El contexto histórico
El comportamiento fiscal argentino ha sido crónicamente malo desde hace décadas, con solo dos excepciones: los primeros tres años de la convertibilidad y los seis años posteriores a la debacle del 2001. Esta segunda excepción es mucho más notable. La Figura 1 muestra, en azul, el comportamiento del déficit fiscal total, incluyendo los pagos de intereses. Los valores se miden, como porcentaje del producto, en el eje vertical izquierdo. La misma figura muestra la tasa de inflación, en rosado, que se mide en el eje derecho y está en escala logarítmica (para que se pueda ver la evolución histórica). La relación directa entre déficit e inflación durante los 80 es clarísima (más allá de las magnitudes, ese es un tema muy interesante pero no lo discutiremos hoy). Y la razón es más clara todavía: el país estaba en default, lo cual imposibilitaba financiar el déficit con deuda y dejaba la emisión de dinero del banco central como única alternativa.
La combinación de convertibilidad y plan Brady abrieron la puerta del financiamiento externo y cuando volvimos a tener déficits a partir del 95, empezó a crecer la deuda, que nos llevó al default del 2001. Es interesante este contra-factual: si Kirchner hubiera sucedido a Menem en 1994 y hubiera generado entre 1995 y el 2001 los superávits fiscales que tuvimos del 2002 al 2008, hoy estaríamos con el 1 a 1.
Las últimas dos décadas
La Figura 2 contiene la evolución del déficit primario (que no incluye los pagos de intereses, solo mide la diferencia entre ingreso y gastos corrientes) y el total si incluir ANSES y Banco Central, en los últimos 20 años. En la tabla se ve claramente el deterioro del déficit total en la segunda mitad de los noventa y el deterioro de los últimos 5 años.
El drama del primer deterioro era que nos llevaba al aumento del endeudamiento: la convertibilidad impedía por ley la financiación con emisión monetaria. El drama del segundo deterioro es que la inhabilidad de financiar al gasto con endeudamiento, solo deja como alternativa la financiación con emisión monetaria. En este sentido, la situación de financiamiento es similar a la década del 80. El déficit es más bajo, como queda claro al comparar los números de la Tabla 1 con los de la Figura 1. Pero está creciendo rápidamente y no aparecen en la política fuerzas que lo contengan. Esta, claro, la alternativa de la ANSES, la plata de los jubilados de mañana…..
La financiación de los últimos años
La inflación y devaluaciones de los últimos años no son ninguna sorpresa. La Tabla 1 confirma que la situación de financiamiento es la misma que la década del 80. La primera columna muestra la emisión nueva realizada cada año por el Banco Central, desde que se eliminó la convertibilidad. La segunda columna muestra la parte de ese aumento que se usó para comprar divisas (durante la convertibilidad, esta columna era la misma que la primera y las otras dos eran cero). La tercera es la parte de la emisión que se usa para financiar al estado. Este número fue negativo hasta el 2008 (mientras hubo superávit) y se hizo positivo en el 2009 (cuando empezó el déficit). Y el valor ha aumentado significativamente a medida que el déficit ha ido aumentando. La cuarta columna representa las operaciones con el sector financiero.
Es la tendencia en estas cifras que deben modificarse rápida y contundentemente para evitar un nuevo gran fracaso colectivo.
Muy
Muy buen articulo. Lastima con el contrafactico de Kirchner siendo electo en 1995 (no 1994) es el mas pavo de la historia. Nada dice que en una supuesta presidencia Kirchner ’95 no hubiesen gastado tanto como o mas que Menem. Por ahi hubiera tenido un control mas ferreo en el gasto publico provincial, inclusive el del supuesto salvador de Argentina, el sr Duhalde.
Kirchner nunca hubiera tenido el superavit fiscal que tuvo de 2003 a 2007 con la convertibilidad por dos obvias razones, uno no hubiera contado con el impuesto inflacionario y dos no hubiera tenido los ingresos por los derechos de exportaciones o retenciones de esa magnitud