Confianza, economía y la cultura del papayazo

Por Esteban Ortiz-Ospina [*] y Pablo Arriagada Pizarro [**]

Dar papaya. loc. verb. coloq. Col., Ecu., Ven. Dar ocasión, por descuido, credulidad o vulnerabilidad, para que alguien saque ventaja, se aproveche o abuse de uno.”

 

La confianza interpersonal es un aspecto que a menudo se pasa por alto cuando se habla de desarrollo económico. Sin embargo, la confianza es el pegamento social que mantiene unida a la sociedad y permite los intercambios económicos. Sin confianza cualquier transacción se hace incierta, costosa e ineficiente.

Los científicos sociales que trabajan en este tema han desarrollado una serie de instrumentos para medir las actitudes y comportamientos que caracterizan la confianza interpersonal. Uno de los instrumentos más populares para esto proviene de la Encuesta Mundial de Valores (World Values Survey, WVS, en inglés), un proyecto de investigación internacional que lleva décadas realizando encuestas sociales estandarizadas sobre los valores sociales, políticos, económicos, religiosos y culturales de las personas en todo el mundo.

Démosle una mirada a los datos.

(Des)confianza

La WVS incorpora muchas preguntas diferentes sobre confianza, pero la más popular dice “En términos generales, ¿diría usted que se puede confiar en la mayoría de las personas?”.  

El mapa que presentamos a continuación muestra la proporción de encuestados que respondió «se puede confiar en la mayoría de las personas» a esta pregunta. (Las otras respuestas posibles a la pregunta fueron “no sé” y “es necesario ser muy cuidadoso al tratar a la gente”).

El mapa resalta las enormes diferencias entre países. En Noruega y Suecia más del 60% de los encuestados piensa que se puede confiar en la mayoría de las personas. En el otro extremo del espectro, en Colombia, Brasil y Perú menos del 10% piensa que este es el caso. (Los valores para cada país se pueden consultar en la versión interactiva del gráfico acá: https://ourworldindata.org/grapher/self-reported-trust-attitudes).

La WVS incluye otras preguntas relacionadas. En la encuesta preguntan también por ejemplo: “¿Cree que la mayoría de la gente intentaría aprovecharse de usted si tuviera la oportunidad?”.

El siguiente gráfico compara la proporción de personas que respondió estar de acuerdo con la afirmación «la mayoría de las personas trataría aprovecharse», y compara resultados con la pregunta anterior. (Esta segunda pregunta no se ha hecho en todas las encuestas; los datos que presentamos acá son de las encuestas del WVS 2004, y por eso hay un poco menos de cobertura geográfica).

Este gráfico revela una realidad cruda sobre nuestra realidad local. En Chile y Perú casi el 70% de los encuestados piensa que la mayoría de la gente está tratando de aprovecharse de ellos.  En Suecia tan solo el 12% de los encuestados piensa esto.

La correlación negativa muestra que las respuestas a las dos preguntas son consistentes. En el cuadrante de abajo a la derecha la confianza es baja, y la desconfianza es alta. Dos caras de la misma moneda.

(Acá resaltamos los datos para Sudamérica, pero en Our World in Data está disponible la versión interactiva del gráfico, y allí se puede explorar los datos para otros países en detalle).

¿Dignos de confianza?

Para los latinoamericanos posiblemente no sea sorprendente verse al espejo en estas cifras.

Desde niños nos insisten que cuando alguien se aprovecha de nosotros, es nuestra culpa por haberle facilitado o permitido al otro que así lo hiciera. En Colombia hay hasta un nombre para esto – el tristemente célebre “papayazo”. 

Del otro lado de la moneda, aprendemos a celebrar la picardía y creatividad a la hora de obtener provecho a expensas de los demás. Crecemos con la idea de la “viveza” como virtud. 

Si hemos llegado al punto de equiparar la confianza con ingenuidad, ¿qué tan fácil es entonces desviarse de este equilibrio social?.

La confianza es un concepto complejo y multifacético que está influenciado por una variedad de factores; y sin duda, la percepción de que los otros no son fiables afecta nuestra disposición a confiar en desconocidos. Sin embargo —y por suerte— si bien las expectativas de reciprocidad juegan un papel en la configuración de los comportamientos de confianza, hay estudios que demuestran que la confianza no es exclusivamente transaccional.

En un estudio reciente economistas realizaron experimentos monetarios en donde pusieron a prueba la disposición de algunos participantes a confiar en otros.  Los resultados mostraron que la confianza no dependía exclusivamente de las expectativas de beneficio económico, sino también de la disposición de los participantes a ser bondadosos de manera incondicional. Esto es algo que se puede cultivar.[1]

Confianza y economía

En 1972 escribió Kenneth Arrow: “Prácticamente toda transacción comercial tiene dentro de sí un elemento de confianza, ciertamente cualquier transacción realizada durante un período de tiempo”.

¿Qué dicen los datos al respecto?

El gráfico a continuación muestra la relación entre PIB per cápita y confianza usando los mismos datos de WVS. Lo que vemos a continuación es simplemente la correlación, pero es interesante analizar los datos desde este ángulo.

El vínculo entre la confianza y el desarrollo económico ha sido objeto de muchos trabajos académicos en décadas recientes, y en este momento hay ya una literatura económica bien establecida. La mayoría de los estudios estadísticos sobre el tema concuerdan que la relación que vemos acá es tanto robusta como causal.[2]

Hay varios mecanismos que pueden explicar la relación causal confianza → crecimiento económico. Por ejemplo, los bajos niveles de confianza pueden dar lugar a mayores costos de transacción, lo cual conlleva sacrificios e ineficiencias económicas. Además, la falta de confianza puede tener también un impacto indirecto en el desarrollo económico a través de la evasión de impuestos y la reducción de la inversión en bienes públicos e infraestructura.[3]

 

Y hay también mecanismos que operan en la dirección contraria, con lo cual se crean circuitos de retroalimentación. El desarrollo económico permite fortalecer instituciones que a su vez crean el ambiente propicio para fortalecer la confianza.

 

Políticas públicas para promover el desarrollo de capital social 

 

En la última década se han realizado muchos estudios econométricos usando los datos de las encuestas de confianza. Estos estudios muestran que las características personales de los encuestados (ingresos, género, edad, religión) tienen un poder predictivo débil a la hora de explicar las diferencias entre países; mientras que los factores de nivel país (las instituciones, las políticas públicas) tienen mucho más peso.[4] 

 

Y con esto cerramos. No debemos resignarnos a vivir en la desconfianza. Además de cambios personales, podemos también demandar y promover políticas públicas que deliberadamente apoyen la construcción de una cultura ciudadana fundamentada en la confianza. Este es un cambio que se debe dar desde lo micro (individual) hasta lo macro (colectivo e institucional).

[1] Ashraf, N., Bohnet, I., & Piankov, N. (2006). Decomposing trust and trustworthiness. Experimental economics, 9, 193-208.

[2] Algan, Y., & Cahuc, P. (2014). Trust, growth, and well-being: New evidence and policy implications. In Handbook of economic growth (Vol. 2, pp. 49-120). Elsevier.

[3] Hay también otros mecanismos. Guiso et al. (2006), por ejemplo, señalan que la confianza tiene una correlación positiva y estadísticamente significativa con la probabilidad de convertirse en empresario, incluso después de controlar por educación, edad e ingresos. Los resultados de Guiso et al. se mantienen si se utiliza la afiliación religiosa de los antepasados de los encuestados como variable proxy de la confianza. Por esto los autores argumentan que, dado que la religión de los antepasados está correlacionada con las actitudes de confianza de los encuestados, es válido hacer un análisis de variables instrumentales — y concluir así que la confianza muy probablemente conduce al espíritu empresarial, y no al revés. (Ver Guiso, L., Sapienza, P., & Zingales, L. (2006). Does culture affect economic outcomes?. The journal of economic perspectives, 20(2), 23-48.)

[4] Algan, Y., & Cahuc, P. (2013). Trust and growth. Annu. Rev. Econ., 5(1), 521-549. Chicago

 

[*] Director de Estrategía y Operaciones / Investigador Senior

Our World in Data / Oxford Martin School

OWID: https://ourworldindata.org/team

Oxford: https://www.oxfordmartin.ox.ac.uk/people/dr-esteban-ortiz-ospina/ 

Twitter:@eortizospina 

 

[**] Científico de datos

Our World in Data

OWID:https://ourworldindata.org/team

Twitter: @parriagadap