Investigación y Desarrollo en Latinoamérica: Nueva Base de Datos para Estudiar el Rezago

Por Santiago Caicedo[1]

La investigación y desarrollo (I&D) es un ingrediente fundamental para el crecimiento económico. Es una de las principales fuentes de nuevas ideas que a su vez se convierten en procesos más eficientes y en mejores productos. La inversión en I&D no solo es importante para innovar, sino también para la absorción y difusión de tecnología de punta creada a nivel mundial (Griffith et al., 2004). Es vital tener una investigación eficaz en los países de ingresos medios y bajos para cerrar las brechas en desarrollo.

Lamentablemente Latinoamérica ha estado históricamente rezagada en los indicadores de inversión en I&D y capital humano para la innovación. La Figura 1a muestra que el gasto en I&D apenas alcanza 0.7% del PIB en Latinoamérica, muy por debajo del nivel promedio de los países de la OCDE y Estados Unidos (2.3% y 2.6%). La inversión es aún menor en Colombia, donde la I&D representa en promedio 0.2% del PIB.  De manera más dramática la Figura 1b indica que el número de investigadores por cada millón de habitantes está aún más rezagado. Mientras que para los países de la OCDE y en Estados Unidos hay más de 4000 investigadores por cada millón de personas, el promedio en Latinoamérica está por debajo de 600 investigadores y en Colombia la cifra no alcanza 100.  La calidad deficiente del capital humano, el precario acceso al sistema financiero y las instituciones y políticas públicas ineficaces, figuran entre los probables responsables del atraso en innovación de los países de la región.

Para entender este rezago es útil estudiar los incentivos y obstáculos a los que se enfrentan las empresas en Latinoamérica a la hora de invertir en innovación. Es clave contar con información detallada a nivel de las empresas, que de luces acerca de sus decisiones de inversión y las motivaciones detrás de estas decisiones es clave. Aun cuando existen encuestas de innovación en varios países de la región, no siempre son de fácil acceso, ni comparables entre países y a través del tiempo; limitando el uso por parte de académicos y hacedores de políticas.

Recientemente esto ha venido cambiando. La división de Ciencia y Tecnología del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) compiló las encuestas de innovación de 10 países de la región[2], homogeneizando las variables para hacer la información comparable y fácilmente accesible. La base de datos LAIS está disponible públicamente a través del BID.  Crespi et al. (2022) describen cuidadosamente el proceso de compilación de los datos a partir de las encuestas nacionales de innovación. Discuten los retos para hacer comparables los datos entre países y periodos, y muestran algunas estadísticas descriptivas para ilustrar la riqueza de la información contenida en la nueva base de datos.  Es fruto del trabajo del equipo del BID que desde hace varios años produce documentos estudiando la innovación y el crecimiento económico en Latinoamérica (ver, por ejemplo, Grazzi y Pietrobelli, 2016).

La nueva base de datos tiene información detallada sobre el gasto en actividades de innovación, las fuentes de información y colaboración para innovar, los obstáculos que reportan las empresas, los insumos utilizados, los resultados de la innovación y sus consecuencias, junto con características generales de las empresas.  Recoge alrededor de 690 variables y 120,000 observaciones, recopilando 30 encuestas de innovación entre 2007 y 2017.  En línea con investigación previa, Crespi et al. (2022) muestran que el gasto en innovación en Latinoamérica es bajo, hay pocas publicaciones científicas y patentes. Los nuevos procesos y productos reportados no mejoran significativamente la productividad ni las ganancias de las empresas, y la mayoría de la I&D está concentrada en firmas grandes, exportadoras y con capital extranjero.

Para ilustrar el uso de la base de datos podemos preguntarnos: ¿Cómo se distribuye la I&D en Latinoamérica en empresas de distinto tamaño? ¿Cómo se compara con la distribución en Estados Unidos?

A nivel mundial hay un creciente interés en estudiar las causas y los efectos de la concentración de la actividad económica en las empresas grandes (Autor et al., 2017; De Loecker y Eeckhout, 2020; entre otros).  Recientemente se ha documentado para Estados Unidos que el incremento en la concentración de la producción y el aumento en los markups está acompañado de un alza en la concentración de la innovación (Akcigit y Ates, 2020).

Usando los datos de la nueva base LAIS podemos estudiar la concentración de la innovación en Latinoamérica, calculando el porcentaje de I&D llevado a cabo por empresas agrupadas de acuerdo con su tamaño. Dividimos la muestra entre empresas pequeñas (entre 10 y 49 trabajadores), empresas medianas (entre 50 y 249 trabajadores) y empresas grandes (más de 250 trabajadores). Nos enfocamos en las empresas de manufactura con más de 10 trabajadores. Para la Figura 2 usamos los datos para el 2016, los más recientes disponibles en la base de datos.  Para Estados Unidos consideramos el mismo año, con información desagregada por el tamaño de las empresas proveniente de la encuesta de I&D e innovación (BRDIS, por sus siglas en inglés).

La Figura 2a muestra que en Estados Unidos hay una menor fracción de empresas grandes comparado con Latinoamérica. Mientras que en Latinoamérica las empresas grandes representan cerca del 10% del total de las empresas, en Estados Unidos tan solo representan el 3%. Sin embargo, este 3% de las empresas contribuyen desproporcionadamente a la investigación en Estados Unidos, significando más del 90% del total del gasto en I&D (Figura 2b). Esto contrasta con lo que sucede en Latinoamérica donde, aunque las empresas grandes representan una mayor proporción del total de las empresas, estas contribuyen menos al total de la investigación y desarrollo (80%). Es decir, los datos muestran que la concentración en Latinoamérica es menor que en Estados Unidos, con una menor inversión en I&D por parte de la empresa grandes.

¿Por qué es menor la inversión en investigación y desarrollo en las empresas grandes en Latinoamérica? ¿Qué tipo de investigación están haciendo? ¿Cuáles son las barreras en financiación, de acceso a capital humano e institucionales a las que se enfrentan? ¿Cómo se comparan con los países más desarrollados?  ¿Cuál es el impacto de este rezago en el crecimiento de la región?

 

La nueva base de datos y su fácil acceso, ayudará a esclarecer estas preguntas, cuyas respuestas son fundamentales para el lograr un diseño de políticas que ayuden a incentivar el crecimiento económico en la región.

 

 

Referencias

 

Akcigit, Ufuk, and Sina T. Ates. Slowing business dynamism and productivity growth in the United States. Working paper, University of Chicago, Chicago, 2020.

Autor, David, David Dorn, Lawrence F. Katz, Christina Patterson, and John Van Reenen. 2017. «Concentrating on the Fall of the Labor Share.» American Economic Review, 107 (5): 180-85.

Crespi, Gustavo A., Charlotte Guillard, Mónica Salazar, and Fernando Vargas. «Harmonized Latin American Innovation Surveys (LAIS) Database: Firm-Level Microdata for the Study of Innovation.» (2022).

De Loecker, Jan, Jan Eeckhout, and Gabriel Unger. «The rise of market power and the macroeconomic implications.» The Quarterly Journal of Economics 135, no. 2 (2020): 561-644.

Grazzi, Matteo, and Carlo Pietrobelli. Firm innovation and productivity in Latin America and the Caribbean: The engine of economic development. Springer Nature, 2016.

Griffith, Rachel, Stephen Redding, and John Van Reenen. «Mapping the two faces of R&D: Productivity growth in a panel of OECD industries.» Review of economics and statistics 86, no. 4 (2004): 883-895.

 

 

 

 

[1] Clemson University. Contacto: scaiced@clemson.edu. Agradezco a Isabella Becerra por su excelente trabajo como asistente de investigación.

[2] Los países incluidos son Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, República Dominicana, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay. Actualmente Brasil y México no se incluyen en la versión pública de la base de datos dadas las limitaciones en el acceso (Crespi et al., 2022).