Por Pascual Restrepo pascual@bu.edu
El cambio tecnológico, el comercio internacional, las aperturas económicas y demás reformas generan períodos de ajuste. Durante estos periodos, algunos hogares se ven beneficiados, disfrutando de mayores salarios y oportunidades laborales. Otros hogares resultan afectados, experimentando caídas salariales y peores oportunidades laborales. El periodo de ajuste puede ser arduo, prolongado, y costoso. Adquirir las habilidades y credenciales necesarias para reubicarse a otros sectores toma tiempo, y en algunos casos, no es una alternativa viable.
¿Cómo debe la política económica responder a estos periodos de ajuste? ¿Justifican estos costos de ajuste la adopción de políticas y reformas graduales?
En un trabajo reciente con Nils Lehr (un estudiante fenomenal de la Universidad de Boston), estudiamos estas preguntas en tres contextos: (i) la automatización de trabajos de rutina; (ii) el vertiginoso aumento de la competencia de importaciones chinas en Estados Unidos; y (iii) la apertura comercial colombiana de 1990.
Nuestro estudio sugiere que hay importantes ganancias al adoptar una aproximación gradual a las reformas y el cambio tecnológico. El gradualismo es beneficial pues permite a los hogares afectados adaptarse, disminuyendo las consecuencias distributivas adversas que las reformas, la tecnología, o el comercio pueden tener en el corto y mediano plazo.
La evidencia empírica:
La evidencia empírica sugiere que los hogares afectados por la automatización, el comercio, y las reformas experimentan caídas prolongadas en su ingreso y oportunidades laborales.
Cortes (2016) estudia el caso de los trabajadores en trabajos de rutina (roles de producción y administrativos que siguen reglas simples y repetitivas, facilitando su automatización). Siguiendo a la misma cohorte de trabajadores desde 1985 hasta 2007, Cortes demuestra que el salario de los trabajadores afectados por la automatización cayó en un 20% con relación a otros trabajadores de nivel educativo comparable cuyos trabajos no fueron automatizados.
Autor, Dorn, Hanson, y Song (2014) estudian el caso del incremento en la competencia de importaciones chinas en el mercado laboral de Estados Unidos. Autor y sus coautores siguen a la misma cohorte de trabajadores desde 1990 hasta 2007 y comparan la evolución del ingreso para trabajadores que estaban inicialmente empleados en las industrias más expuestas a la competencia China con la de trabajadores similares en otras industrias manufactureras no expuestas. Su artículo documenta que, en total, los trabajadores afectados experimentaron una caída en su ingreso total entre 1990 y 2007 equivalente a un 50% de su salario anual en 1990.
Goldberg y Pavnick (2005) estudian los efectos salariales de la apertura comercial colombiana. Aunque no cuentan con datos de panel, sus resultados sugieren que los trabajadores en las industrias que experimentaron la mayor caída en protección vieron sus salarios disminuidos. En particular, una caída en aranceles de 10 puntos porcentuales está asociada con una reducción salarial de un 1%. Para referencia, la apertura disminuyó aranceles en más de 100 puntos porcentuales en las industrias más protegidas (como la textil, o la importación de comidas procesadas) y 35 puntos porcentuales en promedio dentro de todas las industrias manufactureras.
Nuestra aproximación:
Con el objetivo de cuantificar las ganancias del gradualismo y delinear la respuesta de política óptima, nuestro artículo propone un modelo en el que los trabajadores son empleados en diferentes industrias u ocupaciones. El cambio tecnológico, el comercio, o las reformas comerciales, alteran los salarios en estos sectores, obligando a los trabajadores a reubicarse en los trabajos o sectores que están experimentando ganancias salariales. El proceso de reubicación es lento y ocurre a una tasa constante α—la tasa de reubicación.
La evidencia empírica descrita anteriormente sugiere que la tasa de reubicación, α, es baja. Si los trabajadores pudiesen reubicarse rápidamente, no veríamos ningún efecto adverso en sus salarios. Para el caso de la automatización, estimamos una tasa de reubicación de 2% anual. Para el caso del comercio con China, una tasa de 2% anual. Y para el caso colombiano, una tasa de reubicación de 3% anual.
Nuestro artículo provee fórmulas que caracterizan el impuesto óptimo sobre la automatización y el comercio, y la mejor manera de implementar una reforma comercial, teniendo en cuenta los costos de ajuste, y entendiendo que, como sociedad, preferimos una distribución más equitativa del ingreso. Nuestras fórmulas muestran que el impuesto óptimo sobre la automatización y el comercio es positivo y cercano al 10% en el corto plazo y cero en el largo plazo. El impuesto busca suavizar el impacto de corto y mediano plazo del cambio tecnológico y el comercio en los mercados laborales; hacer estos procesos más graduales, para permitir a los hogares ajustarse. Por lo tanto, el impuesto óptimo será más alto cuando la tasa de reubicación es baja, como lo es en los casos estudiados. El impuesto óptimo no bloquea ni distorsiona la tecnología en el largo plazo, pues reconoce que es una fuente de crecimiento y prosperidad.
La apertura comercial colombiana:
Nuestras fórmulas nos permiten también describir como se debió haber llevado a cabo la apertura comercial colombiana. En un artículo influyente de 1984, Michael Mussa sostenía que las reformas comerciales debían ser graduales, pues el gradualismo “limitaba la pérdida de ingresos y riqueza para quienes dependían de industrias protegidas» (Mussa, 1984, página 5, traducción mía).
El Panel A de la Figura 1 muestra la evolución de los aranceles efectivos en Colombia para diferentes industrias manufactureras desde 1974 al 2004. Los aranceles efectivos capturan el efecto de los aranceles nominales y otros sobrecostos a las importaciones.
Figura 1: la apertura comercial colombiana.
Antes de la apertura, Colombia contaba con uno de los niveles de protección más altos del mundo, con aranceles efectivos cercanos al 75% y mayores al 120% en varias industrias. Con el gobierno de César Gaviria en 1990, Colombia se embarcó en un ambicioso programa de reformas comerciales y laborales. La intención original era hacer una apertura gradual, con el objetivo de facilitar el proceso de ajuste. No obstante, consideraciones políticas y de credibilidad llevaron al gobierno a abandonar su idea original e implementar una reforma precipitada. (En su libro «La Revolución Incompleta,» Sebastian Edwards y Roberto Steiner detallan la historia de la reforma y su economía política). En tan solo dos años, Colombia redujo sus aranceles efectivos de un 75% a un 25%. En 1994, los aranceles nominales para la mayoría de las importaciones eran cercanos al 13%—niveles comúnmente observados entre países ricos.
El Panel B de la figura 1 provee una lista de las industrias manufactureras colombianas y la caída en aranceles para cada una, además del aumento en la penetración de importaciones en los años venideros. El Panel C de la Figura 1 muestra que la reforma tuvo un impacto instantáneo, aumentando la participación de importaciones como fracción del PIB de un 8% a un 15% en cuestión de años.
¿Cómo debió haberse llevado a cabo la reforma? De acuerdo con nuestra teoría, la apertura comercial debió haber sido mucho más gradual de lo que fue en la práctica. La figura 2 muestra la trayectoria de reforma óptima bajo diferentes supuestos acerca de la habilidad de los hogares para endeudarse y compartir riesgos. Por ejemplo, la línea amarilla muestra la trayectoria óptima de la reforma en un escenario en el que los hogares afectados no tienen acceso a préstamos y enfrentan todos los riesgos del periodo de transición por sí solos. La línea naranja muestra la trayectoria óptima de la reforma en un escenario más conservador en el que los hogares afectados pueden endeudarse y así mitigar la caída de su ingreso. Los demás escenarios son descritos en nuestro artículo. A la hora de calcular la reforma óptima, asumimos una función de bienestar utilitaria.
Figura 2: la trayectoria óptima de apertura en diferentes escenarios
En todos los casos, vemos que la trayectoria de reforma óptima requiere una reducción casi inmediata de aranceles en un 20-30% seguida de una reducción gradual de un 10-15% adicional que se lleve a cabo lentamente durante décadas. La línea negra muestra la reforma precipitada que se implementó en la práctica.
El Panel B demuestra que la reforma que se llevó a cabo en la práctica es óptima únicamente si asumimos tasas de reubicación de un 20% anual—un orden de magnitud más grande de lo que estimamos para Colombia.
Nuestro modelo nos permite calcular las ganancias de bienestar al adoptar una apertura gradual. Por ejemplo, en el escenario en que los hogares no pueden endeudarse, la apertura, como se llevó a cabo, trajo una caída de bienestar de un 15% para los hogares afectados (cerca del 3.4% de la fuerza laboral colombiana), y un aumento de bienestar del 2.4% para los hogares no afectados. La reforma óptima, que sería mucho más gradual, traería una caída de bienestar para los hogares afectados de un 11% (reduciendo en un 4% el costo de transición para estos hogares) y un aumento de bienestar para los hogares no afectados del 2.1% (reduciendo en un 0.3% las ganancias para el resto de los hogares). La reforma gradual es deseable pues reduce los altos costos impuestos por la apertura sobre unos pocos trabajadores y tan solo reduce las ganancias de la apertura para el resto de los hogares en una cantidad mínima.
Bono:
La más reciente versión del artículo se encuentra en este enlace. El artículo es preliminar y estará evolucionando con frecuencia. En el artículo encontrará nuestro análisis cuando la tasa de reubicación es endógena y responde a incentivos salariales, y cuando el gobierno tiene a su disposición otras herramientas para compensar a los hogares afectados, como paquetes de asistencia temporal.
Referencias:
Autor, David H, David Dorn, Gordon H Hanson, and Jae Song (2014): “Trade adjustment:
Worker-level evidence,” The Quarterly Journal of Economics, 129, 1799–1860.
Cortes, Guido Matias (2016): “Where Have the Middle-Wage Workers Gone? A Study of
Polarization Using Panel Data,” Journal of Labor Economics, 34, 63–105.
Edwards, Sebastian and Roberto Steiner (2008): La revolución incompleta: Las reformas
de Gaviria, Editorial Norma.
Goldberg, Pinelopi and Nina Pavcnik (2005): “Trade, wages, and the political economy
of trade protection: evidence from the Colombian trade reforms,” Journal of International
Economics, 66, 75–105.
Mussa, Michael (1984): “The Adjustment Process and the Timing of Trade Liberalization,”
Working Paper 1458, National Bureau of Economic Research.