Chile pintaba bien para el Mundial del 82, pero fue una catástrofe. Tres partidos, tres derrotas; 22 entre 24 equipos. Fue duro ese junio frente a la pantalla en blanco y lo fue por partida doble. Eran momentos en que la histórica crisis económica se dejaba caer sobre ese Chile pobre. El primer semestre del 82 el PIB había caído más de 10% y el segundo lo haría otro 17%. El desempleo llegó al 22%, marcando generaciones. Paradójico. Tamaña crisis y lo que más recordamos de ese triste año es el penal desperdiciado por Caszely frente a Austria. ¿Quizás un recuerdo colectivo para olvidar el real desastre?
Luego de cuatro décadas, el país enfrenta nuevamente un panorama económico que, si bien es de naturaleza distinta, pinta del mismo color penuria. Nadie sabe si el PIB caerá 2%, 4% o más este año; pero que Chile será más pobre nadie lo duda. ¿Desempleo? Bajo 10% sorprendería, pues el tamaño del shock y los cientos de miles de despidos ya conocidos dicen otra cosa. Así que a prepararse, que el frenazo se anticipa muy brusco. Para las generaciones jóvenes, educadas en lo que ha sido el proceso de crecimiento más largo de nuestra historia, será además fuente de ingrato asombro.
Afortunadamente, Chile cuenta con cintura. Años de ahorro y acceso a deuda de intereses razonables (los beneficios de períodos de manejo fiscal responsable), sumados a reasignaciones presupuestarias (el momento de ajustar mediocres programas estatales) permiten financiar US$ 17 mil millones de programas de apoyo. A esto hay que sumar otros US$ 12 mil millones en el Seguro de Cesantía, una de esas ideas de los años de progreso que algunos fustigan. Otra sería la historia si estos recursos no existiesen.
¿Era muy distinta la situación en los 80? Vale contestar para quien no la recuerda. El gasto público pasó desde un 20,4% del PIB en 1980, a 23,8% el 82 (EH-ClioLab UC), pero gracias al 32% de inflación del período (otro fenómeno que los jóvenes de hoy desconocen), esto significó que el gasto aumentara solo un 2% en términos reales. De ahí el trauma: el PIB real cayó un 14% (81 vs. 82) y el Estado pudo apenas amortiguar el porrazo. ¿2020? Ante una segura caída del producto, se estima que el gasto público subirá casi 5 puntos (23,6% el 2018, a 28,3% el 2020), lo que se traducirá en un increíble aumento real del gasto en torno al 15% en dos años. Potente apoyo.
Chile se defiende bien en los primeros minutos del partido contra el coronavirus. Esto no es casualidad como cree parte de la barra brava, sino el resultado de décadas de entrenamiento. Pero ojo, que queda mucho encuentro. La tensión irá creciendo y la escasez tendrá efectos. Entonces será esencial una fulminante y joven delantera para, controlado el virus, reactivar la economía y controlar el gasto. El proceso tomará años y requerirá, como en el pasado, nuevas generaciones que se echen el equipo al hombro, que saquen el país adelante. ¿Perder otro penal enviando la pelota a la izquierda del poste izquierdo (del delantero)? Sería un error juvenil nefasto, signo de poca preparación, ingenuidad e inmadurez.