Sobre Equilibrios Perniciosos en Educación

Por Felipe Barrera-Osorio (Twitter: @felbarrera), Profesor Asociado, Peabody, Universidad de Vanderbilt

Introducción

En 1896, la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos decidió que los colegios públicos podían ser segregados por raza, lo que generó una separación total entre colegios de estudiantes blancos y negros. Por más de cincuenta años la política de segregación racial se mantuvo. En 1954, con el caso de “Brown contra La Junta de Educación”, la Corte reversó la política (U.S Supreme Court, 1954). El argumento de la sentencia fue que los colegios segregados violaban la cláusula constitucional de protección igual ante la ley: los colegios segregados para las personas negras eran desiguales, por definición, a los colegios de personas blancas. Igualmente importante, la Corte vio que el problema de inequidad en calidad no era de recursos, sino de segregación. La corte suprema declaró que “…las instalaciones educativas separadas son intrínsecamente desiguales, por lo que la desegregación en lugar de una redistribución de recursos surgió como el principal enfoque para garantizar la igualdad de oportunidades educativas para Negros y Blancos.” (traducción mía; Gamoran y An, 2016). Para enfatizar la idea, la política educativa que se implementó en busca de aumentar la calidad de educación de los negros fue inducir colegios mixtos, en vez de aumentar recursos.

El argumento fundamental de este escrito es la necesidad de atacar la segregación por ingreso y tipo de colegio para solucionar el problema de la baja calidad de educación imperante en Latinoamérica. La pregunta no es “¿cómo aumentar la calidad de los colegios públicos?” La pregunta relevante es “¿cómo eliminar el actual equilibrio de alta segregación de ingreso y tipo de colegio por uno de mayor mezcla de ingreso?” En términos simples: no es que los pobres tengan acceso a buena educación pública, es que las personas no pobres—y las pobres—tengan acceso a una buena educación pública.

Si bien es cierto que las condiciones de contexto de los Estados Unidos tienen diferencias importantes con el contexto Latinoamericano, el caso de los Estados Unidos puede informar la política educativa en la región. La segregación en Latinoamérica, incluida Colombia, se da mayoritariamente por ingresos. Adicionalmente, la segregación se da entre colegios públicos y privados, no entre colegios públicos de buena y de baja calidad. Pero lo que se arguye acá es que el enfoque de política pública debería intentar nuevas soluciones para aumentar la mezcla de ingresos en los colegios. Una vez la mezcla aumenta, se puede generar desequilibrios en los cuales los colegios públicos de buena calidad comiencen a atraer estudiantes provenientes de cualquier estrato de ingreso. Y como resultado de esto, el sistema entra en un ciclo positivo de mejoras en calidad.

 

El equilibrio pernicioso: el ejemplo de Colombia

Colombia—como muchos países de la región y del mundo—presenta un ejemplo del equilibrio pernicioso entre ingreso, naturaleza jurídica del colegio—público versus privado—, y resultados en pruebas estandarizadas. El gráfico 1 muestra la densidad de un índice socioeconómico de los estudiantes generado por los investigadores de PISA y la naturaleza jurídica del colegio en Colombia (el índice socioeconómico es una combinación de la educación de los padres; un índice de estatus de la ocupación de los padres; y un índice de activos en el hogar.) El gráfico muestra dos extremos: existen una clara separación de ingresos entre colegios públicos y privados. Las personas más pobres atienden mayoritariamente colegios públicos; las personas de mayores ingresos atienden colegios privados.

Gráfico 1. Ingresos y Naturaleza jurídica del colegio

El gráfico 2 muestra los resultados en pruebas matemáticas por tipo de colegio. Se observa una separación similar a la de la anterior gráfica, pero con una mayor zona de traslape. Los colegios privados tienen en promedio un mayor puntaje, en comparación a los colegios públicos. Es más, existe una zona de altos puntajes en los cuales no hay colegios públicos. Así mismo existe una zona de resultados bajos donde los colegios públicos tienen mejor resultado que los colegios privados.

Gráfico 2. Matemática por tipo de colegio

El Gráfico 2 muestra así mismo una zona importante de familias en el intermedio del índice socioeconómico que van tanto a colegios públicos como privados.

Gráfico 3 presenta las tres variables simultáneamente: índice socioeconómico, tipo de colegio, y resultados en las pruebas. Para hacer el contraste más claro, la variable de ingreso se separa a los estudiantes en cuartiles, y se presenta solo los dos extremos (cuartil 1—los más pobres—y 4—los de mayores ingresos).

Gráfico 3. Índice socioeconómico, tipo de colegio y pruebas

En un extremo, los colegios privados, con un porcentaje alto de personas del cuartil 4 (de mayores ingresos), presentan resultados más altos en las pruebas de matemáticas. En el otro extremo se encuentran las personas del cuartil 1 en colegios públicos. La parte más llamativa del grafico es la superposición de un grupo importante de personas en colegios privados en el quintil 1 y personas en colegios públicos en el quintil 4 con resultados muy similares en las pruebas. El contraste más claro se presenta en el Gráfico 4.

Gráfico 4. Densidad acumulada de pruebas

El Gráfico 4 presenta la función de densidad acumulada de la prueba. Para cada proporción de la población se presenta el resultado. El Gráfico presenta los resultados para los colegios públicos y los cuartiles 2, 3, y 4 (arbitrariamente excluyo los más pobres—cuartil 1—para hacer el contraste más fuerte); y los resultados para los colegios privados y los quintiles 1 y 2 (los más pobres). De esta forma, por ejemplo, el 20% acumulado de los estudiantes en colegios públicos de los cuartiles 2, 3, y 4 (excluye a los más pobres), tienen un resultado en la prueba de aproximadamente 325 puntos en promedio, mientras que el mismo 20% acumulado de los estudiantes en colegios privados de los dos cuartiles más pobres obtienen en promedio aproximadamente 350 puntos en la prueba. Para todos los porcentajes acumulados, los colegios privados que atienden poblaciones pobres dominan a los colegios públicos. Los colegios privados que atienden poblaciones pobres dominan en resultados a los colegios públicos atendiendo poblaciones menos pobres.

Estos datos muestran un equilibrio de alta segregación en colegios, con personas de mayores ingresos atendiendo colegios privados con mayores resultados, y personas de menores ingresos atendiendo colegios públicos con menores resultados. Inclusive, los colegios privados que atienden personas con menores ingresos presentan mayores resultados que las personas con mayores ingresos atendiendo colegios públicos.

 

Propuesta de política pública

El gran esfuerzo de política educativa en diversos países ha sido aumentar los recursos para los colegios públicos, con el objetivo de incrementar la calidad de las instituciones a las que personas de bajos ingresos atienden. Desafortunadamente, muchos países han fallado en el intento.

La calidad en educación depende de una forma crítica de los recursos y acciones del colegio, y del tipo de personas—estudiantes y sus hogares—que atienden el colegio. Medir la contribución de cada uno de estos dos factores—recursos y tipo de familias/estudiantes—en el resultado de los estudiantes es extremadamente difícil. El énfasis hasta ahora ha sido en intentar mejorar la calidad del colegio, en especial los públicos, por medio de mayores recursos a los colegios. Los avances en este sentido han sido pocos, lentos, y en muchos casos, inefectivos. La premisa de este escrito es voltear de forma radical esta discusión. El problema de educación en varios países es la alta segregación de los colegios por ingresos y por tipo de colegio. Las personas de menores ingresos van a colegios públicos, usualmente con menores resultados en calidad educativa; las personas de altos ingresos van a colegios privados, con mayor logro educativo. Este equilibrio en el sistema, de alta segregación por ingreso, es el problema de calidad. Por consiguiente, para solucionar el problema de calidad, es necesario solucionar el problema de segregación.

En Estados Unidos, la implementación de la desegregación se realizó por medio de dos tipos de políticas: redirección de los distritos escolares y uso de buses que llevan personas negras a los colegios de blancos. La política dependió de esta forma del lugar de residencia de las personas. En algunos lugares estratégicos, donde barrios eminentemente negros colindaban con barrios de blancos, fue posible aumentar el porcentaje de estudiantes negros en colegios de blancos de forma rápida. En otros sitos fue necesario transportar los estudiantes negros a los colegios blancos.

Los resultados de la desegregación todavía están bajo la lupa de los investigadores. Por un lado, la brecha en pruebas estandarizadas entre blancos y negros se ha cerrado de forma importante desde los sesenta (CITA), pero aún subsiste una brecha importante. Por otro lado, varios distritos escolares han implementado políticas diferenciales de recursos entre colegios. Desentrañar estos efectos es muy difícil. Finalmente, existe evidencia que la brecha de personas negras en colegios con una mayor proporción de personas blancas es menor (el libro de Duncan y Munrnane Whither opportunity? : rising inequality, schools, and children’s life chances es lectura forzada para cualquier persona interesada en educación, independiente del contexto).

Romper el equilibrio de segregación por ingreso y tipo de colegio que presenta Colombia no es fácil. La propuesta hasta ahora es intentar mejorar (de forma sustancial) los colegios públicos por medio de mayores recursos. Sin embargo, la evidencia no está a favor de esta hipótesis: los esfuerzos de mayores recursos al sistema, y los ha habido, no se han traducido en aumentos (sustanciales) de la calidad de educación pública. El sistema esta en un equilibrio muy estable.

Una propuesta diferente es generar nuevos colegios públicos de alta calidad e inducir a personas de medianos y altos ingresos a ir a estos colegios. Existe evidencia de que esto es posible: el sistema público puede genera alianzas publico privadas en las ciudades, con una oferta fuerte de colegios privados que estarían dispuestos a hacerse cargo de estos colegios. Estos colegios deberían establecerse en zonas geográficas de acceso fácil para familias de mediano/alto ingreso. Y una proporción importante de los cupos se reservaría para personas de bajo ingresos, y utilizar un sistema de buses que los trasporten. Otra forma de lograr el mismo objetivo puede ser construir colegios públicos con muy buena infraestructura, con los mejores profesores del sector público enseñando en ellos, pero, otra vez, en zonas de fácil acceso a poblaciones de medianos / altos ingresos, y con una proporción importante de los cupos garantizados para personas de bajos ingresos. Con alta probabilidad, puede existir una demanda importante por colegios públicos de alta calidad—sin pagos directos de matrícula—y cercanos a los barrios de clase media/alta: el ahorro en pagos directos a los colegios y en costo de oportunidad por tiempo puede ser extremadamente atractivo para hogares de ingresos medianos y altos.

La segunda parte de la propuesta es la generación de colegios “hermanos” entre estos nuevos colegios y colegios públicos cercanos. Profesores de ambos colegios rotarían entre ambos colegios. Estudiantes de los dos colegios tomaría algunas clases conjuntamente. Adicionalmente, se crearía mecanismo de aprendizajes pedagógicos entre los dos tipos de colegios.

Para reiterar, la raíz del problema de calidad es la alta segregación de ingresos en el sistema. La solución del problema de calidad pasa por solucionar el problema de segregación. La propuesta es generar colegios públicos como mecanismo de desequilibrio en la alta segregación por ingresos y tipo de colegio. El objetivo es tener una mayor mezcla por ingresos en colegios públicos (de alta calidad).

 

Referencias

Duncan, G. J., & Murnane, R. J. (2011). Whither opportunity? : rising inequality, schools, and children’s life chances / Greg J. Duncan and Richard J. Murnane, editors. Russell Sage Foundation.

Gamoran, A., & An, B. P. (2016). Effects of School Segregation and School Resources in a Changing Policy Context. Educational Evaluation and Policy Analysis, 38(1), 43–64.

U.S. Supreme Court. (1954). Brown v. Board of Education of Topeka, 347 U.S. 483.