Temor al Fracaso y Rendimiento Individual

Por Alberto Chong y Marco Z. Chong*

 

¿Será posible que el miedo al fracaso paralice emocionalmente al individuo, produzca frustración e impotencia y reduzca el rendimiento del individuo? ¿O será que el miedo al fracaso empuja a las personas a mejorar su desempeño, por ejemplo, ayudando a producir mayor esfuerzo, persistencia y creatividad en el individuo?

Mientras que la mayoría de los estudios existentes tienen una visión explícitamente negativa que vincula el miedo al fracaso a desempeño individual (Conroy et al., 2002) algunos psicólogos creen que el miedo al fracaso puede también funcionar como a fuerza positiva, proporcionando impulso, persistencia (Martín y Marsh, 2003) e inclusive desatar creatividad e innovación (Blankschaen, 2013).  El tema del miedo al fracaso no es irrelevante. En el Perú se ha estimado que alrededor del 30 por ciento de la población tiene temor de fracasar cuando de abrir negocios se trata. En otros países, dicho porcentaje es inclusive más alto desde 57% en India, 54% en España, 48% en Reino Unido, 41% en Estados Unidos hasta 31% en Alemania (Bosma et al., 2020). Dicho esto, metodológicamente hablando, una deficiencia importante en la medición del miedo al fracaso es su subjetividad, lo cual reduce su credibilidad y potencial para uso analítico.

 

MasterChef y Temor al Fracaso

En un reciente documento académico, nosotros ofrecemos un nuevo proxy que captura objetivamente situaciones en las que las personas se encuentran al borde del fracaso. Para esto utilizamos datos de la versión estadounidense del programa de televisión, “MasterChef”, visto por millones de personas, en el que los concursantes suelen enfrentar difíciles desafíos culinarios y utilizamos las situaciones en las cuales los concursantes se encuentran a punto de ser eliminados de la competencia como situaciones claras en donde el individuo enfrenta miedo al fracaso. En particular, nosotros codificamos los casos en que el concursante se salva de eliminación de situaciones extremas que lo llevan al borde de la eliminación.  Como los cocineros son juzgados por chefs de renombre mundial y el programa es visto por millones, la posible vergüenza de fracasar es muy significativa lo cual se magnifica porque los jueces tienden a ser muy duros con los concursantes.

En particular, empleamos datos de los primeros diez años de este programa el cual se emitió por primera vez en los Estados Unidos en 2010. El objetivo principal objetivo es seleccionar al mejor cocinero de la competencia para lo cual los jueces desafían a los concursantes con pruebas de cocina con una gama amplia de ingredientes diferentes que buscan identificar la creatividad, la innovación y la destreza culinaria bajo circunstancias diferentes, incluyendo limitaciones de tiempo, ingredientes inesperados, cambios de última hora, trabajo en equipo, y otros.  El ganador recibe un premio de 250.000 dólares estadounidenses y acceso a chefs de renombre mundial. Como es claro, esta competencia ha cambiado la trayectoria profesional de muchos de sus concursantes y como tal los mismos dan mucha importancia a hacer lo mejor posible en la misma.

¿Qué Encontramos?

Utilizando mínimos cuadrados ordinarios, en donde la variable dependiente es la posición final del concursante al final de la competencia y controlando por sexo, raza, ciudad de origen, edad, trabajo al momento de la competencia además de efectos fijos temporales y ‘clusters’ por temporada televisiva encontramos que cuanto mayor sea el número de veces que un concursante se encuentra en una situación de eliminación, más alta será su ubicación final entre todos los concursantes.  Adicionalmente, encontramos que nuestros resultados son muy robustos y que el coeficiente de nuestra variable de interés es estadísticamente significativo al uno por ciento. Mas aún, un aumento en una unidad en nuestro índice de miedo al fracaso está ligado a un aumento de entre casi una posición a cuatro posiciones en la ubicación final de la competencia.

Nuestros hallazgos parecen contradecir la sabiduría convencional, generalmente centrada principalmente en los deportes, el espíritu empresarial y la educación que sugieren que el miedo al fracaso es negativo para el rendimiento de las personas. La idea que el miedo al fracaso paraliza o “empequeñece” a los individuos y hace que disminuyan su rendimiento no son apoyada por nuestros resultados.  El miedo al fracaso parece servir como un incentivo positivo para los individuos y, como tal, parece proporcionar motivación no solo para persistir frente al desafío y la adversidad, sino también para mejorar el desempeño. De hecho, dado el contexto de nuestra investigación, nuestros hallazgos también son consistentes con el trabajo más reciente de Dauten y O’Donnell (2013) y Blankschaen (2013) quienes argumentan que el miedo al fracaso impulsa la creatividad y la innovación en los individuos.

Finalmente, las implicaciones políticas de nuestra investigación son varias. Por un lado, nuestros resultados ayudan a entender el debate aún no resuelto sobre cuál es la mejor manera de educar a los niños en el hogar y la diferencia entre el enfoque más duro tipo “Tiger Mom”, que es más predominante en Asia frente a un enfoque más “amoroso”, que es más común en los países occidentales. Nuestros hallazgos proporcionan un tema común a la pregunta de qué enfoque es mejor para los niños: el miedo a decepcionar a los padres, el miedo a fallarles puede ser un motor del rendimiento educativo, quizás más que un enfoque educativo duro o amoroso. Es posible encontrar implicaciones análogas en varias otras disciplinas, incluida la economía política, el trabajo o la salud. Mientras que nuestros resultados no son causales y solo muestran correlación, la pregunta que abrimos es: ¿tendrá sentido gobernar utilizando un enfoque estilo “miedo al fracaso” a nivel de sociedades?

 

Referencias

 

Conroy, D., Willow, E. & Metzler, J. N. (2002). Multidimensional fear of failure measurement: The performance failure appraisal inventory. Journal of Applied Sport Psychology, 14(2), 76–90. doi:10.1080/10413200252907752

Dauten, D. & O’Donnell, J. (2013). Mandatory greatness: The 12 laws of driving exceptional performance. O’Donnell Publishing, 158 pages, ISBN: 9780615751863

Martin, A.J., & Marsh, H.W. (2003). Fear of failure: Friend or foe? Australian Psychologist, 38, 31-38.

Blankschaen, W. (2013). Fear of failure: Why it’s essential to success. https://www.skipprichard.com/fear-of-failure-why-its-essential-to-success/

Bosma, N., Hill, S., Ionescu-Somers, A., Kelley, D., Levie, J., & Tarnawa, A. (2020). Global entrepreneurship monitor. London Business School, Regents Park, London.

 

* A. Chong: Georgia State University, Atlanta y Universidad del Pacífico, Lima; M. Z. Chong: Bethesda Chevy Chase High School, Maryland. Este documento está basado en: “Feeling the heat? Fear of failure and performance”, publicación aceptada y por aparecer en Kyklos.