Desarrollo y crecimiento empresarial heterogéneo

Déficit de establecimientos superestrella, exceso de micro establecimientos, y supervivencia de empresas de pobre desempeño:  síntomas notables del problema del desarrollo en Colombia.

¿Por qué algunos países son mucho más ricos que otros? En años recientes se ha encontrado que una diferencia clave entre países con distintos niveles de desarrollo, un síntoma del problema de desarrollo, es la velocidad a la cual crece una empresa promedio a lo largo de su ciclo de vida. Chang-Tai Hsieh y Peter Klenow señalaron el hecho por primera vez, al mostrar que en Estados Unidos el crecimiento del empleo en una empresa es varias veces mayor que el observado en México e India. Este patrón en comparación con Estados Unidos se replica para Colombia (Figura 1).

¿Cuáles son los jalonadores de este patrón diferencial de crecimiento empresarial? En una investigación reciente con John Haltiwanger y Alvaro Pinzón[1] utilizamos datos detallados de la distribución de establecimientos manufactureros en Colombia y EE.UU. para responder esta pregunta. Encontramos que las diferencias del crecimiento promedio durante el ciclo de vida de las empresas en gran medida son explicadas por las colas de la distribución del crecimiento y del tamaño (las empresas superestrella y aquellas de peor desempeño, las más grandes y las más pequeñas ). Esto es especialmente cierto en las etapas tempranas del ciclo de vida de una empresa, cuando es más probable que una empresa crezca rápidamente o salga del mercado.

En muchos aspectos, la distribución del crecimiento del empleo muestra patrones sorprendentemente similares para los dos países. Primero, mientras que el establecimiento típico (la mediana) no crece ni se contrae de un año a otro, hay una gran heterogeneidad entre las plantas de mayor crecimiento, que se expanden a una tasa interanual impresionante, y las de menor crecimiento, que se están contrayendo (Figura 2). Segundo, las empresas jóvenes crecen mucho más rápido en promedio que las más antiguas y  exhiben una mayor probabilidad de salir del mercado y destruir trabajos, un hecho que ya había sido probado para EE.UU. por Haltiwanger, Jarmin y Miranda[2] y que encontramos se replica también para el caso colombiano (Figura 3). Por último, si bien los establecimientos de nacimiento reciente representan una pequeña fracción del empleo total en cualquier año, el nacimiento de nuevos establecimientos es fundamental para el crecimiento general del empleo en el mediano plazo (Tabla 1).

Pero estas similitudes ocultan fuertes contrastes en ambos extremos de la distribución del crecimiento y del tamaño. Son esos contrastes los que explican por qué el crecimiento promedio en el ciclo de vida continúa siendo menor en Colombia. Como se evidencia en la Figura 2, la dispersión de las tasas de crecimiento interanuales, si bien es grande en ambos países, es más marcada en EE.UU., especialmente en edades tempranas, que es el rango de edad en donde el crecimiento es más dinámico. En la parte superior, el percentil 90 de las empresas jóvenes de Colombia no exhibe tan grandes brechas con los demás establecimientos que observamos en las jóvenes superestrellas de Estados Unidos. La brecha entre el percentil 90 y el 50 o el 10 en Estados Unidos casi duplica la misma brecha en Colombia para las edades entre 1 y 5 años. Así mismo, el percentil 10 del crecimiento se contrae de manera más contundente en los Estados Unidos que en Colombia y la proporción de salida en plantas jóvenes a salidas en plantas más antiguas es mayor para EE.UU.( Figura 3).

Estos patrones diferenciales del crecimiento implican que establecimientos pequeños pueden sobrevivir hasta edades tardías sin tener un crecimiento significativo de tamaño. En Colombia, cerca del 65% de las plantas con 10 a 49 empleados tienen una edad de al menos 16 años, mientras que en Estados Unidos esta fracción es menor al 50% (Tabla 2).

La distribución de tamaño de las plantas también revela otra característica a destacar de las colas de la población empresarial en Colombia relativo a los EE.UU.: la gran prevalencia de los micro establecimientos. Mientras que en Estados Unidos solo el 4% del empleo manufacturero trabaja en establecimientos con menos de 10 empleados, estos pequeños establecimientos absorben el 32% de los establecimientos manufactureros colombianos. Los microestablecimientos, adicionalmente, tienen un menor peso en EE.UU. que en Colombia en términos de número de establecimientos (50% vs 78%).

En suma, en relación a los Estados Unidos, Colombia presenta una prevalencia abrumadora de microestablecimientos, un déficit de plantas superestrella y una selección de mercado menos estricta con menor presión para las plantas con bajo rendimiento. En tal contexto resulta sorprendente que el Plan de Desarrollo del actual gobierno se concentre en el estímulo al emprendimiento, al microcrédito y la creación de empresa, como ejes de la política de crecimiento. Colombia, si algo, tiene un exceso de emprendimientos, y más bien dificultades para que esos esfuerzos se traduzcan en exitosos creadores de empleo de calidad. Urge una estrategia que garantice un ambiente de negocios en el que se remunere de forma suficiente (y por tanto se de estímulo a) los esfuerzos decididos de mejora productiva y el talento empresarial extraordinario.

 

[1] Eslava, M., Haltiwanger, J. C., & Pinzón, A. (2019). Job creation in Colombia vs the US: “up or out dynamics” meets “the life cycle of plants” (No. w25550). National Bureau of Economic Research.

[2] Haltiwanger, J., Jarmin, R. S., & Miranda, J. (2013). Who creates jobs? Small versus large versus young. Review of Economics and Statistics, 95(2), 347-361.