.5% para los PL.  Esto llama poderosamente la atención, considerando que uno de los principales argumentos que le dio impulso al proceso de descentralización fue precisamente que la mayor cercanía que los gobiernos locales tienen con los ciudadanos, los impulsaría a ejecutar proyectos que respondieran de mejor manera a las necesidades de las poblaciones locales, algo que en la práctica no se ha dado.

Ocurre algo parecido con el rubro de ‘Administración y Planeamiento’, paraguas que incluye no solo la preparación de expedientes técnicos, sino también la contratación de consultores y otros gastos corrientes camuflados.  Estas ‘inversiones’ representaron el 11.5% y 10.8% del PIM para los GL y GN, respectivamente.  Sorprende, en eses sentido, que la proporción del presupuesto dedicado a estas actividades supere largamente a los invertido en cada uno de los rubros sociales considerados (salud, agua y educación)

Tanto para los PN como los PL, el ámbito más importante en la estructura presupuestal es el de transporte.  En este caso, vemos una diferencia también marginal en la proporción del PIM dedicada a la vialidad y construcción de carreteras entre (24% en el caso de los PN y 23% para los PL).

En resumen, si bien durante el periodo 2006-2022 hemos sido testigos del surgimiento y participación electoral de los movimientos políticos locales en las elecciones sub-nacionales, la evidencia no muestra diferencias significativas en el desempeño entre estas organizaciones y sus pares nacionales, en lo que respecta a capacidad gestión (ejecución presupuestal) y priorización (% del PIM dedicado a temas sociales, planificación y transporte). 


[*] La ley de partidos políticos del 2003 establece requisitos diferenciados para ambos tipos de organizaciones, siendo menos exigentes para el caso de las organizaciones políticas de alcance local, las mismas que solo pueden participar en procesos electorales sub-nacionales.  El régimen actual también diferencia entre ambos tipos de organizaciones.

** La información presupuestal detallada para el universo de administraciones regionales y municipales solo está disponible a partir del 2008.