Google y el potencial de cambiar el mundo

Hace unas semanas conversaba con otro economista chileno sobre cuáles son las empresas que más impactan nuestro día a día, y ambos coincidimos en que la respuesta es clara: Google, Amazon y, en mi caso, también agregué Apple. Después de esta conversación, me quedé pensando en cuál de estas compañías me parece más fascinante, no solo por su impacto en mi día a día, sino que también por su potencial de crear valor y cambiar el mundo. Y creo que la respuesta es, sin dudas, Google.

Siempre he sido fanática de Apple y tengo toda su línea de productos. Para mí, son simplemente los mejores del mercado. Apple realmente revolucionó nuestras vidas cuando inventó el iPhone. Sin embargo, hoy en día podría cambiar mi computador, tablet, celular, reloj y audífonos por marcas como Dell, Samsung, Garmin y Bose. Esto implicaría un gran sacrificio en términos de diseño, razón por la que siempre seré fiel a la compañía, pero el costo en términos de funcionalidad es mucho menor. Si bien Apple es la compañía más valiosa del mundo, tiene competidores cercanos y está por verse si crearán otro producto tan disruptivo en los próximos 10 años.

Amazon, por su lado, hace mi día a día mucho más fácil y cómodo. Me ahorra mucho tiempo y me ofrece un marketplace con una diversidad de productos que no existe en ningún otro lugar. El servicio es rápido, eficiente, y el centro está puesto en el cliente. Su algoritmo me ayuda a encontrar el producto que necesito en forma fácil e intuitiva. Pero, desde mi punto de vista, la principal ventaja de Amazon es su tamaño. Al ser una plataforma, el tamaño lo es todo y eso hace que sea muy difícil competirle. Obviamente, la única forma de llegar a ese punto es con un sistema de logística de primer nivel y mucha visión, por lo que no le quito mérito. Pero los servicios son complejos de escalar y exportar, ya que siguen siendo muy intensivos en trabajo, y dependen totalmente de otras compañías como USPS, el servicio de correos estatal de Estados Unidos.

Google es, por otro lado, una compañía completamente distinta a estas dos. Sus productos están en todo el mundo y disponibles para todos los que tengan acceso a internet, en vez de estar enfocados en gente con alto poder adquisitivo. Muchos de sus servicios son “gratis”, entre comillas, porque definitivamente aplica el clásico dicho de “cuando el producto es gratis, tú eres el producto”. Es verdad que Google genera una buena parte de sus ingresos vendiendo la publicidad que se muestra en las interfaces de sus productos, pero esto solo lo han logrado ofreciendo productos de primer nivel a quién quiera usarlos.

En este mismo momento me encuentro escribiendo esta columna en Google Docs, y dentro de los últimos 60 minutos he revisado varias veces mi bandeja de Gmail, anotado reuniones en Google Calendar, encontrado varias respuestas en el buscador de Google, compartido una carpeta con fotos usando Google Drive, comprado vuelos para mi próximo viaje en Google Flights, mirado la ruta para ir a un evento en la noche usando Google Maps, traducido un texto en portugués con Google Translate. Todo esto, mientras corro un programa de computador en una máquina virtual con 32 procesadores ultrapoderosos en Google Cloud. Mi código usa una de las herramientas de Tensor Flow, una biblioteca open source de machine learning creada por el mismo Google. Todas estas herramientas son tremendamente simples e intuitivas, superiores a las de cualquier competidor pagado. Y es que cada una de ellas tiene un sistema de inteligencia artificial que potencia al máximo la experiencia del usuario y las hace tremendamente eficientes.

Justamente, hace unos días estuvo Sundar Pichai, CEO de Google y Alphabet en Stanford. Según él, y en esto estoy completamente de acuerdo, la inteligencia artificial es la herramienta más importante en la que ha trabajado la humanidad y que, usada en forma correcta, tiene un potencial de generar el impacto más profundo en la forma en que vivimos, de forma escalable y llegando a cada rincón del planeta. Si bien la inteligencia artificial también es clave en Amazon y Apple, la primera es una compañía de logística y la segunda una principalmente de hardware. Google, por otro lado, ha convertido a la inteligencia artificial en el corazón de todos sus productos, que mejoran día a día gracias a los miles de usuarios que, simplemente usando los servicios, contribuyen a su desarrollo. Según Sundar, las áreas donde más hay potencial para cambiar el mundo mediante tecnología son salud y educación, y es ahí donde están apuntando sus esfuerzos en el futuro. Ojalá sigan creando productos que todos podamos usar para ser cada día más productivos, eficientes y espero, en el futuro, mejorar la calidad de vida de miles de personas en el mundo.