Educación superior y empleo en el Perú: una brecha persistente

A pesar del auge experimentado en la oferta de educación superior, la brecha entre la educación y el trabajo actual persiste y hasta parece haberse agudizado en los últimos tiempos. Esta situación puede haber existido desde hace mucho en nuestro país, pues las universidades e institutos no siempre se conectan con las empresas y organizaciones para captar sus demandas de personal y adecuar sus contenidos formativos.

Algunas razones detrás de esta divergencia son, por un lado, las necesidades de las empresas y organizaciones, que están cambiando mucho más rápido en esta era en la que la única constante es el cambio acelerado, mientras que las ofertas de educación superior a menudo son inerciales y están cada vez más rezagadas. Por otro lado, la cantidad de instituciones y universidades ha crecido enormemente, pero con una alta heterogeneidad en calidad y pertinencia, incrementando la posibilidad de brechas a nivel individual y agregado.

En la literatura académica estos fenómenos se conocen como sobreeducación y subempleo profesional. ¿Son dos caras de la misma moneda? En efecto, estamos hablando de la misma persona que, en el encuentro entre la educación superior recibida y el mercado laboral al que se enfrenta, experimenta este desenlace poco satisfactorio, esta brecha, este desajuste, este desencuentro: desde el lado de la oferta educativa ha resultado sobreeducado, mientras que desde el lado de la demanda laboral ha terminado subempleado.

En el libro “Educación superior y empleo en el Perú: una brecha persistente” que editamos (y con la valiosa contribución de Nelson Oviedo, Gonzalo Manrique y Joan Martínez) se abordan las principales causas y consecuencias de esta situación poco eficiente y equitativa para un país como el Perú. A continuación presento un resumen de lo que tratamos en cada capítulo del libro.

La estadística del primer capítulo de este compendio, «El auge de la educación superior y el riesgo de subempleo profesional: ¿estamos ante una creciente burbuja mundial?», indica que existe una tendencia creciente en la tasa de matrícula en educación superior en todo el mundo desde hace buen tiempo. En este sentido, el texto discute similitudes y posibles diferencias entre lo que está ocurriendo en el Perú y lo acontecido en otras regiones. Se concluye que la inversión en educación superior puede ser un importante motor para el crecimiento y desarrollo económico de un país, cuando se ofrece en la cantidad y la calidad adecuadas y en sintonía con las necesidades del resto del aparato productivo. De otro modo, si la brecha entre la cantidad y la calidad de la educación respecto de las demandas del país es muy significativa, puede significar tanto una restricción para el crecimiento económico como un uso ineficiente de recursos siempre escasos para cualquier sociedad.

El fenómeno del subempleo profesional en el Perú estaría afectando a más del 40% de la fuerza laboral con estudios superiores y, lejos de aminorarse con el auge económico experimentado por nuestro país en las últimas décadas, habría aumentado. Parte de la explicación de este fenómeno, aparentemente paradójico, residiría en la reducción significativa de la calidad de la formación superior recibida.

El capítulo 2, «Rendimiento laboral de la educación superior: evidencia a partir de Ponte en Carrera», intenta capturar el impacto de posibles diferencias en la calidad formativa a través de la inclusión del año de creación de la universidad en los modelos estadísticos. Se evalúa un experimento casi natural: en 1996 se flexibilizaron los requisitos para invertir en instituciones de educación superior, lo que devino en una menor calidad promedio de la oferta educativa superior registrada por los censos universitarios. Este trabajo muestra que existe un importante número de instituciones que, para un nivel dado de inversión, ofrecen un retorno mucho menor que el esperado.

Retornos netos a la educación superior técnica y costos directos según carrera e instituto (en porcentaje y soles, institutos privados)

Nota: las líneas que forman los cuadrantes corresponden a las medias de cada variable. Elaboración propia.

Mediante un análisis econométrico, se encuentra que el hecho de asistir a una universidad de mayor calidad incrementa el retorno neto de la combinación carrera e institución en 17,3 puntos porcentuales. Finalmente, estimamos un elevado valor social para el observatorio laboral «Ponte en Carrera», puesto que, si solo el 1% de los graduados recientes en combinaciones de rentabilidad negativa hubiese optado por dirigirse al mercado laboral directamente, en conjunto habría percibido S/ 4,5 millones adicionales durante su vida laboral.

El capítulo 3, «Premio a la calidad universitaria en el mercado laboral peruano», aborda el reto metodológico de capturar el impacto de la calidad en las regresiones a partir de otra fuente de exogeneidad de los datos: la oferta relativa de universidades de mayor calidad en la región en la que estudiaron los individuos. Los posibles valores del premio de calidad fluctúan entre 34% y 49%. Estos estimados nos indican la alta prioridad que debería de tener la provisión de información adecuada sobre calidad, pertinencia y empleabilidad futura para los próximos egresados de educación básica. En esta etapa de la vida, una buena (o mala) elección puede determinar una calidad de vida futura sustancialmente mayor (o menor), no solo para el individuo sino también para su hogar y el país en su conjunto.

En el capítulo 4, «Los retornos a la sobreeducación en el Perú», se realiza un análisis detallado de esta situación y se cuantifica su impacto en el mercado laboral. La sobreeducación estimada por los resultados de las encuestas de hogares asciende a 35% de la población ocupada total. Los sobreeducados son, en su mayoría, mujeres jóvenes con poca experiencia laboral, sin vivienda de calidad ni acceso completo a servicios básicos, que trabajan en empresas pequeñas sin beneficios laborales. Todos estos resultados se ven reflejados en el ingreso laboral: los trabajadores adecuadamente educados perciben un ingreso por hora 55% superior al de los sobreeducados. El trabajo encuentra que la educación no beneficia a todos los trabajadores por igual: si el año de educación no se aprovecha adecuadamente, el incremento en los ingresos será considerablemente menor que el esperado.

El capítulo 5, «Determinantes y permanencia de la sobreeducación», analiza las características socioeconómicas de esta situación y su persistencia en el tiempo. Por un lado, se encuentra que el hecho de haber estudiado en una universidad de buena calidad reduce la probabilidad de experimentar el fenómeno de la sobreeducación en casi 6 puntos porcentuales. Asimismo, haber estudiado en una universidad pública disminuye dicha posibilidad en más de 8 puntos porcentuales. Por otro lado, con respecto a la persistencia del problema, se encuentra que, en promedio, el 77% de los trabajadores sobreeducados continúan en la misma situación de un año a otro. En general, la persistencia es alta pues más del 50% continúa sobreeducado incluso luego de siete años de permanencia en el mercado laboral.

Precisamente, el capítulo 6, «Efectos persistentes del subempleo profesional, 2004-2014», nos indica que el subempleo en el Perú está tomando dimensiones que llaman la atención: aproximadamente el 45% de las personas que tienen estudios superiores se encuentra trabajando en algo para lo cual no estudió, y la tendencia ha sido creciente en los últimos años.

Evolución de subempleo profesional sobre PEA profesional a tiempo completo Porcentaje de graduados universitarios y técnicos de 24 a 65 años

Finalmente, la condición de subempleo es persistente: que el primer trabajo sea en una ocupación no profesional, trabajar muchas horas en su primer trabajo o que su primer ingreso sea relativamente bajo, incrementa la probabilidad de que su trabajo actual sea en una ocupación no profesional.

Esperamos que este libro contribuya a iluminar los esfuerzos actuales por mejorar la calidad y la pertinencia de la educación superior en nuestro país. El camino de la reforma para ir reduciendo la gran brecha encontrada entre la educación superior y el mercado laboral será largo y lleno de retos, en vista de las múltiples aristas del problema identificadas en esta investigación. No hay tiempo que perder si el norte es el desarrollo del país y el bienestar de nuestros jóvenes.