Si el 2020 fue un año que todos quisiéramos pasar al olvido, este 2021, cuando el Perú celebra sus 200 años de vida republicana, pinta tanto o más complejo para mi país. Este 11 de abril celebraremos elecciones presidenciales y congresales que, por primera vez en nuestra historia, se darán en medio de una pandemia y atravesando la peor crisis sanitaria y económica de los últimos tiempos.
A ello hay que sumarle la creciente desconfianza entre todos los actores de la sociedad. Un reciente escándalo, bautizado como “Vacunagate”, no ha hecho más que exacerbar los ánimos. Se trata de vacunas de la farmacéutica china Sinopharm que el equipo a cargo de las pruebas en el Perú administraron irregularmente a políticos y personalidades influyentes, incluso antes de que el país formalizara el acuerdo de compra. Entre los vacunados están el expresidente Martín Vizcarra y su esposa, las hasta hace unos días canciller y la ministra de Salud, miembros de dichos ministerios y de la institución encargada de otorgar el registro sanitario a las vacunas, entre otros. La real dimensión del caso está todavía por conocerse, pero lo que se sabe ha bastado para minar la confianza de la sociedad peruana hacia sus autoridades y, lamentablemente, la comunidad científica. La indignación, sobre todo del personal sanitario, es comprensiblemente enorme.
Este complicado contexto impone desafíos excepcionales para el próximo Gobierno. Independientemente de quién resulte elegido, necesitará contar con propuestas técnicas concretas que le permitan tomar acciones rápidas y eficientes centradas en mejorar el bienestar de los peruanos y fortalecer la institucionalidad del país. Por eso, junto con mis colegas Milton von Hesse y Luis Miguel Castilla, decidimos convocar a reconocidos expertos en políticas públicas para poner nuestros conocimientos y experiencia al servicio del país. Tocamos la puerta de organismos multilaterales y de la empresa privada, gracias a cuyo apoyo logramos desarrollar “Propuestas del Bicentenario”. Son medidas concretas en nueve sectores claves para el desarrollo social, económico y ambiental del Perú que ponemos a disposición de la ciudadanía y de todas las fuerzas políticas.
Cabe señalar que cada propuesta está aterrizada con metas e indicadores. No solamente sugerimos qué hacer, sino sobre todo explicamos cómo hacerlo. Tanto así que hemos identificado las 100 medidas que se pueden llevar a cabo en los 100 primeros días del próximo Gobierno. Así, venga del partido que venga, de seguir nuestras recomendaciones tendrá un plan concreto para empezar a aplicar desde su primer día en funciones.
La desconfianza de los ciudadanos a sus instituciones solo se corregirá mejorando la eficiencia en la prestación de los servicios públicos. Por eso, como temas transversales identificamos la necesidad de profesionalizar el Estado y su capital humano. Definir claramente funciones y competencias para que las entidades puedan trabajar sin superponerse unas a las otras, lo que hoy genera retrasos en los procesos.
Además, para avanzar hacia un Estado moderno, la digitalización y la interoperatibilidad serán claves, así como la participación del sector privado en la gestión de los servicios públicos, con una adecuada regulación y fiscalización.
Para que todas estas propuestas sean viables, hemos realizado un ejercicio de viabilidad financiera de todo lo que planteamos. De esta forma, le damos el soporte al financiamiento de políticas públicas que son necesarias en el país, pero sin perder un activo importante que es nuestra credibilidad en el manejo fiscal y en manejo macroeconómico en general.
Quiero, desde este espacio, invitarlos a visitar https://propuestasdelbicentenario.pe. Estoy segura de nuestros aportes pueden contribuir a enmendar problemas simulares en otros países de nuestra región.
