Un debate que se repite con cierta frecuencia en nuestro país, y que ha revivido durante las últimas semanas, corresponde a la relevancia de diversificar las exportaciones para el desarrollo económico y sobre qué países debiesen usarse como modelo de desarrollo para Chile. Este debate es positivo y necesario, pero debe realizarse en base a una correcta interpretación de la evidencia económica. En un trabajo recién publicado en la revista Estudios Públicos abordamos algunos de estos elementos.
Nuestro trabajo comienza por entregar una justificación económica para comparar a Chile con Australia y Nueva Zelandia. Estos países comparten características estructurales con la economía chilena, como ser economías lejanas de los grandes centros de consumo, la política macroeconómica, la apertura comercial y la abundancia de recursos naturales. Por otro lado, cuando Australia y Nueva Zelandia tenían el nivel de ingreso de Chile, sus economías eran similares en términos de exportaciones, capital humano, productividad, inversión e institucionalidad. Estas similitudes no se observan en otros países que podrían usarse como modelo de desarrollo. Por ejemplo, cuando Corea del Sur tenía el nivel de ingreso de Chile, sus exportaciones de recursos naturales eran menos de 5% del total exportado, mientras que en Singapur no superaban el 15%.
Un segundo punto se refiere a qué tan concentrada está la economía chilena. Es evidente que el cobre representa un porcentaje significativo de las exportaciones, pero este análisis omite el alto grado de diversificación que se observa en otros sectores productivos, como la agroindustria y la industria silvícola. Nuestro trabajo muestra que, al considerar el sector exportador en su conjunto, el grado de concentración de Chile es igual o inferior al de Australia, de acuerdo con la medición que se considere, pero superior al de Nueva Zelandia. Por otro lado, el grado de concentración en Chile es similar al que tenía en 1990, es decir, no se ha concentrado en el tiempo.
Un tercer elemento se refiere a si diversificar la economía es una condición necesaria para el desarrollo económico. La literatura económica sugiere que no existe un vínculo claro entre diversificación de exportaciones y desarrollo económico. A su vez, al analizar los casos de Australia y Nueva Zelandia, se observa un aumento en la participación de las exportaciones “tradicionales” durante su proceso de desarrollo. Estas exportaciones corresponden a productos mineros en Australia y a lácteos y carnes en Nueva Zelandia. Ambos países se enfocaron más en cómo producir que en qué producir, lo que les permitió agregar valor a sus exportaciones.
Un contrapunto habitual se refiere a que complejizar la matriz productiva sería relevante para el desarrollo económico. Sin embargo, a diferencia de lo que se ha sugerido, aumentar la diversificación de exportaciones tampoco es condición necesaria para aumentar la complejidad económica. Por el contrario, lo relevante sería cómo incorporar el uso de tecnología y mayor capital humano en los procesos de producción. Por otro lado, si bien la OCDE y el Banco Mundial suelen advertir sobre los riesgos de tener una alta concentración en recursos naturales, lejos de ser un llamado a forzar la diversificación de exportaciones, estas advertencias buscan promover una institucionalidad adecuada que permita atenuar tales riesgos, como consignan los mismos reportes de estas instituciones.
Finalmente, existen políticas alternativas a la diversificación de exportaciones desde recursos naturales hacia bienes más sofisticados. Una opción se refiere a promover la diversificación dentro de cada sector productivo, lo que permite fortalecer a los sectores que cuentan con ventajas comparativas al mismo tiempo que se aumentan las variedades exportadas. Otra opción se refiere a explotar las fortalezas institucionales de Chile para diversificarse hacia la exportación de servicios —por ejemplo los servicios financieros—. El valor agregado de las exportaciones de servicios a nivel global es cercano al de las exportaciones de manufacturas y, probablemente, seguirá aumentando debido al proceso de cambio tecnológico.