Por Diego Ramos-Toro, Profesor Asistente de Economía, Dartmouth College
En los últimos años hemos sido testigos de un despertar social y cultural frente a las persistentes disparidades raciales que aquejan a varios países de las Américas. Esto ha puesto de presente la importancia de confrontar nuestra historia como sociedades construidas a expensas de los hombres y mujeres esclavizados. Investigaciones sobre el tema han mostrado que la esclavitud dejó una huella en el continente africano, socavando su desempeño económico en el largo plazo (Nunn, 2008; Nunn y Puga, 2012) y minando la confianza interpersonal entre sus habitantes (Nunn y Wantchekon, 2011). Los legados de la esclavitud no se limitan a África, pues son múltiples los vínculos entre el pasado de países de las Américas como sociedades esclavizantes y muchas de sus instituciones y normas culturales actuales. En esta columna resalto algunos resultados recientes que contribuyen a esta importante e inaplazable agenda de investigación.
Muchos de los trabajos recientes sobre los vínculos entre la esclavitud y el presente están basados en Estado Unidos. Una de las investigaciones más influyentes sobre el tema fue escrito por Acharya, Blackwell y Sen (2016), quienes encuentran que la esclavitud ha dejado un efecto persistente sobre los resultados electorales y las preferencias políticas en el sur de Estados Unidos. En particular, los condados en los que el porcentaje de personas esclavizadas era mayor tienden a ser lugares en donde los resultados electorales favorecen a políticas conservadoras en lo social y lo racial. Estos resultados electorales parecen ser explicados por las preferencias y los comportamientos políticos de los blancos, pues son ellos quienes exhiben estas actitudes regresivas. La animadversión contra la igualdad racial no solo afecta los resultados electorales, sino que se ha traducido en violencia y linchamientos contra Afroamericanos. Como muestra Williams (2022), dicha violencia ha minado persistentemente la participación electoral de esta minoría racial. Este legado es consistente con otras preocupantes repercusiones duraderas de la esclavitud. Por ejemplo, las disparidades raciales en el sistema carcelario parecen haberse originado en el peso de la esclavitud en el pasado. Rubio-Ramos (2020) muestra que los condados que dependían en mayor medida del trabajo de personas esclavizadas reemplazaron esta mano de obra por prisioneros, en su mayoría afrodescendientes. Por tanto, la esclavitud en Estados Unidos continúa afectando las visiones políticas actuales, así como las brechas raciales en distintas dimensiones.
Los efectos adversos de la esclavitud sobre distintos fenómenos sociales no están restringidos a Estados Unidos. Acemoglu, García-Jimeno y Robinson (2012) examinan las minas de oro en los siglos 17 y 18 en Colombia, mostrando que dichas regiones sufren actualmente de mayor incidencia de pobreza y mayores niveles de desigualdad. Asimismo, Laudares y Valencia-Caicedo (2022) muestran en una investigación reciente que parte de la desigualdad que caracteriza a Brasil tiene sus orígenes en la esclavitud. Los autores muestran que las regiones que formalmente estaban dentro de los límites de la colonia portuguesa, donde la intensidad de este fenómeno era mayor, son regiones en donde se observa más desigualdad en la actualidad. Este legado de desigualdad continúa afectando otras dimensiones sociales de gran importancia. Buonanno y Vargas (2019) muestran que la incidencia de crímenes en Colombia es mayor precisamente en aquellos municipios con una proporción mayor de población esclavizada en el pasado. Así pues, varias de las dinámicas sociales y políticas que observamos en la actualidad Latinoamericana, incluyendo disparidades económicas, políticas y sociales, están ligadas a la esclavitud.
Una serie de investigaciones recientes contribuyen a esta literatura con una pregunta diferente: si la esclavitud ha dejado legados negativos en varias dimensiones, ¿podemos detectar legados positivos en aquellos lugares en donde las personas esclavizadas pudieron escapar y gozar de la libertad que les era negada? Ramos-Toro (2022) examina el legado político de aquellos lugares en los que, durante la Guerra Civil (1861-1865), aquellos que escaparon de sus esclavizadores pudieron conformar comunidades libres. Estos lugares se convirtieron en bastiones de políticas y triunfos progresivos, en los que Afroamericanos tuvieron mayor acceso a cargos estatales, así como al sistema educativo. Investigaciones recientes en el contexto latinoamericano indican un patrón similar en estas latitudes. Lambais (2020) examina el legado de largo plazo de los palenques en Brasil, donde la población esclavizada logró formar comunidades libres durante la colonia. Lambais encuentra que dichos lugares exhiben un mejor desempeño económico hoy en día, lo cual sugiere un efecto duradero y positivo de la libertad que estas comunidades lograron reclamar para sí. Estos resultados sugieren que las comunidades afrodescendientes empoderadas pudieron no solamente asegurar su libertad, sino un mayor bienestar a sus descendientes.
Investigaciones recientes sobre los efectos duraderos de la esclavitud arrojan luces sobre un lamentable legado que continúa aquejando a varios países en las Américas. Si bien esta desafortunada persistencia se origina en una historia que no podemos cambiar, los hacedores de política sí pueden priorizar políticas que lidian con estas consecuencias. Dichas políticas constituyen un mínimo necesario para comenzar a saldar una deuda histórica que no podemos ignorar. Así como aquellos que lograron liberarse en el pasado pudieron revertir algunas de estas dinámicas nocivas que sufrían, asimismo podemos y debemos como sociedad enfocarnos en evitar que estos legados nocivos sean el yugo de las generaciones venideras.
Referencias
Acharya, Blackwell & Sen (2016). “The Political Legacy of American Slavery”. The Journal of Politics, 78 (3),
, 621-641.
Acemoglu, Daron, García-Jimeno, Camilo & Robinson, James A. (2012). “Finding Eldorado: Slavery and long-run development in Colombia”. Journal of Comparative Economics 40, 534-64.
Buonanno, Paolo, & Juan F. Vargas. 2019. “Inequality, crime, and the long run legacy of slavery”. Journal of
Economic Behavior and Organization 159:539–552.
Lambais, Guilherme (2020). “Slave resistance, cultural transmission, and Brazil’s long-run economic
development”. Mimeo.
Laudares, Humberto & Valencia-Caicedo, Felipe (2022). “Tordesillas, Slavery and the Origins of Brazilian Inequality”. Mimeo.
Nunn, Nathan (2008). “The Long Term Effects of Africa’s Slave Trades. Quarterly Journal of Economics”,
123 (1), 139-176.
Nunn, Nathan & Puga, Diego (2012). “Ruggedness: The Blessing of Bad Geography in Africa”. Review of Economics and Statistics, 94 (1) : 20-36.
Nunn, Nathan & Leonard Wantchekon. 2011. “The Slave Trade and the Origins of Mistrust in Africa”.
American Economic Review, 101 (7): 3221–52.
Ramos-Toro, Diego (2022). Self-Emancipation and Progressive Politics: The Legacy of Civil War Refugee Camps. Mimeo.
Rubio-Ramos, Melissa (2020). From Plantations to Prisons: The Legacy of Slavery on Black Incarceration in the US. Mimeo.
Williams, Jhacova (2021). Historical Lynchings and the Contemporary Voting Behavior of Blacks. American Economic Journal: Applied Economics, forthcoming.