“El control vectorial es clave en la lucha contra el dengue”, sostuvo recientemente el representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en el Perú, Raúl Gonzales, a propósito del brote de epidemia de dengue en Piura. ¿A qué se refería?
El dengue es una infección causada por un virus del género flavivirus y se transmite por mosquitos hembra principalmente de la especie Aedes aegypti y, en menor grado, de A. albopictus. Al mosquito que trasmite la enfermedad se le denomina “vector”. Por eso, la fiebre chikungunya, la fiebre amarilla y la infección por el virus de Zika comparten el mismo vector que el virus del dengue. Las enfermedades virales trasmitidas por mosquitos clásicamente están concentradas en las regiones de clima tropical, y se evidencia que la presencia de precipitaciones y cambios de temperatura estacionales aumentan la incidencia del dengue.
Dado que la costa de Piura presenta un clima tropical, en los últimos años se ha convertido en una zona endémica de dengue. Adicionalmente, el norte del Perú es cíclicamente afectado por desastres naturales debido al Fenómeno El Niño, que deviene en intensas lluvias y consecuentes inundaciones. Y la evidencia ha demostrado ya que las enfermedades infecciosas se incrementan luego de un desastre natural. Entonces dado que se conoce que la presencia de lluvias e inundaciones aumentan la incidencia del dengue y teniendo Piura la presencia del vector, es necesario que las autoridades tomen medidas de prevención y control para contener los brotes o epidemias de este virus.
Aunque las acciones se han enfocado fundamentalmente en el control vectorial, existen otras políticas de protección personal como el uso de repelentes y mosquiteros. Además, recientemente se ha desarrollado una vacuna contra el dengue. En cuanto al control vectorial, existen diversas estrategias como el control químico mediante el uso de pesticidas, el control biológico a través de la introducción de seres vivos que hagan de depredadores contra los vectores del dengue, el control vectorial mediante manipulación genética que utiliza técnicas para la esterilización, la disminución de la esperanza de vida de las larvas o las pupas o de los mosquitos adultos.
A pesar de que en nuestro país existe una estrategia de gestión integrada de prevención del dengue iniciada por el Ministerio de Salud (MINSA) en el 2007, sus acciones no se ven reflejadas en la ciudad de Piura, donde al cierre de este texto se reportaban 21 fallecidos.
Se necesita que el MINSA aplique y lidere enfoques activos que permitan integrar a los diversos actores y sectores involucrados en la prevención del dengue. Es imperativa una mejor gestión de los recursos a nivel regional para implementar programas que permitan desarrollar políticas eficientes y sostenibles para la prevención y el control del dengue. Del mismo modo, se necesita de la participación de sectores como el Ministerio de Educación, que debería acompañar las intervenciones que buscan un cambio en los patrones culturales que aumentan el riesgo de trasmisión del dengue. Finalmente, es importante trabajar en estrategias e intervenciones dirigidas a los tomadores de decisiones para estar todos alineados en que las políticas de prevención son el mejor camino para la disminución del impacto del dengue y de otras enfermedades infecciosas, sobre todo de aquellas que se intensifican luego de desastres naturales.