Considere el siguiente par de preguntas. Primera pregunta: ¿Tenía Bernardo O’Higgins 144 años cuando murió? Segunda pregunta: ¿Qué edad tenía Bernardo O’Higgins al morir? Las respuestas a la segunda pregunta serán, en promedio, mucho más altas que si preguntamos, en la primera pregunta, si el padre de la patria tenía 20 años cuando murió. Es decir, nuestras estimaciones de la edad de O’Higgins al morir dependen de otra pregunta cuya respuesta es evidente y que no contiene información relevante. ¿Por qué?
Para quienes consideren que estimar la edad a la que murió alguien importa poco, les interesará saber que un fenómeno similar se observó cuando los residentes de la altamente contaminada ciudad francesa de Marsella indicaron cuánto estarían dispuestos a pagar por mejorar sustancialmente la calidad del aire que respiran. La disposición a pagar fue mucho mayor entre quienes primero respondieron si estaban dispuestos a pagar 1.000 euros anuales, que entre quienes respondieron si estaban dispuestos a pagar un euro anual. ¿Por qué?
Un experimento realizado con un grupo de jueces alemanes es particularmente preocupante. Primero, se les pidió que leyeran la evidencia sobre una mujer que había sido sorprendida robando en una tienda. Luego, se les solicitó que lanzaran dos dados que habían sido arreglados de modo que la suma resultante fuera 3 ó 9. A continuación se les preguntó si condenarían a la mujer a una pena de cárcel mayor o menor, en meses, que la suma que obtuvieron con los dados. Finalmente, se les pidió su dictamen sobre la pena de cárcel. Quienes obtuvieron un nueve con los dados entregaron condenas significativamente más altas que quienes sumaron tres: ocho meses, versus cinco meses de cárcel, en promedio. ¿Por qué?
Dos sistemas
Kahneman describe nuestros procesos mentales como la interacción entre dos sistemas. El Sistema 1 opera automática y rápidamente, casi sin esfuerzo. Es intuitivo y en gran medida, inconsciente. El Sistema 2, en cambio, es nuestro modo de razonamiento deliberado, analítico y consciente acerca del mundo que nos rodea. El Sistema 1 detecta hostilidad en una voz, determina cuando un objeto está más distante que otro, nos orienta hacia la fuente de un sonido inesperado y completa, sin esfuerzo, la frase «guatita llena …». El Sistema 2, en cambio, compara dos automóviles que estamos considerando comprar, cuenta las ocurrencias de la letra u en esta columna y le da nuestro número celular a quien lo solicita. Con objeto de determinar cuán involucrado está el Sistema 2 en una actividad, basta con ver cuán dilatadas están las pupilas de quien la realiza.
Por ser el sistema consciente y analítico, esperaríamos que el Sistema 2 fuera el que manda. Sin embargo, no es así, porque el Sistema 1 no requiere esfuerzo para operar mientras que el Sistema 2 sí requiere esfuerzo. El Sistema 2 es esencialmente flojo, por lo cual a veces confía en las historias que le cuenta el Sistema 1 en situaciones en que, de tener conciencia, quisiéramos que tuviera un rol mas activo.
Anclajes
Todas las curiosidades mencionadas al comienzo de esta columna ilustran uno de los fenómenos mejor documentados de la psicología experimental: el «efecto anclaje». Cualquier número que se mencione como posible solución de un problema de estimación influenciará el resultado de dicho proceso, acercando la estimación que hagamos al número mencionado, de allí la imagen de un ancla. Es evidente que O’Higgins no vivió 144 ni 20 años; sin embargo, nuestra estimación para cuántos años vivió dependerá del guarismo que nos mencionan.
El Premio Nobel de Economía que obtuvo Daniel Kahneman el año 2002 premió su trabajo con Amos Tversky, quien, de no haber muerto seis años antes, habría compartido la distinción. Cada uno tenía una conjetura diferente para explicar el efecto anclaje, la de Kahneman basada en el Sistema 1, la de Tversky en el Sistema 2. El trabajo de investigadores que les siguieron terminaría demostrando que ambos tenían razón.
Tome una hoja de papel. Sin usar una regla, trace una línea de seis centímetros, partiendo del extremo inferior de la hoja. Ahora tome una segunda hoja y partiendo desde el extremo superior, trace una línea hasta llegar a seis centímetros del extremo inferior. Compare las dos líneas. Lo más probable es que su primera estimación de seis centímetros sea menor que la segunda. El motivo es que usted no sabe exactamente en qué consiste una línea de seis centímetros, existe un rango de incertidumbre en que puede estar. En la primera estimación, usted se aproxima a dicho rango desde valores inferiores, en la segunda desde valores superiores. Como el Sistema 2 es esencialmente flojo, deja de trabajar antes de tiempo.
Considere las siguientes dos preguntas. ¿En qué año murió Bernardo O’Higgins? ¿A qué temperatura hierve el agua en la cima del Aconcagua? Lo primero que le sucede cuando considera estas preguntas es que un ancla se le viene a la mente, usted sabe que dicha ancla está equivocada y además sabe en qué dirección debe moverse para mejorar su estimación. Respecto de la primera pregunta, pensamos de inmediato que O’Higgins vivió más allá de 1810 (o 1818); respecto de la segunda, que el agua hierve a menos de cien grados Celsius. En los dos casos, ajustaremos en la dirección correcta, pero menos de lo deseable.
Se trata de un proceso parecido a la sugestión, conocido como «coherencia asociativa». Nuestros pensamientos y nuestra conducta son influidos mucho más de lo que sabemos o quisiéramos por el entorno en que tomamos la decisión.¿Qué hacer?
En esta columna he descrito sólo uno de los 40 capítulos del libro de Kahneman. Los 39 capítulos restantes son igual de interesantes. Algunos cubren otros sesgos cognitivos y su relación con los dos sistemas. Por ejemplo, asumir proyectos que no debiéramos haber asumido, porque subestimamos el tiempo que nos tomará y los costos asociados. Así, tenemos que las familias estadounidenses que decidieron remodelar sus cocinas durante el 2002 estimaron el costo en poco más de 18 mil dólares, en promedio. El costo efectivo promedio fue más del doble.
Eduardo, muy bueno el post. Estoy de acuerdo, el libro es muy interesante. Justo tenía que hacer un proyecto de ciencia con mi hija Francesca. Le conté sobre el sistema 1 y 2, y sobre cómo utilizar el sistema 2 consume energía, y como funciona mejor cuando el cerebro tiene está disponible. Se intereso y estamos haciendo un experimento con sus compañeros de escuela para evaluar esta hipótesis!